La Guerra fría provocó la división de un país, un continente y del mundo entero. En 1974 se jugó un partido de fútbol que reflejó aquella oscura etapa. Contamos que sucedió en aquel histórico evento futbolístico.  

A los adolescentes de hoy en día les costará entender que hace décadas existía una Europa dividida. Separada por un gélido telón de acero. Un continente segregado en dos modelos políticos. Dos sistemas económicos y sociales antagónicos entre sí. El viejo continente, al igual que el resto del mundo, vivía en un constante enfrentamiento de bloques geopolíticos.

Estos años de hostilidad se conocieron como la Guerra Fría. Abarcando el periodo histórico que va desde 1947 hasta 1991. El fin de la Segunda Guerra Mundial supuso la derrota del nazismo y de las potencias del Eje. Sin embargo, la coalición triunfante no era homogénea. De hecho, al poco tiempo de consumarse la derrota alemana comenzaron a evidenciarse las profundas diferencias entre los aliados.

Tras la Segunda Guerra Mundial surgen dos modelos de sociedad. Por un lado, existe el bloque occidental capitalista, encabezado por Estados Unidos. En contraposición a él, un bloque comunista abanderado por la Unión Soviética.

Tras la Segunda Guerra Mundial surgen dos modelos de sociedad. Por un lado, existe el bloque occidental capitalista, encabezado por Estados Unidos. En contraposición a él, un bloque comunista abanderado por la Unión Soviética.

Alemania se convirtió en el país de Europa donde de forma más notable se manifestaron las consecuencias de la Guerra Fría. Las potencias vencedoras de la guerra mundial dividieron el territorio alemán en cuatro zonas de ocupación. Las tres del oeste bajo control estadunidense, británico y francés. La del este de jurisdicción soviética. La ciudad de Berlín, situada dentro de la zona de ocupación soviética reproducirá el mismo esquema de división.

Las áreas de ocupación serán el germen de la división de Alemania en dos países. Los territorios alemanes controlados por estadunidenses, británicos y franceses constituirán una República Federal. Su modelo económico estaba basado en una economía de mercado. Por tanto, una democracia occidental de corte capitalista.

En contraposición, los territorios alemanes controlados por los soviéticos conformaron una Republica que se denominará a sí misma como República Democrática. Su modelo político será de partido único. El Partido Comunista será el eje del sistema. El modelo económico se basará en la planificación estatal. El 13 de agosto de 1961 las autoridades de la República Democrática levantaron un muro de división. Aquella tapia limitó la comunicación entre las dos Alemanias. La desconcertante construcción será conocida como el muro de Berlín.

A partir de este momento las dos Alemanias comenzaran un competencia, política, económica e ideológica. Esa disputa agigantará más aun la separación geográfica existente. El mundo del deporte no será ajeno a la competitividad entre bloques. De hecho, el deporte se convirtió en una poderosa herramienta de exaltación ideológica. A través de los éxitos deportivos se intentaba demostrar la supremacía del modelo político.

Foto Goal Naco

En el mundo del fútbol, los dos Alemanias, se enfrentaron únicamente una vez en partido oficial. Paradójicamente fue en la fase de grupos del Mundial de 1974. Campeonato organizado por la República Federal Alemana. El lugar, el Estadio Volkparkstadion de Hamburgo. El partido con mayor carga política de la historia del fútbol fue presenciado por más de sesenta mil espectadores. Entre fuertes medidas de seguridad el 22 de junio de 1974 saltaron al campo dos selecciones alemanas. Una occidental y capitalista. La otra oriental y comunista. El mundo del fútbol tuvo aquel día su particular imagen de la Guerra Fría.

El partido fue intenso. Los alemanes orientales aguantaron las embestidas de la corpulenta selección federal. Los Muller, Beckenbauer o Berti Vogts, no consiguieron doblegar a los motivados jugadores orientales. En el minuto setenta y siete, Jürgen Sparwasser, adelantaría a la Republica Democrática con un gol para la historia. El marcador ya no se movería más. La República Democrática Alemana acababa de batir a su rival ideológico. Además, lo hacía en su territorio y en el Mundial que estaba organizando.

En el mundo del fútbol, los dos Alemanias, se enfrentaron únicamente una vez en partido oficial. Paradójicamente fue en la fase de grupos del Mundial de 1974. Campeonato organizado por la República Federal Alemana.

La euforia entre los dirigentes comunista era absoluta. El autor del gol, Jürgen Sparwasser se convirtió en héroe nacional. Las autoridades lo proyectaron como ejemplo de deportista socialista. Su imagen fue utilizada icónicamente en todo el país.

Aquel gol tuvo también implicaciones deportivas. La Alemania Oriental quedó primera de su grupo por delante de la Occidental. Paradójicamente eso hizo que los orientales afrontaran un cuadro más duro enfrentándose a Brasil y a la Holanda de Johan Cruyff. Debido al nivel de sus rivales la República Democrática quedó eliminada en esta segunda fase del Mundial.

Por su parte la selección de la Republica Federal despertó tras aquella dolorosa derrota. Quedar segundos, tras la Alemania del Este, provocó que los occidentales tuvieran que enfrentarse a Polonia y Suecia en segunda ronda. Equipos de menor entidad que la Naranja Mecánica y Brasil. Gracias a ello Alemania Occidental pudo disputar la final del Mundial y ganarlo. Un éxito deportivo que hizo olvidar la derrota de Hamburgo ante sus vecinos orientales.

Jürgen Sparwasser marcando gol a la RFA. Foto La Silla Rota

Jürgen Sparwasser, autor de aquel famoso gol de Hamburgo, vivió la final del Mundial en su casa de la Alemania del Este. Instantes después de finalizar el partido recibió un telegrama de Occidente. El mensaje decía, “Spari (mote con el que se le conocía cariñosamente) te damos las gracias. Toda Alemania te da las gracias”.

La figura de Jürgen Sparwasser reflejará la psicosis que se vivía en la República Democrática Alemana. “Spari” pasó de ser considerado un héroe a huir del país. En 1988 se convirtió en un refugiado. Un año después cayó definitivamente el muro de Berlín. Se derrumbó para siempre el Régimen Comunista de la Alemania Oriental.

La figura de Jürgen Sparwasser reflejará la psicosis que se vivía en la República Democrática Alemana. “Spari” pasó de ser considerado un héroe a huir del país. En 1988 se convirtió en un refugiado.

El 31 de agosto de 1990 Alemania se reunificaría de nuevo. Desaparecerá la división política que padecieron los alemanes durante la Guerra Fría. Pocos meses antes la selección de fútbol de la Alemania Federal ganó el Mundial de Italia 90. Un éxito futbolístico que provocó la euforia en el este y en el oeste del país.

El muro de Berlín y la división alemana fue el reflejo de una época oscura. No en vano emergen de la guerra y del totalitarismo. El fútbol también vivió su particular partido de Guerra Fría aquel 22 de junio de 1974 en Hamburgo. Hoy Alemania vuelve a estar unida y su selección representa a todos los alemanes. La Guerra Fría es únicamente una pesadilla del pasado.

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