El verano de 2024 llega repleto de competiciones de fútbol internacional. La selección española juega Eurocopa y Juegos Olímpicos. Analizamos como encara nuestro país las dos competiciones.
Se ha acabado la temporada de fútbol. Bueno, no es exactamente así. Han finalizado las competiciones de clubes. Pero este verano será intenso en términos futbolísticos. Se jugará Eurocopa, Copa América y Juegos Olímpicos. Los futboleros no nos vamos a aburrir.
España competirá en dos de estos torneos. Dos competiciones en las que ya ha sido campeón. Sin embargo, en nuestro país no hay mucho fervor con nuestro equipo de fútbol de cara a los dos torneos. Hay muchos factores que influyen en esta desidia. No olvidemos que no somos un país de selección. Los aficionados al fútbol españoles son muy sentimentales, sin duda, pero su referente emocional suele ser su club. Pocas veces es su selección. En general todo lo relacionado con la Roja se suele ver con la bufanda de un equipo anudada al cuello. Convocatorias, seleccionadores, titularidades y suplencias. Nos cuesta ver a la selección de todos como algo neutro. Somos así y es algo que no va a cambiar.
En general todo lo relacionado con la Roja se suele ver con la bufanda de un equipo anudada al cuello. Convocatorias, seleccionadores, titularidades y suplencias. Nos cuesta ver a la selección de todos como algo neutro. Somos así y es algo que no va a cambiar.
Si bien esa no es la razón principal de la desafección. Seguramente influya, no cabe duda, pero la falta de alicientes que suscita nuestra Roja está en su seleccionador y en sus futbolistas. ¿Son malos? Para nada. Entonces…
La realidad es que el futbolista español de hoy en día tiene un nivel medio extraordinario. La mayoría son jugadores de escuela. Formados y entrenados en instalaciones de alto nivel. Peloteros que combinan de forma armoniosa la técnica individual, el nivel físico y la asimilación táctica del juego. En definitiva, futbolistas completos, muy completos.
A pesar de todo ello, es difícil ver a un jugador español entre los veinte mejores de Europa. A lo mejor Rodri o Carvajal estarían en ese elenco, pocos más. Hay falta de cracks a nivel mundial, sin duda. Es innegable. Posiblemente esté ahí el desinterés. El marco mediático que se ha generado en torno al fútbol en nuestro país, además de ser ciclotímico, parece una premier de Hollywood. El actor vale más que la propia película. Sin estrellas del fútbol en el equipo es difícil motivar a nadie. En un país de por si esquivo con su selección, no tener una referencia mediática potente en términos futbolísticos, lo dificulta todo.
Pero, eso significa que tengamos un mal equipo. En mi opinión, no lo tenemos. Mas bien todo lo contrario. Creo que se ha conformado un grupo de mucha calidad. Es más, creo que juegan y van a jugar muy bien al fútbol. Porque todos ellos son magníficos jugadores. Tenemos un buen equipo. ¿Para ganar? Absolutamente, no. ¿Competirán por lo menos? Pues tampoco tengo certeza de ello. De lo que si que estoy seguro es que el nivel medio de nuestros jugadores está entre los mejores de Europa y del mundo. Ahora bien, eso no te garantiza tener una selección que alcance por ejemplo los cuartos de final de un torneo internacional.
Pero la camiseta roja de nuestra selección ya no es tan ligera como en los años setenta, ochenta o noventa. Ahora en ella hay bordada una estrella de oro en el pecho. Eso la hace mucho más pesada.
La actual generación de futbolistas españoles es la que es. Tiene el nivel que tiene. No se puede comparar con aquella gloriosa de Xavi y Casillas. Mucho daño les haríamos si lo hacemos. Pero la camiseta roja de nuestra selección ya no es tan ligera como en los años setenta, ochenta o noventa. Ahora en ella hay bordada una estrella de oro en el pecho. Eso la hace mucho más pesada. Para los que la visten y la sudan, pero también para los que se enfrentan a ella.
El futbolista español hoy tiene ya un estatus diferente a nivel mundial. Podrán ganar o perder. Pero su presencia en un campo de fútbol es otra. Espero no equivocarme, pero creo ya no veremos, los goles de Cardeñosa y Julio Salinas. Son parte del pasado. Ya no volverán.
Tenemos una selección de buenos futbolistas. Agarrémonos a eso. Ojalá que de esos mimbres se consiga formar un equipo sólido. El equipo de todos. Aunque nadie se acuerde. Este verano juega nuestra Roja.
Para empezar, si dejarán de nombrarla con la tontería de “la roja” entusiasmaría a más aficionados. Se llama Selección Española de Fútbol o Selección Nacional, de toda la vida.
Pero hay otras causas (en mi modesta opinión) del desinterés que provoca:
1ª) Una Federación corrupta, desnortada y enemiga del talento, del mérito profesional y del prestigio deportivo (muy en la línea de otras instituciones del Estado).
2ª) Un entrenador-seleccionador inexperto, voluble y sin categoría local ni internacional.
3ª) Y, sobre todo, un equipo compuesto por veteranos mediocres y por juveniles e infantiles, casi todos suplentes de los suplentes en sus clubes; nada competitivos, salvo que jueguen contra Andorra o Malta. Excepción hecha (acierta el autor del artículo) de Rodri (único internacional español que jugaría en cualquier selección) y quizá Carvajal.