Mi último viaje a Chile me conectó con un significado de futbol que emana de lo íntimo y que en el actual cosmos de futbol moderno se arrincona como al licor añejo en la barra de un bar. 

Durante el periplo familiar que realice por tierras andinas, tuve la suerte de vivir un momento único que me transportó entrañablemente a mi infancia y juventud a través de la melodía que emana de un deporte como el futbol, una pasión que para algunos puede resultar banal pero que para otros es un vehículo de emociones imprescindible y como pude comprobar en Chile tiene un carácter universal.

Mi viaje tenía connotaciones familiares, visitábamos las raíces y los origines de mi compañera de vida y madre de mis hijos. Las raíces nos llevaron a la Araucanía y ahí coincidí con Enrique y Pato, dos futboleros entrañables que me conectaron con el futbol sentimental y vital con el que es fácil identificarse. Degustando un tradicional asado chileno de carne exquisita rociada de buen vino de la tierra y pisco tradicional, estos amigos me contaron las penurias que acontecen a su equipo de la infancia el Deportes Concepcion, a un paso de la desaparición por la mala gestión de un inadecuado propietario que está pisoteando los sentimientos de unos hinchas que se sienten mutilados de su equipo, si bien se revelan a sentirse huérfanos definitivamente.

imagen: Enrique y Luis preparando un tradicional asado chileno

Entre trago y trago Pato y Enrique fueron relatando las vivencias que habían tenido alrededor del Deportes Concepción. Entre risas comentaron aquellas tardes que acudían al estadio a animar con su camiseta lila de su equipo. Relataron como el Deportes Concepción había participado en competiciones internacionales de Latinoamérica como la Copa libertadores o como estuvieron a punto de salir campeones de Chile en un par de ocasiones, en sus ojos llorosos por el vino podía vislumbrarse un sentimiento de  orgullo.

El orgullo, como sucede en toda buena borrachera, desencadenó en amargura. Su querido equipo estaba inmerso en una crisis institucional que  lo tenía herido de muerte, hoy disputa los partidos en la tercera división chilena, lugar que no le corresponde. ¿Cómo ha podido suceder esto? Pues la respuesta es clara hubo un desgraciado expolio del Club, el dinero que llegaba de bancos  e instituciones deportivas no se destinaba al equipo. El Deportes Concepción estaba en vías de la desaparición, sin embargo un grupo de aficionados con la misma pasión de Pato y Enrique por su equipo, asumió el desafío de reactivar su equipo de futbol. Lo consiguieron, lo salvaron, y ahora les toca emprender el camino de retorno a la elite, no les será fácil, habrá penumbras en el camino pero lo más importante lo han conseguido, la masa social, la hinchada, no le ha dado la espalda a su equipo, a partir de ahí solo queda tener paciencia.

Antes o después la camiseta lila volverá a la primera división del futbol chileno, puede que vuelva a competir en la Copa Libertadores, si bien la hinchas del Deportes Concepción estarán felices estén donde estén, han salvado a su equipo de futbol que estaba en su “via crucis final” por culpa del mercantilismo del futbol moderno.

imagen: Paisaje del complejo vecinal de la Puntilla, Pucón, Chile

La historia de Pato y Enrique, de su equipo Deportes Concepción, es la historia de millones de aficionados al futbol. La identificación colectiva y de orgullo se ve en peligro por una administración corrosiva que utiliza los Clubes como un medio para conseguir los intereses propios.

Por lo demás la noche acabó muy bien, Pato y Enrique, me hicieron disfrutar de una velada maravillosa, a la buena carne, el buen vino y la belleza del paraje chileno se sumó una conversación apasionante sobre el mundo del futbol actual.

Días después el viaje nos llevó a mi familia y a mí a la ciudad de Concepción. Tras la noche con Pato y Enrique mi única obsesión era conseguir la camiseta lila del Deportes Concepción. La búsqueda no fue fácil, pero gracias a las amistades de mi mujer conseguimos la preciada camiseta, no sé dónde ni como la consiguió, lo único que sé es que una mañana apareció en mi cama del Hotel. El color lila de la “polera” es ciertamente embaucador. Preciosa camiseta de este fondo de armario futbolístico, su color purpura conecta con el vino y a mis ojos esta camiseta me recuerda esa fantástica noche con Enrique y Pato.

2 thoughts on “Deportes Concepción

  1. Excelente relato, así es, es el sentir de muchos hinchas, que amamos la camiseta lila, es una tradición que vamos legando a nuestros hijos (as), es parte de lo nuestro, que se defiende y se quiere. Por eso El Conce jamás va a morir, porque somos miles los que lo defenderemos.

    1. Gracias Marco. En Esférico vemos el fútbol como un sentimiento que une personas, familias y aficiones. El amor a su equipo que demuestra la hinchada Lila de Deportes Concepción es una dignificación al fútbol. Mucho ánimo a toda la afición Lila, desde Esférico estamos con vosotros

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