Lo que hoy son giras por el extranjero con partidos entre equipos de primer nivel antes eran estancias en la sierra con partidos contra equipos amateur de la zona. Aquella era la época de las concentraciones del Real Madrid en Navacerrada en el famoso Hotel Arcipreste de Hita.

Todo el mundo sabe que a Florentino Pérez, más que ser Florentino Pérez lo que le hubiera gustado en la vida es ser Santiago Bernabeu. De hecho, la influencia de Don Santiago se nota en cada una de las decisiones importantes que ha tomado el empresario a lo largo de sus dos etapas como dirigente del Real Madrid, ya sea la construcción de una nueva ciudad deportiva, la reforma del Santiago Bernabeu para convertirlo de nuevo en un estadio de referencia mundial o incluso el fichaje del propio Cristiano Ronaldo y posterior construcción de un equipo en torno a su figura al más puro estilo “Madrid de Di Stefano”.

…quién sabe si en sueños se le habrá aparecido el propio Don Santiago para decirle que en años venideros se deje de giras y ligas mundiales y se vaya a pasar unos días a Navacerrada a respirar aire puro y dejar las cosas claras a los chicos a base de “Santiaguinas”…

Sólo existe una parcela en la que Florentino ha sido “infiel” a su mentor y es la de la concepción de la pretemporada como una parte más del negocio y es por ello que el Real Madrid fue pionero en tomarse la fase de preparación de la temporada a modo de una gira al más puro estilo “Circo Mundial”, acercando así el club, y su negocio, a aficionados afincados en tierras lejanas tanto de oriente como de occidente. Quizá este año esta decisión “florentiniana” ha traído el primer disgusto de la temporada a modo de humillación por parte del vecino Atlético de Madrid y quién sabe si a Florentino se le habrá aparecido en sueños el propio Don Santiago para decirle que en años venideros se deje de giras y ligas mundiales y se vaya a pasar unos días a Navacerrada a respirar aire puro y dejar las cosas claras a los chicos a base de “Santiaguinas”  como hacía él en sus tiempos, con tan buenos resultados, en el histórico Hotel Arcipreste de Hita de Navacerrada.

Los jugadores V. del Bosque, del Sol, Jensen y Stielike posan en los jardines del hotel. Foto: elmundo.es

El Hotel Arcipreste de Hita es un hotel de montaña situado en el camino entre el pueblo de Navacerrada y el Puerto del mismo nombre al que el Madrid de finales de los 50 llegó casi por casualidad. Según explica su dueño Antonio, el Real Madrid solía ir a otro hotel situado en El Escorial pero la nochevieja del año 1959, debido a la celebración de una fiesta, fue incapaz de proporcionar alojamiento al equipo blanco, que necesitaba alejarse de cualquier tipo de festejo, por lo que tras la recomendación del secretario técnico húngaro Emil Osterreicher llegaron a las puertas del Hotel Arcipreste de Hita, comenzando así una larga relación que duró hasta los años 70. Las paredes de este hotel han vivido infinidad de anécdotas e historias que forman parte de la historia de un club como el Real Madrid  y que al más puro estilo de “lo que sucede en Las Vegas se queda en Las Vegas” quedarán para el recuerdo sólo de los componentes de la plantilla y del personal del hotel.

Plantilla del Real Madrid liderada por Miguel Muñoz en el Arcipreste de Hita. Foto: Twitter @albertocosin

Navacerrada es hoy un bonito pueblo de la sierra de Madrid que presume de casas de piedra y calles adoquinadas por las que el tiempo parece que se haya parado en aquellos años en los que el Real Madrid les visitaba a menudo. Hoy es un importante foco turístico cuyo bullicio poco tiene que ver con el que había durante la década de los 60 y 70 en las que, aparte de tomarse una cerveza en la taberna de Marcial mientras se jugaba una partida de cartas o dominó poco más había que hacer.  Quizá por eso las bajadas a escuchar misa a la Iglesia de la Natividad, donde era posible compartir banco con los Pirri o Amancio de turno, eran los momentos de más ocio de la concentración, en gran medida porque esas bajadas desde el hotel, según cuenta el propio Antonio, se hacían en una furgoneta sin asientos conducida por él mismo. Las pocas opciones de ocio convertían el enclave en el lugar perfecto para las intenciones de Don Santiago pero está claro que para aquellos jóvenes que se encontraban en la veintena se les quedaba algo corto en cuanto a la diversión se refería. Y es por ello que la “fiesta” se acababa montando de puertas hacia adentro. Como aquella vez en la que, en 1966, el periodista Félix Lázaro del periódico El Alcázar, que acabaría siendo en cierta forma un embrión del hoy conocido Diario As, se aventuró subiéndose hasta el hotel y aprovechando un despiste de Miguel Muñoz, que jugaba al dominó, y de las ganas de diversión de los jóvenes jugadores, alcanzó las habitaciones y consiguió que  Betancort, De Felipe, Velázquez, Pirri, Grosso y Sanchis se hicieran unas fotos con unas pelucas “a lo Beatle” con el objetivo de reforzar aquel sobrenombre de “Madrid yé-yé” con que le habían bautizado desde aquella rotativa. El resultado fue un reportaje que quedó para la historia con unas fotos que todo el mundo recuerda y que pudo ver la luz gracias a que aquel Real Madrid pudo ser Campeón de Europa. Aquella Copa, la Sexta, logró aplacar el monumental enfado del presidente Bernabéu por la “travesura” de sus muchachos y finalmente permitió que aquellas fotos fueran publicadas y de esa manera dejó, sin pudor alguno, que aquel equipo fuera recordado para siempre como el “Madrid de los yé-yé”.

Aquella Copa, la Sexta, logró aplacar el monumental enfado del presidente Bernabéu por la “travesura” de sus muchachos y finalmente permitió que aquellas fotos salieran a la luz y de esa manera dejó, sin pudor alguno, que aquel equipo fuera recordado para siempre como el “Madrid de los yé-yé”

La historia del Real Madrid y Navacerrada con el Arcipreste de Hita como parte fundamental se prolongó durante muchos años, hasta que la llegada de Miljan Miljanic, que entendía que la altura de 1220 metros a la que se encontraba el emplazamiento era perjudicial para el rendimiento de sus pupilos, supuso el fin de las concentraciones en la sierra madrileña. Quedaban para el recuerdo por tanto muchas anécdotas y momentos vividos en forma de partidos de fútbol ténis, partidas de cartas o dominó, confesiones, miedos y charlas motivadoras que convirtieron a este hotel en parte de la historia viva del club blanco. Tanto era así, que como si de una relación sentimental se tratase, ambos decidieron concederse una última cita de despedida. Aquella última vez fue en 1975, cuando después de un partido aciago de Copa del Rey en el que el Real Madrid perdió por 4-0 en Las Palmas, que llevó incluso a plantearse la dimisión del propio entrenador Miljanic, el Club decidió dejar su suerte en manos de su hotel talismán en el que tras una semana de concentración sin entrenamientos ni presiones de ningún tipo, con tan sólo el aire puro de la sierra como terapia, el Real Madrid se impuso por 5-0.

Se cerraba así por tanto una etapa que al Real Madrid le aportó muchos triunfos y a Navacerrada un prestigio que llevó a que durante una época fuese el destino elegido por muchos equipos de élite de todo tipo de deporte para llevar a cabo su preparación. No en vano, antes de que la época del césped sintético arrasase con todo, Navacerrada era uno de los pocos sitios que podía presumir de tener en su polideportivo un campo de hierba natural en un estado formidable.

Amancio, Pirri, Pachín y Santamaría celebran el 50 aniversario de la Sexta Copa de Europa. Foto: As.com

El Hotel Arcipreste de Hita sigue siendo hoy en día un lugar espléndido orientado al descanso y al disfrute de la naturaleza con un fenomenal restaurante y SPA para relajarse. Aun así, es muy improbable que un equipo como el Real Madrid decida abandonar esa apisonadora que es el mercado del fútbol y sus giras veraniegas y volviese a plantearse sus pretemporadas en la sierra  madrileña. Solo algunos exjugadores nostálgicos vuelven de vez en cuando para celebrar aniversarios de fechas memorables y recordar viejas batallas. Una vez allí les resulta inevitable asomarse a su mirador y ver, como si de una metáfora de la vida se tratase, como detrás permanece invariable el bicéfalo pico de la maliciosa, cuyo solo nombre ya asusta, y por delante se intuye la silueta de una ciudad de Madrid en constante evolución, señalada por las cuatro torres y media que ocupan hoy la que fue su ciudad deportiva y que anuncian la presencia de su querido Bernabeu, que en breve contará con una nueva coraza de acero que ayudará, o eso espera el aficionado madridista, a volver a ser un estadio inexpugnable.

5 thoughts on “Es hora de volver a Navacerrada

    1. Pues la verdad es que independientemente de la historia que tenga relacionada con el fútbol, y no sólo con el Real Madrid, es un lugar muy recomendable!

  1. Magnifico lugar. Las instalaciones, su ubicación, el restaurante, el personal… Bueno, yo no puedo escribir más que cosas positivas. Ya son cinco años que repetimos estancia en la que consideramos nuestra casa en la sierra.
    PD: a pesar de leer lo de la remontada a mi Unión Deportiva Las Palmas.

    1. Totalmente de acuerdo. Aunque esperamos no haberte estropeado la magia del lugar con la anécdota de la remontada! 😉

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