Este año de 2020 estaba siendo ya especialmente desagradable. Una pandemia, una crisis económica, incertidumbre, miedo, angustia sobre nuestro futuro, miles de pérdidas. Poca noticia buena nos había dado este veinte-veinte.
Si no hubiéramos tenido bastante, el mundo del futbol se despierta con una trágica noticia. Posiblemente una de las peores, aunque nadie se sorprenda de ella. Ha muerto Diego Armando Maradona. Para muchos el dios del fútbol. Para otros un juguete roto y para algunos más un mal ejemplo para la sociedad.
Decía Andres Calamaro que “Maradona no era una persona cualquiera, era un hombre pegado a una pelota de cuero”. Gran definición para un simple futbolista que hizo feliz a millones de personas con un balón cosido en su pie.
La historia de Maradona es más que una historia de fútbol. Su vida estuvo repleta de rebeldía. Fue una constante lucha de clases. Se hartó de desobedecer y como no podía ser de otra manera acabó desgraciadamente en una agónica e interminable decadencia. Goles, dinero, droga y fama son algunas de las pinceladas con las que Maradona pintó su vida.
La historia de Maradona es más que una historia de futbol. Su vida estuvo repleta de rebeldía. Fue una constante lucha de clases. Se hartó de desobedecer y como no podía ser de otra manera acabó desgraciadamente en una agónica e interminable decadencia.
La historia Diego es el relato de un necesitado niño de Villa Fiorito, un arrabal de Buenos Aires, que se convirtió en Dios del Futbol. Manu Chao cantó que, si él “fuera Maradona viviría como él, porque la noche es una tómbola de Noche y de día”. Pocos personajes en la historia han llegado tan alto, desde tan bajo y han caído con tanta fuerza.
El malogrado Potro Rodrigo cantó a gritos que Maradona “sembró alegría en el pueblo y llenó de gloria su suelo. Y por eso todo el pueblo cantó ¡Marado!, ¡Marado!”. Diego, el niño pobre del arrabal tuvo una mágica virtud como futbolista. Sus goles hicieron feliz al pobre, al humilde, al históricamente derrotado.
Con su mano de dios y con un culebreo interminable vengó una derrota nacional. Argentina perdió las Malvinas, pero ganó a Maradona. Vestido de azul llenó de orgullo al Sur en una Italia bipolar donde los de abajo rendían pleitesía constante a los que vivian por ahí arriba. Su Nápoles ganó y el Vesubio entró en erupción.
Maradona era un héroe en el campo de futbol y solo en él alcanzo la divinidad. Fuera de un terreno de juego Maradona fue el protagonista de macabras escenas consumido por el alcohol, las drogas y los excesos.
Fue algo más que un futbolista. Lo más parecido a un dios mortal que ha tenido la tierra. Maradona fue fútbol, gloria, dolor, derrota y decepción. Enzo Romano, en una “ñoña” canción decía que era mejor que Pelé. Obviamente lo era, pero no por ser mejor futbolista. Sino porque nadie como Maradona supo armonizar en un ser virtuosidad e imperfección.
Maradona era un héroe en el campo de futbol y solo en él alcanzo la divinidad. Fuera de un terreno de juego Maradona fue el protagonista de macabras escenas consumido por el alcohol, las drogas y los excesos. Un dios del futbol atrapado en los vicios del lumpen de la vida humana.
El grupo francés Mano Negra le dedicó un himno al futbol y a las mundiales, lo tituló Santa Maradona. Posiblemente el mejor título. Porque el fútbol es Maradona y Maradona es el fútbol. Ninguno ha reflejado lo mejor y lo peor del futbol como el dios argentino.
Diego Maradona ha muerto. En los próximos días el mundo del futbol se llenará de lágrimas y condolencias. Su perdida será dolorosa. No podía ser de otra manera. Pero su fútbol, la felicidad esparcida con sus sublimes botas quedarán para siempre. No se va solo un futbolista único. No nos deja simplemente el mejor de todos los tiempos. Hoy se ha muerto un dios que paradójicamente era mortal. Descansa en Paz Diego.
Gran despedida para este D10s del Fútbol. Leyenda viva que perdurará por los siglos de los siglos. Amén. Religión Argentina. DEP Diego.
Gracias Ignacio. El más grande de todos. DEP
Recomiendo ver absolutamente el documental Diego Maradona del director Asif Kapadia. Posiblemente uno de los mejores documentales sobre el deporte y desde luego uno de los mejores que haya visto en mi vida.
Gracias por la recomendación Valerio. Si nos sigues en Twitter verás que coincidimos con tu opinión!