Analizamos el auge del fútbol femenino y la creación de una Liga importante como la Liga Iberdrola. Dicho campeonato no será netamente profesional sino se firma un Convenio para todas las jugadoras.

En los últimos años el fútbol femenino, al igual que todo el deporte practicado por mujeres, ha ido adquiriendo mayores cuotas de relevancia social. La repercusión mediática de las deportistas españolas ha aumentado mucho en la última década. Hoy en día, es relativamente sencillo ver un partido jugado por chicas en televisión. El último Mundial Femenino tuvo un gran seguimiento en nuestro país, la buena actuación de la selección española ayudó mucho a conseguir altas cuotas de pantalla.

En España hoy tenemos una Liga Femenina profesional, patrocinada por una empresa eléctrica, Iberdrola. El fútbol femenino cuenta con espacios habituales en diarios deportivos, programas de televisión o matinales de radio. Puede ser que estemos presenciando los momentos más importes del fútbol femenino en España. Si bien no parece que este desarrollo sea inmaculado. Hay un tema esencial que está provocando cierto revuelo en el conjunto del fútbol español. Se trata de la firma de un Convenio Colectivo para las futbolistas españolas. De hecho, la falta de acuerdo en las negociaciones provocó que las jugadoras de la Liga Iberdrola convocaran una huelga a mediados de noviembre. La Huelga fue un éxito rotundo, ningún partido de la 9ª jornada del campeonato se celebró.

La Huelga fue un éxito rotundo, ningún partido de la 9ª jornada del campeonato se celebró.

Según parece uno de los elementos conflictivos de la negociación se encuentra en el salario básico a percibir por parte de las jugadoras. Las futbolistas están exigiendo una retribución mínima de 12.000 euros al año, es decir mil euros al mes, en definitiva, piden ser “mileuristas”.

Los emolumentos que exigen las jugadoras son una cantidad básica y proporcionada que permitiría a muchas de ellas poder ejercer su actividad como futbolista profesional y no como amateurs. Un salario básico conllevaría que la totalidad de jugadoras de la Liga Iberdrola pudieran centrar su actividad profesional en su carrera deportiva. Con una remuneración mensual garantizada, muchas de las jugadoras ya no tendrán la necesidad de compaginar entrenamientos y partidos con otras actividades retributivas para poder sobrevivir.

Reunión de la AFE y las jugadoras de fútbol. Foto 20 minutos

Salvaguardar una retribución mínima a las jugadoras es la única garantía para hacer una competición netamente profesional. Desarrollar y potenciar un campeonato deportivo pasa inexorablemente por garantizar su profesionalidad. Mientras en La Liga Iberdrola existan jugadoras amateurs la competición tendrá un difícil desarrollo. La diferencia a la hora de afrontar la competitividad es de tal magnitud que hará imposible mitigar las desigualdades entre los diferentes equipos de la Liga.

Salvaguardar una retribución mínima a las jugadoras es la única garantía para hacer una competición netamente profesional. Desarrollar y potenciar un campeonato deportivo pasa inexorablemente por garantizar su profesionalidad

Llegados a este punto parece necesario recordar a una de la pioneras de nuestro fútbol, Conchita Sanchez Freire, conocida como “Conchi Amancio”. Conchi jugó al futbol en la España de los años setenta, un país que todavía vivía en blanco y negro. En plena dictadura, las mujeres que jugaban al “balompié” estaban sometidas a innumerables perjuicios. Uno de los primeros partidos de futbol femenino que se jugó en Madrid allá por 1970, se disputó sin focos mediáticos en un campo de tierra llamado Boetticher. Conchi jugó ese partido y marcó la friolera de cinco goles.

El talento natural de Conchita hacía de ella una futbolista de época, sin embargo, la sociedad que le había tocado vivir no le daba la oportunidad de desarrollarse como futbolista. En la España de la dictadura no existía coyuntura para poder ser futbolista. Había un ambiente machista que impedía a las mujeres jugar al fútbol en libertad. Conchita no se conformó, su sueño era jugar al fútbol. Emigró a Italia y fichó por el Gamma 3, un equipo italiano patrocinado por una tienda de lámparas. Se convirtió de esa manera en la primera futbolista profesional de nuestro fútbol.

En Italia Conchita tuvo una brillante carrera, ganó diez campeonatos de liga y cinco copas. En 1972 capitaneo y promulgó la creación de la selección española de fútbol femenina, pero lo tuvo que hacer de forma clandestina. Durante más de diez años un grupo de mujeres futbolistas quisieron representar a su país jugando al fútbol. La Federación de Fútbol de aquella época no las reconoció y lo tuvieron que hacer furtivamente.

Conchita jugando en Italia. Foto de Diario El correo

Afortunadamente hoy en España el fútbol femenino no vive en catacumbas, nadie tiene que escapar para ser futbolista. Pero la existencia de un convenio y una retribución básica es esencial para dar el paso definitivo hacia la profesionalización. No cometamos errores del pasado. No dejemos que nuestro talento tenga que emigrar para conseguir su sueño.

Ahora más que nunca firmemos ese Convenio

2 thoughts on “El Convenio es el futuro del fútbol Femenino

  1. No es justo que el deporte femenino no sea reconocido en España.
    Su dedicacion es la misma y sus entrenamientos igual.
    Tienen los mismos derechos.!!!
    La television deberia retrasmitir más deporte femenino.
    Eso podria ser importante para su difusiòn.

    1. Muchas gracias por tu comentario Luis. Estamos totalmente de acuerdo. Ojalá pronto a las mujeres deportistas se les reconozcan sus esfuerzos como merecen

Leave a comment.

Your email address will not be published. Required fields are marked*