A lo largo de la historia del fútbol los porteros han tenido siempre que reivindicarse a base de espectaculares paradas. Algunas de ellas han pasado a la posteridad como “la mejor del siglo”. Repasamos algunas de ellas y hacemos hincapié en la importancia de la a veces castigada figura del guardameta.
El pasado fin de semana el portero alemán del F.C. Barcelona deleitaba a los espectadores con una gran parada. La plasticidad y eficacia de la estirada del guardameta teutón hizo que muchos medios calificaran la acción como “la parada del siglo”. Y es que Ter Stegen logró despejar el balón disparado por Markel Susaeta a la vez que se sostenía en el aire al más puro estilo “Air Jordan”. No cabe duda del mérito del jugador barcelonista y prueba de ello es la respuesta por parte de la nueva “Catedral” que no dudo en ovacionar la acción como si de una jugada de sus leones se tratase.
Lamentablemente, la casualidad hizo que apenas dos días más tarde el autor de otra famosa “parada del siglo”, esta vez del siglo XX, saltase a los focos mediáticos por su fallecimiento. Y es que el 12 de febrero fallecía el portero Gordon Banks, cuya carrera discurrió por los modestos clubes ingleses del Leicester y el Stoke City. Su trayectoria a nivel de club no le reportó grandes títulos, aunque si llegó a ser internacional con Inglaterra. Hecho que le permitió, además de ser campeón del mundo en el 66, pasar a la posteridad por una espectacular parada que le hizo a “O Rei” Pelé en el mundial del 1970. En aquella ocasión el astro brasileño cabeceo a puerta tras una gran combinación, cuando parecía que “el chino” Banks ya estaba vencido, con una espectacular estirada en retroceso, pudo sacar la pelota para que ésta no sobrepasase los tres palos. Aquella parada, seguramente por a quién se la hizo, fue considerada la mejor parada de la historia.
La casualidad hizo que apenas dos días más tarde el autor de otra famosa “parada del siglo”, esta vez del siglo XX, saltase a los focos mediáticos por su fallecimiento
La gran parada de ter Stegen y la triste noticia de Gordon Banks ha hecho saltar a la palestra a esa a veces olvidada figura del fútbol tan solitaria como castigada por las críticas como es la del portero. Y es que por un momento pareció haberse abierto el concurso para ser coronado como el portero con la mejor parada de la historia. Para este título son muchas las candidaturas y sería bueno para el gremio de los cancerberos aprovechar la ocasión y recordar otras históricas paradas que cambiaron el sino de un partido o incluso el de una carrera deportiva.
Hablar de paradas históricas en España es, seguramente, hablar de Íker Casillas y acordarse de aquella estirada imposible en el campo del Sevilla durante un partido de Liga, en cuanto a plasticidad se refiere o aquel mítico pie salvador que sacó frente a su ex compañero de equipo Arjen Robben en el mundial de Sudáfrica, que a la postre supondría una estrella en el pecho de la camiseta de la selección española, si lo que se busca es trascendencia deportiva para un país entero.
Tanto Khan como Schmeichel fueron porteros muy vistosos en su estilo, aunque ninguna de sus paradas pasaron a la historia por su espectacularidad como la de Coupet
Al igual que España, otro país entero que debe estar agradecido a su portero es Italia. Y es que Buffon durante más de veinte años, siendo un portero más sobrio que espectacular, ha acostumbrado a Los italianos a sus habituales “miracolos” como aquel cabezazo que salvó a Zidane en la final del mundial de 2006 en la que acabaron siendo campeones. Gracias a su colocación y envergadura a Gigi no le hacía falta ser exagerado en sus actuaciones a diferencia de otros compañeros contemporáneos como el alemán Oliver Khan, cuyas violentas estiradas eran tan vistosas como efectivas. Para el recuerdo queda aquella respuesta que dio al madridista Beckham cuando intentó colarle una de sus famosas bananas. O como el danés Peter Schmeichel, que en cada partido deleitaba a los aficionados del United con una exhibición de agilidad que le hacía imbatible aun cuando parecía ya vencido en el suelo. Agilidad por cierto heredada por su hijo, el cual sigue honrando a su padre a base de buenas acciones como demostró en una mítica tanda de penaltis en el último mundial de Rusia.
Tanto Khan como Schmeichel fueron porteros muy vistosos en su estilo, aunque ninguna de sus paradas pasaron a la historia por su espectacularidad como la de Coupet, portero del Olympique de Lyon de principios de este milenio, que jugando en Champions League frente al Barça, para evitar una posible cesión punible de un compañero, despejó el balón con la cabeza después de un vuelo al más puro estilo de un acróbata del circo del sol. Otro capítulo dentro de las paradas espectaculares, estando en España, lo debe ocupar el menudo portero gallego Miguel Ángel, con una parada, exagerada por la fuerza del balón según confesó el propio “gato”, en la que blocó en el aire un disparo a bocajarro de un jugador austriaco en el mundial de Argentina 78, espoleó al equipo español como si de un gol a favor se tratase aunque no sirviera a la postre para evitar la derrota.
Y sí, como no, si se habla de paradas espectaculares que pasaron a la posteridad claro que hay que recordar a Higuita y su Escorpión. René Higuita era ya de por sí un espectáculo en sí mismo pero en aquel partido demostró que la fantasía en el fútbol no estaba reservada únicamente a los jugadores de campo.
Se quedan sin nombrar seguramente arqueros espectaculares y sus paradas que forman parte de la historia como Arconada, Dida, Jorge Campos, Peter Cech, Dasaev, Preud’homme, Oblak , Víctor Valdés o incluso el propio De Gea con sus luces y sus sombras que ha dejado para la posteridad paradas muy meritorias. Todos ellos han dignificado una profesión difícil como pocas que no perdona el fallo individual.
Una profesión que , como bien escenifica la historia del portero Sam Bartram que allá por los años 30 pasó quince minutos bajo palos sin saber que su partido había sido suspendido por la niebla, está ligada a la soledad frente al enemigo por ser la última línea de defensa y que además debe soportar desde la lejanía la visión de cómo sus compañeros se abrazan para celebrar los goles a la vez que aguanta las miradas de los mismos cuando ha sido incapaz de atajar un balón por muy imposible que pareciera.
Desconocía la anécdota de Sam Bartram y me ha parecido fantástica; pura poesía la imagen del guardameta sin perder la concentración en absoluta soledad y esperando ser decisivo en el momento preciso… Maravilloso.
Soy portero de futbol. Para mí una posición preciosa para jugar, aunque pocos quieren pelearse por estar bajo los 3 palos. Para mí, sin duda, no tenemos que mirar a otros paises para encontrar al mejor portero del mundo. Triunfó en el Real Madrid, triunfó en la selección Española, hizo paradas antológicas, siempre bien colocado, reflejos espectaculares, y además algo fundamental para ser el mejor, tener mucha suerte! Iker Casillas tenía todo eso, y para mí ha sido el mejor…