La temporada futbolística ha concluido este año con una paradójica satisfacción de los tres clubes más importantes del futbol español. El Barça ha conseguido un meritorio doblete, el Atleti ha sumado a sus vitrinas un nuevo título europeo conquistando su tercera Europa League y el Real Madrid ha vuelto a demostrar que es el Rey de Europa conquistando su tercer Champions League consecutiva.
Estos éxitos podían hacer presagiar que las semanas antes de la disputa del Mundial, el futbol español viviría una tensa calma, sin más repercusión mediática que la atención de los entrenamientos de la selección y su preparación de la Copa del Mundo.
Pues bien, esto no ha sucedido y los tabloides deportivos han estado centradas en Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann.
Poco respeto que tienen los jugadores de futbol de alto nivel con los contratos que firman.
Los dos son los jugadores más determinantes de sus respectivos equipos, su altísimo nivel futbolístico ha sido determinante para que sus equipos conquistaran los éxitos de esta campaña, pero ambos jugadores han dejado entrever públicamente que están en un periodo de reflexión y que en los próximos días decidirán si continúan en sus respectivos equipos de cara a la próxima temporada.
Lo llamativo de esta situación es que ambos jugadores tienen contrato en vigor. Parece obvio pues que ambos jugadores no quieren respetar lo que en su momento acordaron con su club.
Antonie Griezmann está deshojando la margarita entre continuar en el Atlético o hacer efectivo un supuesto precontrato que tiene con el Barça abonando la cláusula de recisión. En definitiva el último contrato firmado por el jugador francés ha tenido una duración de menos de un año, meses después de ampliar su relación contractual con una subida cuantiosa de su salario el jugador francés necesita una nueva regulación contractual.
Por otra parte Cristiano Ronaldo sorprendió a propios y extraños indicando pocos minutos después de ganar la Champions que había sido un placer jugar en el Real Madrid, refiriéndose al Club blanco en pasado. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, al ser interpelado por estas declaraciones respondió con contundencia “tiene contrato en vigor”, y es que la última renovación del contrato de Cristiano Ronaldo se produjo en noviembre de 2016, es decir que en el caso del jugador portugués la relación contractual ha tenido una satisfacción de año y medio.
Lo que evidencia estos dos casos, es el poco respeto que tienen los jugadores de futbol de alto nivel con los contratos que firman, es difícil de entender que trabajadores con salarios tan superlativos tengan tan poca fidelidad a sus propias rubricas. Es extraño entender tanto egocentrismo. La banalización de los contratos es una pérdida del valor en si misma, de la palabra, de la esencia, reflejan lastimosamente la frivolidad y el capricho que reina en los futbolistas de elite en la actualidad.