En los años ochenta un equipo del norte de Chile jugó dos finales de la Copa Libertadores. Su entrenador era el recientemente fallecido Vicente Cantatore. Sirva este escrito como homenaje a ese brillante entrenador y al Cobreloa de la década de los ochenta.
El pasado mes de enero fallecía Vicente Cantatore. Entrenador muy respetado en nuestro país. De hecho, es considerado leyenda en Valladolid. Don Vicente, como se le conocía cariñosamente en Pucela, llevó a los vallisoletanos a disputar una final de Copa del Rey y a jugar competiciones europeas. Cantatore también dirigió a otros equipos españoles como Sevilla, Tenerife, Betis o Sporting de Gijón.
Hombre educado y tranquilo, consiguió un amplio respeto en el conjunto del futbol español. Sus éxitos como entrenador en nuestro país lo convirtieron en un técnico de prestigio. Sin embargo, sus mayores logros en un banquillo no se fraguaron en España. Cantatore cosechó sus triunfos más importantes al otro lado del Atlántico.
Vicente Cantatore fue entre 1980 y 1984 el entrenador del Cobreloa. Club chileno que en los ochenta realizó una de las mayores gestas futbolísticas del continente americano. Para entender la magnitud de los éxitos del Cobreloa es necesario remontarse a la génesis y origen del club.
Vicente Cantatore fue entre 1980 y 1984 el entrenador del Cobreloa. Club chileno que en los ochenta realizó una de las mayores gestas futbolísticas del continente americano.
Cobreloa es el club de fútbol de la ciudad de Calama, al norte de Chile. Ubicada en la región de Antofagasta, la ciudad está rodeada por el desierto de Atacama. El medio que rodea a la urbe podría hacer pensar que se trata de un lugar inhóspito, poco habitado y con pocos elementos que permitan su desarrollo. Sin embargo, Calama, Atacama y Antofagasta es tierra de yacimientos de cobre. El cobre es un sinónimo de prosperidad en Chile. Por tanto, hablamos de uno de los lugares más prósperos económicamente del país andino.
El abrupto medio que rodea Calama no limitó, más bien todo lo contrario, el desarrollo económico de la Región. Sin embargo, el fútbol en la ciudad sí se verá afectado por el medio circundante. A finales de los años sesenta y principios de los setenta el fútbol profesional era una realidad en Chile. Sin embargo, en la región de Antofagasta el fútbol seguía siendo un juego para aficionados.
Los motivos de esta tardía profesionalización futbolística en Calama eran diversos. La distancia y la difícil conexión con la capital del país, las intensas condiciones climáticas. Pero, sobre todo, no había surgido una iniciativa real para crear un club de fútbol profesional en la ciudad. Fue a mediados de los setenta cuando la Corporación Nacional del Cobre de Chile consideró necesario potenciar el divertimento en la región. Una de las iniciativas fue crear un club profesional de fútbol. Así el 7 de enero de 1977 se creará el Club de Deportes Cobreloa.
La andadura deportiva de este nuevo equipo comenzó en la Segunda División del futbol chileno. En poco menos de un año el nuevo equipo de Calama ascendería al máximo nivel. En su segundo año de vida Cobreloa ya jugaba en Primera División. El 5 de marzo de 1978 el Estadio Municipal de Calama acogerá el debut de Cobreloa en la elite del fútbol chileno. El rival, el histórico Colo Colo. Cobreloa ganaría aquel partido por cuatro goles a dos. Empezando así una fuerte rivalidad con el equipo santiaguino.
La irrupción de Cobreloa en la elite del futbol chileno fue ruidosa. En su primera temporada disputó palmo a palmo el campeonato a Palestino, equipo que finalmente alzaría el título. El joven equipo norteño empezaba una andadura que no dejaría indiferente a nadie en el fútbol chileno.
Será en 1980 cuando Vicente Cantatore aterrice en el banquillo de Calama. Con la llegada de Don Vicente, Cobreloa comenzará a escribir las paginas más importantes de su incipiente historia. Ese mismo año alzarán el trofeo de Campeones del Campeonato de Primera División de Chile. Titulo que los pupilos de Cantatore volverían a revalidar en 1982.
Pero sin lugar a duda la repercusión histórica del Cobreloa de Vicente Cantatore estará en su andadura en la Copa Libertadores, el torneo de clubes más prestigioso de Sudamérica. En 1981 y contra todo pronóstico, los futbolistas del novel equipo de Calama se plantaron en la final de la Copa Libertadores. Derrotando en el periplo a históricos equipos del fútbol sudamericano como Peñarol o Nacional.
Sin lugar a duda la repercusión histórica del Cobreloa de Vicente Cantatore estará en su andadura en la Copa Libertadores, el torneo de clubes más prestigioso de Sudamérica.
El rival en la final fue el Flamengo de Rio de Janeiro. En Maracaná los brasileños se impusieron con dos goles del mítico Zico. En Chile, Cobreloa ganó su partido y el campeonato se decidió en un partido de desempate jugado en el Estadio Centenario. Zico volvería a ser decisivo y gracias a sus dos goles el Flamengo se convirtió en campeón de América. A pesar de la derrota Cobreloa había hecho historia. Se había convertido en uno de los primeros equipos chilenos en disputar una final de la Copa Libertadores. Una proeza para un equipo que apenas contaba con cinco años de vida.
Al año siguiente, el equipo de Cantatore volvería a jugar la final de la Copa Libertadores. Esta vez en frente el Peñarol de Montevideo. Tras un empate en Uruguay todo parecía que acabaría en victoria chilena. El partido de vuelta se disputó en Santiago. El Estadio Municipal de Calama no tenía capacidad suficiente para albergar la final. Un postrero gol uruguayo dejaría a Cobreloa sin trofeo. Los chicos de Cantatore rozaron la gloria en dos ocasiones. La suerte no estuvo de su lado. Si bien, se convirtieron en un equipo inolvidable en la historia del fútbol chileno.
En 1985 Vicente Cantatore decidirá cambiar de país y continente. Dejará el desierto de Atacama para desembarcar en Valladolid. A orillas del rio Pisuerga se ganará el respeto primero de una ciudad y años después de un país enteró.
Cobreloa tras la salida de Cantatore volverá a proclamarse campeón de Chile en 1985, 1988 y 1992. Sin embargo, sus participaciones en la Copa Libertadores no serán tan relevantes como aquellas temporadas en que entrenaba Don Vicente.
En 2003 y 2004 el equipo de Calama volverá a convivir con los laurales de la victoria. Sin embargo, poco a poco el equipo norteño empezará a vivir una decadencia deportiva. Después de treinta y ocho temporadas en la elite, Cobreloa descenderá a Segunda División en 2015. Todavía no ha retornado a la elite. Añorando tiempos mejores los jugadores de Cobreloa pelean por ascender de nuevo a Primera División.
El pasado enero los aficionados calameños lloraron el adiós de Vicente Cantatore. Recordaron seguramente aquella gloriosa década vivida en los ochenta. Probablemente con la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor. El recuerdo del Cobreloa de Cantatore sigue presente en el mundo del fútbol. Este es sin duda el mejor homenaje que puede hacerse a un gran entrenador que nos ha dejado. Descanse en paz Don Vicente.