
Hay cosas que nos evocan tiempos felices, el fútbol es una de ellas. Sirva este artículo para hablar de ello y también como homenaje a la gran Mayra Gómez Kemp
Hace algunos días me sobresaltó una triste noticia. Había leído que recientemente había sufrido un percance doméstico, pero no pensé que sería algo fatal. La muerte de Mayra Gómez Kemp, digamos que me pilló por sorpresa. En la actualidad no sigo mucho la televisión, únicamente me informo por lo que veo en las redes. No obstante, me parece que la repercusión que merecía el fallecimiento de una figura tan notoria para la historia audiovisual de España, en ambos casos, ha sido escasa.
Aun así, tuve oportunidad de visualizar algunos vídeos subidos por usuarios a redes. En ellos aparecía Mayra conduciendo el que fue sin duda el mayor de sus éxitos en España. El “1,2,3… responda otra vez”. Me di cuenta de que su simple voz tenía el poder de transportarme a uno de los momentos más felices de mi infancia y, por tanto, de mi vida. Me llevaba directamente a las noches de los viernes en las que, a pesar de contar solo con seis o siete años, nos permitían acostarnos tarde. Al día siguiente no había que madrugar, es más, estaba prohibido. Además, era un momento de disfrute familiar compartiendo salón y televisión de color recién estrenada. Mis padres gozaban observando cómo disfrutábamos los hermanos con todo lo que ocurría en aquel programa.
Sentíamos que no nos faltaba nada, teníamos además toda una vida por delante. Y lo más importante, no sabíamos aún que esa sensación era finita y que el tiempo, tarde o temprano, vendría a ponernos en nuestro sitio.
Ese acto de regresión conlleva una sensación intrínseca de felicidad. Sentíamos que no nos faltaba nada, teníamos además toda una vida por delante. Y lo más importante, no sabíamos aún que esa sensación era finita y que el tiempo, tarde o temprano, vendría a ponernos en nuestro sitio. Un tiempo que fue de treinta y seis años, desde que Mayra presentó su último “1,2,3” hasta que nos enteramos de su fallecimiento. El mismo tiempo que he tardado en darme cuenta de que simplemente escucharla me hacía feliz.
Pienso, y me entristece en cierta forma, que no son muchas las cosas capaces de hacerme viajar de esa manera a momentos idealizados que me contagian de aquella euforia vivida en tiempos pasados. La verdad es que la mayoría están relacionados con nuestra infancia, algo lógico por otro lado. Si bien, he de reconocer que tengo suerte. También el fútbol posee ese efecto evocador en mí.
Y cuando pienso en ello, me sorprende cómo para mucha gente ese tiempo en el que poder viajar atrás y recordar tiempos felices es tan sumamente volátil. Me refiero en particular a ese sector madridista “ultraortodoxo” que con un doblete de Liga y Champions al que no le ha dado tiempo aun a coger polvo en la vitrina, están pidiendo el cese del entrenador que más éxitos ha traído a la historia del club. Que tachan de negligente la planificación de este año y que, aunque se ganen partidos, ellos se ofenden porque hubo minutos en los que el equipo no jugó bien.
…me sorprende como para mucha gente ese tiempo en el que poder viajar atrás y recordar tiempos felices es tan sumamente volátil.
En el descanso del último partido de Champions League parecía que se estaba hablando de una nueva era en que sobraba hasta el propio Florentino Pérez. Por suerte apareció “Vini” para poner las cosas en su sitio, devolver la calma al respetable y demostrar una vez más que la gente tiene poca memoria, también para los malos recuerdos.
El Real Madrid está ofreciendo una de las mejores etapas de su historia y yo, mucho antes que vivir enfadado y pensando sólo en lo que no se logra, recomiendo disfrutarla. Recordando los penaltis frente al City, la super copa contra el Barça, la remontada de Joselu el día del Bayern, o incluso yéndonos a gestas más pretéritas. De hecho, creo que el contemplar aquella camiseta blanca de bordes naranjas y azules con la que se logró la decimocuarta me permite experimentar algo parecido a lo que me provoca la voz de Mayra. Aquel gol de Rodrygo en el descuento, la silla de Álaba, las paradas de Courtoise en la final… me siguen emocionando como el primer día y me siguen llevando a un estado mental de felicidad porque me hace pensar en todo lo logrado y lo que aún está por llegar, porque… (imagínense aquí ahora la voz de Mayra)
– Por veinticinco pesetas; dígame nombres de títulos que aún puede ganar el Real Madrid en este curso 24/25:
– La Super Copa de Europa, la Super Copa de España, La Liga, La Copa, La Intercontinental, La Champions, El Mundial de Clubes…
– ¡Campana y se acabó!