Chipre lleva décadas dividido, las dos comunidades que comparten el país viven separadas por una línea verde. La división geográfica y social se proyecta en el fútbol chipriota. Contamos la historia de un fútbol que desgraciadamente se ha acostumbrado a vivir en la discordia.

Fútbol y sociedad están intrínsecamente conectados. El fútbol es el deporte más practicado y con más seguidores a lo largo del mundo. En numerosos países se encuentra inmerso en la propia cultura nacional. Muchos aspectos de la vida y de las costumbres giran en torno al balón. El fútbol influye en amplios sectores de la población. Pero, sobre todo, el fútbol es un reflejo de la propia sociedad.

Las sociedades que viven armónicamente generan un fútbol lleno de concordia. Por el contrario, aquellas sociedades donde la división es parte de la vida, la cultura futbolística es conflictiva y en muchos casos reina un ambiente de desunión y discordia.

Chipre, esa isla anclada en el Mediterráneo que vive a medio camino entre Asia y Europa, tiene una particular forma de vivir el fútbol. La compleja historia del país, convulsionado por desavenencias políticas y culturales, ha influido decisivamente en la creación de un fútbol fragmentado por rivalidades sociales, ideológicas y étnicas.

La compleja historia del país, convulsionado por desavenencias políticas y culturales, ha influido decisivamente en la creación de un fútbol fragmentado por rivalidades sociales, ideológicas y étnicas.

La situación geográfica de Chipre, en el corazón del mar Mediterráneo, ha hecho de este pequeño país un lugar de paso para pueblos y culturas. Fenicios, griegos y romanos desembarcaron en sus costas. El Imperio otomano dominó la isla desde 1573. En 1878 los otomanos decidieron transferir la administración de la isla a los británicos. Para los ingleses, imperio naval por excelencia, Chipre se convirtió en un enclave estratégico tras la construcción del canal de Suez.

La llegada de los británicos a la isla, supuso también el desembarco de un nuevo deporte llamado fútbol. La Administración Británica se fue asentando en todo el territorio chipriota y allí donde había ingleses aparecía un balón al que dar una patada. Poco a poco, la población autóctona empezó a familiarizarse con un nuevo deporte que se expandía a gran velocidad por todo el continente europeo.

La población que se encontró la nueva Administración Británica en Chipre tenia raíces griegas y turcas. Había y se percibía una fuerte tensión entre las dos comunidades. Los grecochipriotas, eran partidarios de la “enosis”, es decir la anexión de Chipre a Grecia. Por el contrario, los Turcochipriotas perseguían el “taksim”, dividir la isla entre turcos y griegos. Ambas comunidades recibieron el fútbol con agrado. Sin mezclarse, cada comunidad con su propia idiosincrasia, irán surgiendo los primeros clubes de fútbol en el país.

La década de los cincuenta del siglo pasado será intensa en Chipre. En estos años surgirá dentro de la comunidad griega grupos clandestinos que atacarán los asentamientos de la Administración Británica. La tensión entre comunidades ira creciendo paulatinamente.

Tras unas largas y duras negociaciones en 1958 los británicos deciden abandonar la isla. El 16 de agosto de 1960 se declara la independencia de la República de Chipre, ingresando en las Naciones Unidas. Se organizan las primeras elecciones del país. El ganador de esos comicios será Makarios III, líder de la comunidad grecochipriota.

La independencia del país no calmara las tensiones internas. La mayoría poblacional de la comunidad griega inquietaba a los turcochipriota. Por el contrario, las concesiones de las nuevas autoridades del país a la comunidad turca eran interpretadas como traiciones por los sectores más radicales de la comunidad griega.

En este clima de tensión, los turcochipriotas, con la supuesta ayuda del gobierno turco, empezaron a movilizarse contra el nuevo Estado. Surgirán los primeros actos terroristas. El clima fue polarizándose. Los nacionalistas griegos acusaron de pasividad al gobierno de Makarios III y en 1974 militares grecochipriotas dieron un golpe de estado. Cinco días más tarde el Gobierno turco liderará una invasión militar de la zona norte del país (38% del territorio), área donde residían mayoritariamente la comunidad turcochipriota. Tras la invasión surgirá un nuevo país, la República Turca del Norte de Chipre. A partir de ese momento y hasta el día de hoy Chipre y su capital quedará dividido por una Línea Verde.

La división del país condicionara el desarrollo del fútbol chipriota. Actualmente en la isla se disputan dos ligas independientes entre sí.

La división del país condicionará el desarrollo del fútbol chipriota. Actualmente en la isla se disputan dos ligas independientes entre sí. En el norte del país, la comunidad turcochipriota ha organizado su propia competición. Si bien, esta Liga no tiene el amparo de la FIFA. La República Turca del Norte de Chipre no es un estado reconocido por la comunidad internacional (salvo Turquía) ni por Naciones Unidas.

La Liga del norte del país tiene un escaso nivel competitivo. Se sustenta con patrocinadores locales y resulta poco atractiva para los jugadores extranjeros. Es un campeonato que no tiene el reconocimiento oficial de las autoridades futbolisticas europeas, sus equipos no pueden participar en las competiciones organizadas por la UEFA. La realidad es que se trata de un torneo casi amateur.

Celebracion del titulo de Liga Tempoarada 2011-2012 del Çetinkaya.

El club más importante del Norte de Chipre es el Çetinkaya. Afincado en el Norte de Nicosia fue uno de los equipos fundadores del primer campeonato liguero organizado en Chipre. El Çetinkaya fue el último club turcochipriota que ganó la liga unificada de Chipre allá por el año 1951.

El fútbol de nivel en Chipre se juega en la zona sur del país. La Liga que se organiza en esta parte de la isla si es reconocida por la FIFA. De hecho, sus equipos participan en las competiciones europeas. Es una Liga con cierta proyección internacional, en los últimos años han recalado numerosos futbolistas y entrenadores extranjeros que han elevado el nivel del campeonato. El epicentro de la competición está en Nicosia. En la capital chipriota residen los clubes más laureados y con más aficionados del país, el APOEL Nicosia y el Omonia.

La rivalidad entre APOEL y Omonia está en la propia idiosincrasia de los clubes. Paradójicamente uno nace en contraposición al otro. El APOEL surge en 1926, cuando los ingleses administraban la isla. Fue creado por un grupo de jóvenes atletas de la comunidad griega. Si bien, con el paso de los años el club se irá integrando en los círculos del nacionalismo helénico.

En 1948, cuando Grecia vivía en plena guerra civil, los dirigentes del APOEL dan un apoyo explícito al monarca griego acusando a los cabecillas de la insurreccion antimonárquica de antipatriotas. Las reacciones de los dirigentes del APOEL no se quedarán únicamente en un posicionamiento público. Posteriormente, los dirigentes del club deciden expulsar de la institución a aquellos jugadores y socios que simpatizaban con el movimiento comunista griego. La deriva política del club provocará la deserción de numerosos seguidores. Ese mismo año los socios y jugadores expulsados del APOEL crearán el Omonia Nicosia.

Seguidores del Omonia

A partir de ese momento el Ominia se convertirá en el equipo de referencia de las clases populares chipriotas. Ominia significa concordia en griego. En su Estadio es relativamente común ver banderas de Chipre, fotos del Che Guevara y simbología comunista. Por el contrario, el Estadio del APOEL se decora con banderas griegas y estandartes del nacionalismo helénico. Incluso, han aparecido banderas del partido político griego ultra “Amanecer Dorado” defensor del panhelenismo de carácter racista.

El Omonia fue el dominador del fútbol chipriota en los años setenta y ochenta. Fue en este periodo cuando conquistó catorce de los veinte títulos ligueros que posee. Sin embargo, en la última década el fútbol en la isla tiene una referencia preeminente, el APOEL Nicosia. El equipo azul y oro ha conquistado las últimas siete ligas disputadas. Hoy sus vitrinas cobijan veintiocho trofeos de campeón de Liga.

Seguidores del APOEL con banderas griegas

El APOEL ha tenido participaciones relevantes en la Champions League. En la temporada 2011-12, quedó primero en la fase de grupo, en octavos de final logró eliminar al histórico Olympique de Lyon francés. Sin embargo, en cuartos de final el Real Madrid de Mourinho puso fin a su andadura europea con dos contundentes victorias. A pesar de estas dos ultimas derrotas, la satisfacción fue muy alta entre los dirigentes, futbolistas y seguidores del APOEL.

Fue precisamente en un partido de Champions League donde el fútbol chipriota vivió las contradicciones de su realidad como país. Los caprichos del destino hicieron que en 2005 el Anorthosis Famagusta, tercer equipo más laureado de Chipre con trece títulos de Liga, tuviera que jugar contra el Trabzonspor turco en la fase previa de la competición. El equipo chipriota fue recibido con hostilidad por la afición turca. El Estadio apareció plagado de banderas de la República Turca del Norte de Chipre.

Partido Trabzonspor- Anorthosis 2005

Fue la primera vez que un club chipriota visitaba Turquía. Paradójicamente ese club era el Anorthosis Famagusta, equipo que desde la invasión turca de la isla juega en el exilio. La ciudad de Famagusta fue ocupada por las tropas turcas en 1974. Los dirigentes del club decidieron cambiar la sede del equipo y se reubicaron a sesenta kilómetros en la ciudad de Larnaca. Sin embargo, mantuvieron el nombre de su ciudad de origen. Un hecho más que evidencia las contradicciones que reinan en el fútbol chipriota.

En 1974 una línea verde dividió un país en dos. Dos comunidades, la griega y la turca, dejaron de convivir para darse la espalada. El fútbol, desgraciadamente sucumbió a esta desavenencia.

En 1974 una línea verde dividió un país en dos. Dos comunidades, la griega y la turca, dejaron de convivir para darse la espalada. El fútbol, desgraciadamente sucumbió a esta desavenencia. Los que creemos en un fútbol integrador sabemos que nuestro querido deporte ayudará a romper los muros que existen hoy en Chipre. Sabemos que no será fácil borrar esa línea verde. Tal vez, el fútbol no tenga la solución para el problema de Chipre, pero seguro que ayudará a encontrarlo. El fútbol siempre termina dando alegrías. Chipre no será una excepción.

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