El récord mundial de asistencia a un partido es un éxito importante de nuestro fútbol femenino. Un logro en el que han participado muchas personas. Tanto del presente cómo del pasado. Repasamos los hitos del fútbol femenino en España.
El pasado miércoles 30 de marzo Barcelona albergó un partido de fútbol. Un encuentro que concitó a más de noventa mil espectadores. Récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino. El partido lo jugaron Barça y Real Madrid, pero posiblemente eso era lo de menos. España se convertía en el epicentro del fútbol femenino mundial.
Un éxito tan importante, no surge por generación espontánea. El fútbol femenino en nuestro país es un empedrado construido con muchas manos y a lo largo de muchas décadas. En estos momentos de opulencia es importante conocer su génesis, su desarrollo y por tanto su historia. Se hace imprescindible reivindicar el esfuerzo de muchas mujeres.
Pioneras.
En 1914 se crea en Barcelona el primer club de fútbol femenino de España, el denominado Spanish Girl´s Club. Las futbolistas de aquel equipo contribuyeron, sin duda, a los procesos de cambio de la mujer en la sociedad española del siglo XX. En 1914, no era sencillo ser mujer y jugar al fútbol. Aquellas futbolistas no lo tuvieron fácil. A pesar de las dificultades iniciaron un arduo camino rompiendo los estereotipos de la época.
En 1914 se crea en Barcelona el primer club de fútbol femenino de España, el denominado Spanish Girl´s Club. Las futbolistas de aquel equipo contribuyeron, sin duda, a los procesos de cambio de la mujer en la sociedad española del siglo XX.
El Spanish Girl´s Club fue también el esfuerzo personal de Paco Brau. Sorprendente y polémico ex jugador del Barça y del Espanyol que con tenacidad entrenó a aquel grupo de mujeres durante la primavera de 1914. Tras cuarenta y cinco días de entrenamientos Paco Brau organizó un primer partido. Así, el 9 de junio de 1914, se jugó en Barcelona, en el campo del Espanyol, el primer partido de fútbol femenino en España.
Años más tarde, en la década de los años veinte, la coruñesa Irene González se convirtió en la primera futbolista mediática de nuestro país. La portera gallega jugó allá por 1920 varios partidos de exhibición con un equipo masculino de veteranos. En 1925 crearía su propio equipo que llevaría su nombre, Irene F.C., en ese equipo ella era la única mujer. Irene vivía en un mundo de hombres. A pesar de ello se ganó el cariño del pueblo y de la prensa gallega.
En la década de los treinta, epoca de cambio en la sociedad española, las mujeres empezaran a romper estructuras del pasado. El fútbol no será ajeno a este empoderamiento femenino. Durante estos años se crearán varios equipos femeninos, el Levante, el Valencia y el Atlético de Madrid organizaron secciones femeninas. Sin embargo, este proceso quedó paralizado por la Guerra Civil. El triunfo del franquismo relegó a las mujeres a un lugar tradicionalista dentro de la sociedad. Las mujeres deportistas no eran bien vistas por el Régimen. Las autoridades no fomentaron apenas los deportes femeninos.
Regeneración de los años setenta
Por estas razones el fútbol femenino no volvió a hacer acto de presencia pública en nuestro país hasta la década de los setenta. Uno de los primeros partidos de fútbol femenino que se jugó en Madrid allá por 1970, se disputó sin focos mediáticos en un campo de tierra llamado Boetticher. Ese partido lo jugó Conchita Sánchez Freire, conocida como “Conchi”, marcó la friolera de cinco goles.
“Conchi” jugó al fútbol en la España de los años setenta, un país que todavía vivía en blanco y negro. En plena dictadura, las mujeres que jugaban al “balompié” estaban sometidas a innumerables perjuicios.
En Barcelona desde finales de los años setenta ya existían futbolistas jugando oficiosamente al fútbol. Destacará entre ellas Inmaculada Cabecerán Soler, gran impulsora de un proyecto futbolístico que tenía como objetivo crear un Barça Femenino. Objetivo que se vio plasmando en la década de los ochenta.
Selección española de la clandestinidad a la oficialidad.
En 1972, un grupo de futbolistas crearon la selección española de fútbol femenino, pero desgraciadamente lo hicieron de forma clandestina. La líder y capitana de aquel grupo de mujeres era Conchi Sanchez. Durante más de diez años estas intrépidos futbolistas quisieron representar a su país jugando al fútbol. La Federación de Fútbol de aquella época no las reconoció y lo tuvieron que hacer furtivamente.
En 1983 y después de años de lucha, la Federación Española de Futbol reconoció el fútbol femenino y se creó oficialmente la Selección española de futbol femenino.
Primeras competiciones oficiales.
En 1981 se creará la copa de la Reina, primera competición de fútbol femenino auspiciada por la Federación Española de Futbol. Aquellos años el fútbol femenino español tuvo un equipo referencial. Se trataba del Karbo Deportivo, embrión del actual Deportivo Femenino. El conjunto coruñés conquisto las primeras copas. Sin embargo, problemas económicos llevaron a su desaparición en 1988.
En 1972, un grupo de futbolistas crearon la selección española de fútbol femenino, pero desgraciadamente lo hicieron de forma clandestina. Durante más de diez años aquel grupo de mujeres quisieron representar a su país jugando al fútbol.
Ese mismo año se crea la Liga Nacional Femenina. Primer torneo liguero de nuestra historia. Aquel campeonato estará compuesto por nueve equipos. En 1996 se reorganizará creándose la División de Honor Femenina. La competición se dividía en cuatro grupos según proximidad geográfica. En total competían cuarenta y dos equipos.
En 2001 se volvió a cambiar el formato creando un campeonato de un solo grupo. La nueva liga se denominará Superliga Femenina, y en ella inicialmente competían catorce equipos. En 2008 se amplió a dieseis. En 2010 se volvió al modelo de grupos de proximidad geográfica. Hasta que finalmente en 2011 se creó la Primera División Femenina, con un único bloque de dieciséis equipos.
Popularización y tecnificación
Los años noventa supusieron la llegada de numerosos clubes tradicionales de nuestro país al fútbol femenino. Este desembarco estuvo marcado por ayudas económicas de los clubes “masculinos”. Pero siempre desde fuera, nunca como parte consustancial del club. Aparecieron secciones femeninas en clubes relevantes como Rayo Vallecano, Espanyol, Barça, Levante, Atlético de Madrid, Athletic Club, Valencia o la Real Sociedad.
La llegada de los clubes tradicionales, históricos en el fútbol masculino, irán desplazando a las escuelas y entidades netamente femeninas. El músculo financiero y las instalaciones deportivas dificultaba la posible competencia de los clubes exclusivos de mujeres. A pesar de ello algunos de estos clubes resistirá. Ejemplo de ello serán el Sporting de Huelva, el Madrid Club de Fútbol o el Granadilla de Tenerife.
Finalmente, y a partir de la década del 2010 se producirá la integración definitiva de los equipos femenino en los organigramas de los clubes históricos de nuestro fútbol. El paso definitivo de este proceso se produjo con la creación del Real Madrid Femenino en 2020, último de los grandes clubes de España y de Europa en apostar por el fútbol femenino.
Este proceso llevará una mejora importante a nivel técnico. Las futbolistas comenzaran a usar instalaciones de alta tecnificación. Se crearán escuelas y canteras que potenciarán el nivel deportivo. Además, la masa social de los clubes tradicionales se irá familiarizando con el fútbol femenino, generándose una identificación entre seguidores y futbolistas.
En 2019, San Mamés congregó a 48.121 espectadores para ver un choque de cuartos de final de la Copa de la Reina entre Athletic Club y Atlético de Madrid. Días después, un 17 de marzo de 2019 el Wanda Metropolitano acogió a 60.739 espectadores en la grada para presenciar un Atlético de Madrid-Barcelona. El pasado 30 de marzo el Camp Nou batió el récord mundial de asistencia a un partido de futbol femenino del mundo, 91.553 personas acudieron a ver un Barça-Real Madrid.
Profesionalismo
La popularización del fútbol femenino fue dejando obsoleta las estructuras de los años noventa y principios del 2000. La profesionalización de este deporte se abría paso de forma inexorable. En 2020 se firma el primer Convenio Colectivo del fútbol Femenino. Una norma que ayudaba a garantizar la profesionalización de las futbolistas españolas.
En 2022 la profesionalización quedó plasmada también a nivel competitivo. Finalmente y tras intensas negociaciones se concreta un proyecto de liga profesional. A partir de este momento el fútbol femenino es un deporte profesional a todos los efectos en nuestro país.
Repercusión mediática
La constante evolución del fútbol femenino ha conseguido que las futbolistas tengan hoy una fuerte repercusión social. El ultimo triplete del Barça, conquistando en un mismo año Liga, Copa y Champions postularon a Alexia Putellas al Balón de Oro. La jugadora catalana se convirtió en la primera futbolista de nuestro país que lograba el mayor galardón a nivel individual del fútbol. Convirtiéndose de esa manera en un referente y en un icono para el conjunto de futbolistas del país.
El mundo y el fútbol evoluciona gracias a los pequeños pasos dados por millones de personas. El futbol femenino ha conseguido romper prejuicios y estereotipos. Afortunadamente hoy en España el fútbol femenino no vive en catacumbas, nadie tiene que esconderse para jugar al fútbol, las futbolistas son profesionales. Por suerte las niñas que hoy empiezan a jugar dando patadas a un balón tienen referentes como Jenni Hermoso, Amanda Sampedro o Alexia Putellas.
La masa social de los clubes tradicionales se irá familiarizando con el futbol femenino, generándose una identificación entre seguidores y futbolistas.
Se ha avanzado mucho, muchísimo. Indudablemente todavía queda mucho camino que recorrer. Para hacerlo es importante recordar la historia, acordarnos de las chicas del Spanish Girl´s de Irene González, Conchita Sánchez Freire o Inmaculada Cabecerán. Recordar al Karbo Deportivo, al Rayo Vallecano, al Levante o al Espanyol equipos pioneros en el fútbol femenino en España. Todos han sido imprescindibles en la andadura del fútbol femenino. Gracias a su aportación, 91.553 espectadores fueron a ver un partido de futbol que lo disputan mujeres futbolistas. Un éxito con profundas raíces.
