El confinamiento que vive medio mundo ha dejado sin partidos de fútbol a muchos aficionados a este deporte. La serie de televisión “Un juego de Caballeros” puede ser una alternativa de entretenimiento. Aprovechando el existo de la serie escribimos sobre el origen del fútbol en Inglaterra.

¿¡Quién se lo podía imaginar hace un par de meses¡? Nuestra placentera vida social ha sufrido la embestida de un virus que nos ha dejado recluidos en casa durante días, semanas y tiene pinta que también meses. Si la salud acompaña en estos días de cuarentena, la búsqueda de entretenimiento se hace fundamental.

Los aficionados al fútbol, nos hemos quedado sin partidos que disfrutar. Pero, hay alternativas. En la búsqueda de una distracción que anestesie la falta de goles, puedes toparte con una serie en Netflix llamada “Un juego de Caballeros”.

Se trata de una miniserie histórica sobre los orígenes del fútbol moderno en Inglaterra. La recreación de escenarios y vestimentas está muy lograda. En definitiva, es una serie muy recomendable para amantes del fútbol.

“Un juego de Caballeros” es una miniserie histórica sobre los orígenes del fútbol moderno en Inglaterra. La recreación de escenarios y vestimentas está muy lograda.

El contexto narrativo es interesante y atractivo. Finales del siglo XIX en Inglaterra. La Revolución Industrial hizo proliferar centros fabriles por todo el país. El movimiento obrero empieza a organizarse, surgen los primeros sindicatos de trabajadores y las primeras organizaciones obreras. Paralelamente un nuevo deporte, el fútbol, reglamentado y estructurado por la élite británica, se propaga por todo el Reino Unido.

La sociedad británica del momento, fuertemente dividida en clases sociales, comienza a enamorarse del fútbol. Si bien, la forma de amar el nuevo deporte será diferente según la pertenencia a un estrato social. Profesionalismo, elitismo, rivalidad social. La expansión del fútbol por todo el Reino Unido no fue un proceso sosegado.

La serie “Un juego de Caballeros” consigue con eficacia reflejar una trama narrativa que proyecta las sinergias del momento histórico. Es sin duda el gran valor de la serie, mucho más vigorosa en el marco narrativo que en la trama de personajes. Algunas de ellos carentes de interés y atractivo.

La serie es sin duda un gran incitador para conocer el origen de un deporte que hoy es el más practicado del mundo. La gran virtud de los ingleses fue poner orden a un juego que emana de las pulsiones naturales del ser humano. Inglaterra regaló al mundo un juego extraordinario, pero, el fútbol, no surgió en las islas de repente.

En las Islas Británicas, Fútbol y Rugby (deportes hermanos que enérgicamente han buscado diferenciarse desde su nacimiento) tienen su origen en las costumbres populares. Más concretamente las génesis de ambos deportes se encuentran en una práctica habitual durante el Siglo XVIII.

La serie “Un juego de Caballeros” se recrea en el año 1878, cuando se disputa la octava edición de la FA Cup. Hasta ese momento, el trofeo lo habían ganado únicamente clubes asociados a los colegios privados de la burguesía británica.

Dicha práctica era una lucha organizada entre diferentes aldeas. Los lugareños de dos villas rivalizaban encarecidamente por tener la posesión de un balón elaborado con tripas de cerdo. Tras un día de puñetazos, patadas y carreras la población que al alba retuviera el balón, vencía. Estas disputas eran auténticas batallas campales.

Esta salvaje diversión, popular y extremadamente violenta fue el embrión del fútbol. Sin embargo, el impulso definitivo estuvo en las élites británicas. En 1863 once clubes, todos ellos vinculados con escuelas de élite privada (las denominadas “Public Schools”) aprueban en una Taberna de Londres, llamada Freemason, el primer reglamento del fútbol y crean “The Football Association”. En 1871, “The Football Association”, organiza la primera competición oficial  de fútbol del mundo, la FA Cup.

La serie “Un juego de Caballeros” se recrea en el año 1878, cuando se disputa la octava edición de la FA Cup. Hasta ese momento, el trofeo lo habían ganado únicamente clubes asociados a los colegios privados de la burguesía británica. Sin embargo, los equipos con raíces proletarias comienzan a crecer siendo cada vez más potentes.

Los suburbios industriales de todo el Reino Unido empezaran a vivir la pasión del fútbol. La clase trabajadora británica verá en el nuevo deporte, una forma de evasión de sus penurias económicas. Olvidando en el júbilo del juego las largas horas de trabajo en las fábricas.

Es interesante y coetáneo a este momento, como la llegada del fútbol a Escocia, provocó que apareciera una interpretación táctica nueva. Esta novedad enriqueció el desarrollo del fútbol con dos escuelas, dos modelos radicalmente distintos. Uno, el juego directo, popularizado en los colegios de élite, signo de identidad británica. El otro, el juego de toque, adaptación escocesa de ese vértigo constante inglés.

A lo largo de cuatro décadas el fútbol, germinó, creció y se instaló confortablemente en el corazón del Reino Unido. Viajó de lo popular a lo elitista para retornar de nuevo al pueblo. Posiblemente este devenir es lo que lo hace un juego tan atractivo.

La serie “Un juego de Caballeros” es una agradable ventana a los orígenes del fútbol inglés que es, en definitiva, el origen de este deporte. Se trata de una serie agradable de ver para cualquier futbolero. Pero la serie no es sólo fútbol, es también un pedacito de historia digna de ser conocida.

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