¿Quién lo iba a poder imaginar? Hace tan solo unas semanas, el panorama que se veía desde esta lancha vikinga era desolador. Tan solo se veían restos del naufragio de lo que fue una gran nave y sin poder apreciar visos de recuperación en forma de planificación o fichajes a corto plazo. Y para rematar, chicos canteranos que pensabas que eran los últimos reductos románticos del madridismo que llevarían la bandera blanca aún sin vestir sus colores te das cuenta de que eran atléticos de toda la vida. Y lo peor de todo es que a nadie le parecía extraño.
El caso es que “el gato”, contra todo pronóstico, ha adquirido el papel de figura del equipo y a base de un nivel de juego excelso, acompañado de goles, ha aportado la pizca de alegría que le faltaba al juego del equipo.
Pero, de repente, como diría Sabina en “Pacto entre caballeros”, que aunque éste sí atlético reconocido desde el principio su frase nos viene que ni pintada, “Cuando menos te lo esperas va el diablo y se pone de tu parte”. Y en este caso el diablo al que nos referimos se llama, como no, Karim Benzemá. No se sabe si es porque se ha puesto a dieta, porque ha sentado la cabeza definitivamente por su paternidad, porque ya no tiene edad para jugar a las carreras por la M-40 de Madrid con sus amigos semi delincuentes o bien, y esta es mi teoría más fiable, que por fin ha superado la etapa de duelo y ha asumido que Cristiano se fue y ha dejado de buscarlo en cada jugada para pasarle el balón. El caso es que “el gato”, contra todo pronóstico, ha adquirido el papel de figura del equipo y a base de un nivel de juego excelso, acompañado de goles, ha aportado la pizca de alegría que le faltaba al juego del equipo. El cual parece sentirse más seguro por tener a un delantero referente en el que poder confiar en los momentos en los que el partido se pone cuesta arriba.
Pensándolo bien, no debería ser noticia que un jugador que es el sexto mejor goleador de la historia del equipo por encima de nombres como Paco Gento o Hugo Sánchez sea el que tire del carro. Pero teniendo en cuenta que otros de los que se esperaba una mayor aportación como es el caso de los Marcelo, Bale, Asensio o Isco parecen haberse quitado de en medio, es muy de agradecer que aún a alguien con diez temporadas en el club y cuatro Copas de Europa le quede hambre de seguir haciendo historia. Solo queda, para que la faena sea completa, que esa actitud se la contagie a estos últimos “desaparecidos en combate” y sean capaces de llegar a tiempo a este “febrero loco” que se le viene al Madrid encima. ¿Se imaginan que de repente los mencionados Marcelo, Bale, Asensio e Isco alcanzasen por fin su estado óptimo de forma y entrasen en la dinámica del equipo contando además con el cuentakilómetros prácticamente a cero?
Pensándolo bien, no debería ser noticia que un jugador que es el sexto mejor goleador de la historia del equipo por encima de nombres como Paco Gento o Hugo Sánchez sea el que tire del carro.
En Chamartín el que no sueña es porque no quiere. Cuatro victorias seguidas en liga han bastado para que la gente lejos de temer un enfrentamiento con el Barça esté deseando que llegue. Y es que además, si se gana al Atlético en el Metropolitano la semana que viene el Madrid se pone segundo y ¿quién dijo que ocho puntos eran muchos puntos?. Porque del Ajax en Champions ni se habla, ¡para qué!
El Madrid nunca fue un equipo cobarde que se diera por vencido en nada, de eso no cabe duda, lo que habrá que demostrar este mes de febrero es si el Madrid de esta temporada además de valiente es ganador. ¿Quién lo iba a poder imaginar?