El 12 de junio de 2023 fallecía Silvio Berlusconi ex primer ministro de Italia y presidente del AC Milan entre 1986 y 2017. En este escrito hacemos un breve recorrido por los éxitos de Berlusconi durante su presidencia del club milanés.
Junio de 2023 dejó para la historia la muerte de Silvio Berlusconi. Un personaje sin el cual no se entiende la historia reciente de Italia. Una figura controvertida que a pesar de sus extravagancias consiguió revolucionar la política, la televisión y el fútbol en el país transalpino. Fundó el grupo Mediaset. Creó el Partido político Forza Italia. Consiguió en tres ocasiones ser presidente del Consejo de ministros. Entre 1986 y 2017 presidió el club de fútbol AC Milán, llevando al equipo rosonero a conseguir sus mayores logros deportivos.
Todos estos éxitos convivieron con la polémica. Berlusconi fue condenado por evasión fiscal y por prostitución de menores. Su carácter irredento irritó incluso a la reina Isabel II. Il Cavaliere, como era conocido, consiguió una inmensa fortuna a lo largo de su vida. Miembro de la lista Forbes ininterrumpidamente desde 1986 el origen de su dinero ha estado sujeto a numerosas especulaciones.
Hijo de un empleado de banca, se licenció en derecho y su primer oficio estuvo relacionado con los cruceros. Fue en los años setenta cuando Berlusconi empezó a fraguar su imperio económico. Su primer gran existo empresarial estuvo relacionado con el sector inmobiliario. La construcción de Milan 2, una ampliación urbanística de la ciudad le llevó a alcanzar relevancia pública. Varios periodistas denuncian que este megaproyecto estuvo financiado con préstamos de la mafia siciliana. Lo que es indudables es que gracias a Milán 2, Il Cavaliere, consiguió convertirse en uno de los hombres más ricos de Italia.
A finales de los setenta Berlusconi fundó una Televisión. En pocos años fue expandiendo sus tentáculos en el mundo de la comunicación. A principios de los ochenta era dueño de varios canales de televisión, periódicos, incluso una editorial. De esta manera fue acumulando un poder que le permitió auparse al gobierno en 1994. En una Italia convulsionada por la corrupción, en plena cruzada judicial contra las corruptelas, el magnate arrasó en las elecciones y fue nombrado primer ministro.
Años antes en 1986, Silvio ya había desembarcado en el mundo del fútbol. La crisis deportiva que atravesaba el AC Milan llevó a los tifosi milanista a pedir insistentemente su llegada. Para la mayoría de los seguidores del Milan Berlusconi fue un salvador.
Años antes en 1986, Silvio ya había desembarcado en el mundo del fútbol. La crisis deportiva que atravesaba el AC Milan llevó a los tifosi milanista a pedir insistentemente su llegada. Para la mayoría de los seguidores del Milan Berlusconi fue un salvador.
La realidad es que la década de los ochenta empezó llena de turbulencia para el club rossonero. Un escándalo de amaño de partidos llevó al Milan a descender a la Serie B. Giuseppe Farina, fue nombrado presidente. En un año consiguieron volver a la máxima categoría del fútbol italiano. Pero la alegría duró poco y una temporada después volverían a descender. En 1985 el equipo regresó a la Serie A. A pesar de ello, Farina abandonó el proyecto, dejando la entidad al borde de la quiebra y de la desaparición.
El 20 de febrero de 1986, Silvio Berlusconi asumió la presidencia del AC Milan. El empresario compró el cincuenta y un porciento de las acciones del club. Berlusconi se convertía en imagen de éxito. En apenas una década desde su eclosión publica Il Cavaliere era el mayor referente empresarial de Italia. Incluso era presidente de uno de los clubes deportivos más importantes del país.
Con su llegada el AC Milán fue superando las estrecheces económicas. Sobrevivir al estrés financiero posibilitó mejorar las prestaciones deportivas. Si bien, el punto de inflexión fue la apuesta por un joven y prometedor entrenador, Arrigo Sacchi.
Sacchi provenía de un equipo modesto, el Parma. Fue una apuesta personal del Berlusconi. Que quedó fascinado con la estrategia que implantaba el técnico italiano. El marcaje en zona y la táctica del fuera de juego iban a suponer una revolución en el fútbol de la época.
A ojos de los italianos todo lo que tocaba Berlusconi se convertía en oro. Su equipo de fútbol reinaba en Europa con autoridad. Su poderío económico era superlativo.
Sin embargo, los inicios de Sacchi en el Milán no fueron esperanzadores. La fuerte inversión económica que había hecho el club elevaba la exigencia de los tifosi. Junto a Sacchi habían aterrizado en Milán, los holandeses Guliit y Van Basten. Los jugadores de moda del fútbol europeo. Además, el internacional italiano Carlo Ancelloti cambiaba el AS Roma por el equipo rossonero. La primera vuelta del campeonato liguero fue mediocre. Una sorpresiva eliminación europeo frente al Espanyol de Clemente parecían condenar al fracaso el proyecto de Sacchi. Sin embargo, una segunda vuelta arrolladora llevó al Milán al alzarse con el Scudetto. En apenas un año y medio Berlusconi había cambiado por completo un club de fútbol. El AC Milan había pasado de ser un club en ruina a ser campeón de Italia. Pero, es más, su nueva musculatura económica le permitía fichar a las grandes estrellas del fútbol continental.
En 1988 aterrizó en Milán otro holandés, el centrocampista defensivo FranK Rijkaard. Juntó al capitán Baressi, Costacurta, Tasotti y un jovencísimo Maldini apuntalaron un sistema defensivo icónico en la historia del fútbol. Posiblemente una de defensas más determinantes en el juego de ataque de un equipo. Aquel equipo ganó la Copa de Europa. Sobreviviendo al infierno de Belgrado en una eliminatoria agónica contra el Estrella Roja. Pasando por encima de Real Madrid de la Quinta del Buitre y barriendo en la final al Seteau de Bucarest.
Un año más tarde en 1989 los chicos de Sachhi volverían a alzarse con el campeonato europeo. Su dominio era total en el futbol continental. A ojos de los italianos todo lo que tocaba Berlusconi se convertía en oro. Su equipo de fútbol reinaba en Europa con autoridad. Su poderío económico era superlativo. Las grandes estrellas del fútbol mundial eran fichadas por el AC Milan.
Pero todo ciclo victorioso tiene su final. Cuando el Milan iba camino de su tercera Copa de Europa consecutiva apareció el Olimpique de Marsella. En una eliminatoria igualada el equipo de Sacchi perdía por uno cero en tierras francesas. De repente el estadio se quedó a oscuras. El Milan, por decisión de su entrenador y en señal de protesta, se negó a continuar con el partido. La UEFA dio por perdida la eliminatoria a la escuadra italiana. Las críticas no se hicieron esperar y el blanco de todas ellas fue Sachhi.
Pero la detracción no fue sola externa. Los jugadores empezaron a quejarse del obsesivo control que imponía el técnico italiano en todas las esferas. Incluidas las personales. Las relaciones entre futbolistas y entrenador comenzaron a resquebrajarse. En 1991 Sacchi dejó el banquillo rossonero. Poniendo fin de esa manera a la época más gloriosa del AC Milan. Hay equipos que quedan en la memoria y en la historia del fútbol. El Milan entrenado por Sacchi es sin duda uno de ellos.
Pero el ciclo ganador del Milan no acabó con Sacchi. Berlusconi haría campeón de Europa al AC tres veces más. En 1994, la escuadra dirigida por Fabio Capello arrasó al Barça de Cruyff en la final. Nueve años despues en 2003, volvió a proclamarse campeón. En una final histórica. La primera que enfrentaba a dos equipos italianos. Su rival la Juventus de Turín. Aquella escuadra la entrenaba Ancelotti, pupilo de Sacchi en los años ochenta. Sobre el césped todavía dos representantes de la mítica defensa de ensueño, Maldini y Costacurta.
En 2006, casi veinte años después de ser nombrado presidente, Berlusconi ganaba su quinta copa de Europa. La séptima en el palmarés milanés. Ancellotti y Madini seguían comandando la escuadra. El entorchado de 2006 es por ahora el último éxito continental del Milan. A partir de entonces la opulencia que rodeaba a Il Cavaliere comenzaría a menguar. Escándalos, corrupción, procesos judiciales. En cierto modo los italianos empezaron a hastiarse del extravagante Berlusconi. En 2017 dejó la presidencia del AC Milan. Vendió sus participaciones y se desvinculó por completo del club. En sus más de treinta años de presidencia llevó a la sala de trofeos cinco copas de Europa. Sin duda y a pesar de que el personaje le devoró, hablamos del mejor presidente la historia del club.