La Mole Antoneliana es un edificio monumental de la ciudad de Turín que fue construido durante la segunda mitad del siglo XIX. Arquitectónicamente es bello a la vez que desproporcionado con respecto al resto de elementos urbano, siendo además sus formas muy particulares y únicas. Precisamente esa capacidad de llamar la atención es lo que le ha convertido en el orgullo de una ciudad y casi de un país, hasta el punto de ser la imagen de la moneda de dos céntimos italiana. Desde hace unos días Turín tiene otra “Mole” y conociendo la pasión de los italianos por el “calcio”, es capaz de hacer sombra incluso a los ciento sesenta y ocho metros de la original. Y es que Cristiano Ronaldo ha decidido saltar por la borda de esta Lancha Vikinga y dirigirse a la ciudad del Po, de la Sábana Santa y del Juventus Stadium, donde ya se le ha aplaudido como jugador. Y es que aquella chilena del partido de ida de cuartos de Champions estoy seguro que ha tenido mucho que ver en la operación que tanto Real Madrid como Juventus y el propio jugador califican como la más ventajosa posible para todos.

Para la directiva y el aficionado de la Juventus es un capricho, algo “vintage” quizá, pero que se pueden permitir

El jugador consigue lo que quiere, que es básicamente ganar más dinero gracias a una Ley Italiana más favorable para negocios en el extranjero que la española, alejándose además de un país en el que tiene un proceso judicial abierto que incluso llegó a amenazarle con la cárcel. Y llegando a un destino que le exigirá poco en su campeonato nacional porque la Juventus lleva años mandado claramente en el “calcio” italiano y además le ofrece la oportunidad de seguir aspirando a todo en Europa. No hay que olvidar que la Juve lleva rondando la orejona los últimos años a base de finales y semifinales. Y si algo le faltó, o más bien le sobró, este último año para plantarse en la final contra un asequible Liverpool, fue que “CR7” en lugar de en las filas del Real Madrid hubiera estado vistiendo la “bianconera” en aquel partido para la historia de las semis en Turín.  Para la directiva y el aficionado de la Juventus es un capricho, algo “vintage” quizá, pero que se pueden permitir. Es un hecho que desde hace años la Serie A italiana no se ha caracterizado por acaparar figuras de talla mundial como hizo en los años 80 y 90 y la llegada del actual Balón de Oro les permite sacar la cabeza y volver a hablar de tú a tú al resto de equipos Europeos que en las últimas temporadas miraban a sus colegas italianos con cierto aire de superioridad en lo que a refuerzos de plantilla se refería. Y para el Real Madrid, qué puedo decir. Como operación financiera es impecable. Y es que vender a un jugador con treinta y tres años por más dinero del que costó después de 9 años y todos los records habidos y por haber es, desde el punto de vista económico, incuestionable. Pero igualmente incuestionable es el hecho de que el Madrid va a echar mucho de menos a Cristiano Ronaldo. El año pasado, con la venta de James y Morata el Madrid renunció a unos veinte goles por temporada. Y lo notó, vaya si lo notó. ¿Cómo no va a  echar de menos  un mínimo de cuarenta goles que el portugués venía garantizando de media año tras año?. Es cierto que sus números están en tendencia decreciente y que desde el año pasado se vio a un Cristiano más humano que debía descansar después de jornadas de Champions o partidos internacionales. Pero lo que nunca sufrió el más mínimo recorte fue su liderazgo y su carácter ganador que contagiaba a todo el equipo. Un hambre de títulos y afán de superación personal que es imposible de sustituir a día de hoy por nadie. Y eso, como decía el anuncio, no tiene precio. La marcha de Cristiano Ronaldo para el Madrid es la peor de las noticias que le podían dar. Porque junto con la despedida de Zidane confirman el final de una época gloriosa del equipo blanco.  Pero esto es el Madrid. De aquí ya se han marchado grandes jugadores y acabado épocas doradas y siempre se han superado a base de exigencia, trabajo y como no, fichajes. Por lo que ahora es el turno de Florentino Perez y de su secretaría deportiva a los que este Mundial estoy seguro les ha dado ideas de grandes fichajes que encajen con la planificación deportiva y de mercado que exige una situación como ésta, a mí ya me vienen un par de nombres. Respecto a Cristiano, no tiene sentido lamentarse más ni intentar comprender el porqué de su marcha. Sólo queda agradecerle su entrega y sus éxitos, no se le puede poner un sólo pero a su profesionalidad, la cual le ha convertido en leyenda de todo un Real Madrid sólo superado por la figura de Alfredo Di Stefano. Espero que el destino le siga siendo favorable y que algún día el Real Madrid pueda despedirle como se merece. Mientras tanto, que el toro símbolo de la ciudad de Turín se ande con cuidado, porque otro toro más fiero y más fuerte todavía anda suelto por la ciudad y podría llegar a quitarle su sitio.

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