El agustino Fray Luis de León fue uno de los grandes humanistas de nuestro Renacimiento. En 1572 fue encarcelado por la Inquisición por traducir al castellano el Cantar de los Cantares. Cuatro años permaneció encerrado en una cárcel de Valladolid. En dichos años su labor docente se vio interrumpida. En 1576 Fray Luis pudo volver a impartir su catedra en la Universidad de Salamanca. El primer día de clase, el religioso castellano retomó las lecciones con una célebre frase “como decíamos ayer”.

La pandemia que ha sufrido el mundo en este 2020 ha paralizado muchas actividades, el fútbol no ha sido una excepción. La paulatina vuelta a la normalidad está provocando la reapertura de muchas de ellas. La Liga de futbol vuelve a disputarse esta semana tras un parón de más de dos meses. Continua donde se quedó, pero en esta ocasión no podemos emular a Fray Luis de León y a su “como decíamos ayer”, porque muchas cosas han cambiado.

El campeonato que se retoma esta semana, no es nuevo, de hecho, se trata de un torneo que ya ha disputado dos tercios de sus partidos. Finalizarlo fue un objetivo de la Liga y de los clubes durante el confinamiento. La pretensión de retornar la competición muestra claramente la existencia de una necesidad económica de peso. Percibir el dinero de los contratos de patrocinio y televisión supone garantizar la viabilidad y la contabilidad de los clubes. El fútbol no deja de ser un negocio y una posible suspensión del campeonato ponía en juego el futuro económico de muchos equipos.

Desde un punto de vista contable acabar el campeonato de Liga parece una decisión razonable. Sin embargo, deportivamente no podemos obviar que el torneo está desvirtuado.

Desde un punto de vista contable acabar el campeonato de Liga parece una decisión razonable. Sin embargo, deportivamente no podemos obviar que el torneo está desvirtuado. La vuelta de la Liga se hace con demasiadas variaciones como para considerarlo un torneo que ha tenido un marco competitivo homogéneo durante todo su desarrollo.

En primer lugar, la pandemia y el consecuente confinamiento que hemos padecido en nuestro país ha provocado que las plantillas hayan alterado por completo la planificación física. Es decir, los estados de forma de los jugadores han sufrido una alteración importante en medio de la temporada. Lo que obviamente condiciona el desarrollo competitivo.

Las lesiones son otro factor que van a influir decisivamente en el campeonato. Algunos jugadores que prácticamente se daban por descartados para esta temporada van a poder regresar y ser decisivos en este tramo final. La vuelta de jugadores como Luis Suarez o Hazard son siempre una alegría para los espectadores y eso siempre será una buena noticia. Pero no es menos cierto que su retorno para este tramo final de temporada es un factor diferencial con el que sus respectivos equipos no contaban a priori en este campeonato de Liga.

El tramo de Liga que falta por disputarse se jugará en junio, época de altas temperaturas. Desde los organismos internacionales y para evitar un riesgo excesivo a los jugadores se permitió realizar cinco cambios por partido. Esto supone un factor diferencial en un mismo campeonato. En los veintisiete partidos anteriores los cambios que podían realizarse eran solo tres.

Pero posiblemente el elemento que más puede incidir en desvirtuar el campeonato será el hecho de jugar los partidos a puerta cerrada. En nuestra opinión un partido sin público es una contradicción de la esencia del propio futbol. Por motivos sanitarios es más que compresible la medida. Pero deportivamente diluye por completo el “factor cancha”. Jugar de local o visitante tendrá un peso menor.

El ambiente que provocan los aficionados en estadios como el Sadar, San Mames o el Sánchez Pizjuan entre otros, juega un papel muy importante en el desarrollo de los partidos que se disputan en dichos recintos. Es evidente que no será igual jugar en estos campos como visitante. Y también que los equipos locales no tendrán el apoyo de sus seguidores con las implicaciones psicológicas y de motivación que eso genera.

Este conjunto de circunstancias hace evidente que el campeonato de Liga de la temporada 2019-2020 está profundamente alterado y de alguna manera desvirtuado. Y esto afectará a elementos claves como el descenso a Segunda División o la clasificación de competiciones europeas. Un descenso o una participación en Champions League puede suponer también un elemento central en la viabilidad económica de un club.

Llegados a este punto también es relevante analizar lo que viene por delante. Se trata de un torneo que podíamos calificar como corto, apenas diez partidos, jugados sucesivamente con tres o cuatro días de diferencia. Además, se juega con calor, en pleno mes de junio. Tiene un parecido más que razonable a un Mundial o una Eurocopa.

Llegados a este punto también es relevante analizar lo que viene por delante. Se trata de un torneo que podíamos calificar como corto, apenas diez partidos, jugados sucesivamente con tres o cuatro días de diferencia. Además, se juega con calor, en pleno mes de junio. Tiene un parecido más que razonable a un Mundial o una Eurocopa. De hecho, los futboleros solemos asociar esos campeonatos internacionales con terrazas, camisetas cortas y distintos refrigerios. Esta vez la Liga también la viviremos con esta sana costumbre.

En cuanto a la competición propiamente dicha, también pueden encontrarse similitudes con un Mundial o una Euro. Una derrota prácticamente te aleja del objetivo. Faltando tan solo once partidos y viendo la igualdad que hay en los elementos en juego, cometer un fallo podría ser definitivo.

El club que se proclame campeón, Real Madrid y F.C. Barcelona son los equipos con opciones reales, lo hará seguramente sin apenas derrotas en los partidos que faltan por disputarse. La clasificación para competiciones europeas está tremendamente ajustada, Sevilla, Real Sociedad, Atlético de Madrid, Valencia y Getafe necesitarán ser muy regulares para conseguir un puesto de Champions.

Por abajo la pelea será dramática, como casi todos los años. Leganés, Mallorca, Celta, Éibar, están separados en una horquilla de cuatro puntos. El Espanyol parte con cierta desventaja, pero todo va a ser diferente, la complejidad existente puede servirle como esperanza.

En definitiva, vuelve el fútbol y la Liga, es una buena noticia sin duda. El campeonato realmente será lo de menos. El retorno de la Liga, aunque sea de una forma tan extraña y en unas condiciones tan poco habituales puede ser un síntoma de normalidad. Nuestro país ha sufrido mucho, con prudencia debemos retornar a la normalidad. El fútbol sin duda nos ayudara.

1 thought on “Vuelve la Liga

  1. La introducción del artículo, haciendo referencia a Fray Luis de León y su «Como decíamos ayer» es sencillamente GENIAL!.
    En cuanto a la liga, más allá del mundo deportivo y dado el contexto de crisis sanitaria mundial, el artículo sustenta con solidez la afirmación final: «El futbol nos ayudará», y mucho, a iniciar el retorno a la nueva vida post covid. Gracias Luis

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