Teofilo Cubillas es considerado el mejor jugador de fútbol de la historia de Perú. Contamos su brillante carrera a traves de la mirada de futboleros que pudieron disfrutar de su fútbol en los años setenta.

Era otra monótona jornada laboral en la oficina, una de tantas. El día era plomizo, típica tarde bochornosa que amalgama el ambiente. El escenario no ayudaba, un corredor lleno de escritorios, camisas y vestidos bien planchados, corbatas atadas al cuello y exceso de zozobra. El ordenador de mi escritorio echaba humo, la gestión estaba siendo intensa. Necesitaba un descanso. Me levante aturdido, cruce aquel pasillo que rebosaba intranquilidad y llegué al área de descanso en busca de una botella de agua mineral.

Al entrar me encontré con Sergio y Emilio, dos entrañables y queridos compañeros de trabajo que siempre te regalan una gratificante conversación, una paleta de colores en un ambiente gris. Sergio es argentino y Emilio peruano, bueno nacieron allí, porque llevan más de veinte años viviendo en España y son ya parte de este país. Los dos son futboleros empedernidos, de esos que disfrutan contando anécdotas vividas en torno al balón. Sus conversaciones son un oasis en medio de una jornada de trabajo, un imán irresistible que termina por convertirse en un ladrón de tiempo.

Aquel aplomado día, su conversación se centraba en Teófilo Cubillas, orgullo de Emilio y admirado de Sergio. Reconozco que conocía poco las virtudes futbolísticas de Cubillas. Sergio me mostró un video en su móvil en el que el futbolista peruano marcaba un libre directo chutando al balón delicadamente con el exterior de su bota. Un gol realmente impresionante. ¡Alucine!

Emilio comenzó a contarme la historia del que para muchos es el mejor futbolista de la historia del Perú. “Nene” como fue apodado en los setenta, era un mediocampista ofensivo dotado de técnica exquisita. Gran regateador y sublime lanzador de faltas. Emilio destacó una cualidad que creo que lo hacía más relevante, Teófilo nunca fue expulsado en toda su carrera.

La Copa América de 1975 fue ganada por la selección peruana. Cubillas fue elegido mejor jugador del campeonato. “Nene” llevó a su país al mayor existo de su historia futbolística.

La conversación fue centrándose en uno de esos momentos de fútbol que son inolvidables, la Copa América de 1975, ganada por la selección peruana. Cubillas fue elegido mejor jugador del campeonato. “Nene” llevó a su país al mayor existo de su historia futbolística. Emilio lo contaba emocionado. Sergio recordaba que Pelé al concluir el Mundial de México 70 había nombrado a Cubillas su sucesor como rey del fútbol mundial.

Cubillas jugó tres mundiales, el mencionado de México, el de Argentina 78 y el de España de 1982. Su selección compitió a gran nivel gracias al formidable trío de futbolistas que formaban Hugo Sotil, Teófilo Cubillas y Roberto Challe. Desgraciadamente Perú no superó los cuartos de final en ninguno de los tres campeonatos, si bien Cubillas marcó diez goles en los tres mundiales que disputó.

Perú, como todo país futbolero, es multicolor en su pasión futbolística. En Lima palpita una rivalidad eterna entre Alianza Lima, Sporting de Cristal y Universitario. Cubillas es producto futbolístico de Alianza Lima, allá por 1966 debutó como profesional con el “rodillo negro” (así se conoce popularmente a Alianza Lima). Tras seis temporadas, Cubillas dejó su país natal para emprender su aventura europea. En 1973 aterrizó en Suiza para defender la camiseta del FC Basel, en el país de los Alpes se proclamó campeón de Liga, pero apenas duró una temporada. Al año siguiente fichó por el Oporto portugués donde jugó cuatro años conquistando la Copa de Portugal de 1976.

Un año después de levantar la Copa portuguesa, Cubillas volvió a su Perú natal y al club de su vida, el Alianza Lima. Conquistó dos campeonatos de Liga consecutivos y volvió a emigrar, pero esta vez su destino no fue Europa. Cogió su maleta y viajó en busca del sueño americano. A finales de los años setenta, Estados Unidos vivía un “boom” por el fútbol. Las grandes estrellas del momento aterrizaban en el país norteamericano para competir en un nueva e incipiente liga de fútbol. Llegó Pelé, Cruyff, Beckenbauer y como no podía ser de otra manera también Cubillas.

Perú, como todo país futbolero, es multicolor en su pasión futbolística. En Lima palpita una rivalidad eterna entre Alianza Lima, Sporting de Cristal y Universitario. Cubillas es producto futbolístico de Alianza Lima

Teofiló se instaló en Miami, defendiendo los colores del Fort Louderdale Strikers, compartió plantel con el díscolo y alocado George Best. Cubillas enraizó en Florida. Donde hoy sigue residiendo. Tuvo una fugaz vuelta a Perú para defender nuevamente al Alianza de Lima. Aunque ya estaba en los estertores de su carrera deportiva.

La conversación con Emilio y Sergio llegaba a su fin. Realmente concluía el precioso relato de fútbol sobre Teófilo Cubillas. La botella de agua, terminó en café y en bolsa de patatas. Sergio, una maravillosa enciclopedia futbolística, había aderezado con anécdotas el apasionado relato de Emilio.

Tocaba volver al escritorio, cambiar el exquisito coloquio futbolero, por informes, hojas de Excel, correos electrónicos y excéntricas llamadas. Había que cruzar nuevamente aquel pasillo triste, ese que no tenía matices de colores. Ahora daba igual, mi mente retenía como un arco iris la historia de Teófilo Cubillas.

Hablar del “Nene Cubillas” es relatar el éxito futbolístico de un país. Perú una tierra que en los años setenta encadenaba dictaduras militares, un territorio que transitaba compungido entre constantes crisis económicas, pudo disfrutar de la mejor generación de futbolistas de su historia. Teófilo Cubillas fue el mejor de todos ellos. Un personaje que enorgulleció y dio alegría a un pueblo ávido de ellas. Mi amigo Emilio no lo ha olvidado y gracias a él yo tampoco lo haré.