En marzo de 1976 se produjo un alzamiento militar en Argentina. Un golpe de estado que consagró un régimen que tiñó de sangre todo un país. Entre los argentinos torturados, asesinados y desaparecidos había jugadores de fútbol. Contamos la historia de uno de ellos.
Los futbolistas, son y han sido, un gremio poco activo en cuestiones políticas. Son escasos los jugadores de fútbol que han manifestado su ideología. A pesar de ello existen excepciones, futbolistas que compaginaron su carrera deportiva con un fuerte activismo político.
La historia del fútbol ha dejado un par de ejemplos de equipos “politizados”. En los años ochenta, en Brasil, surge la Democracia Corinthiana. Movimiento que desarrolló nuevas formas de organización en el club de fútbol Corinthians. Con una clara impronta izquierdista, la democracia Corinthiana fue liderada por un grupo de celebres peloteros como Sócrates, Wladimir, Casagrande y Zenen.
Años antes, en la década de los setenta, en la capital de Italia se gestó uno de los equipos más peculiares de la historia del fútbol, La Lazio de las pistolas. Aquella escuadra la conformaban dos bandos irreconciliables entre sí. No compartían ni si quiera vestuario. Por una parte, estaba el grupo liderado por Giorgio Chinaglia y frente a ellos los secuaces de Luigi Martini. Lo único que compartían ambos bandos era una marcada ideología fascista. Italia estaba inmersa en los años de plomo. Paradójicamente ese grupo desunido y extremo se proclamó campeón de Italia.
El cono sur padeció algo más que años de plomo. Desgraciadamente en la década de los setenta los países de América Latina se tiñeron de sangre, muerte y desaparecidos.
Mientras en Italia triunfaba la Lazio de las Pistolas, Sudamérica vivía una convulsión incontrolable. El cono sur padeció algo más que años de plomo. Desgraciadamente en la década de los setenta los países de América Latina se tiñeron de sangre, muerte y desaparecidos.
Fue en estos años cuando cristalizó la carrera futbolística de Luis Alberto Ciancio. Un joven y prometedor futbolista argentino que mientras daba patadas a un balón ejercía también como activista político.
Luis nació el 24 de abril de 1951 en Buenos Aires Capital. Siendo muy joven su familia se trasladó a la ciudad de Berisso junto al Rio de la Plata. Buen estudiante, era una persona inquieta. Su talento hizo que pronto se convirtiera en prometedor futbolista. Siendo benjamín ingresó en la cantera del club de fútbol Gimnasia y Esgrima de La Plata. Uno de los clubes más antiguos de Argentina. Se iniciaba así una prometedora carrera.
Con veinte años, Luis ingresó en la Universidad de La Pampa para cursar Ingeniería. Nunca tuvo problemas en compaginar sus estudios con el fútbol. En aquellos años, principios de los setenta llevó a debutar con el primer equipo de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Su vida estaba centrada en las aulas, el balón y en la militancia política. Fue en esta época cuando se afilió al Partido Comunista Marxista Leninista (PCML).
El 7 de diciembre de 1976 Luis Alberto Ciancio fue secuestrado por autoridades militares. Nunca más se le vería con vida. El prometedor futbolista Ciancio se convertía en uno mas de los treinta mil desaparecidos de la dictadura argentina.
Meses antes de su secuestro, el 24 de marzo de 1976, los comandantes de las Fuerzas Armadas de Argentina derrocaron el Gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Comenzaba una feroz dictadura caracterizada por una constante violación de los Derechos Humanos. De aquel golpe surgirá un Régimen que asesinará, secuestrará y torturará a los adversarios políticos. Un sistema irracional que convivirá con la muerte y la apropiación ilegitima de recién nacidos. Una forma de gobierno que forzará al exilio a miles de argentinos.
Luis Alberto Ciancio dejó esposa, Patricia Dillon y un hijo recién nacido llamado Federico. Aquel fatídico 7 de diciembre desaparecieron también. De Patricia y Federico no se ha vuelto a saber su paradero. Sin embargo, el equipo argentino de Antropología Forense pudo, en 2009, identificar los restos de Ciancio en el Cementerio de Avellaneda, Buenos Aires.
La autopsia reflejó que el ex futbolista de Gimnasia y Esgrima de La Plata fue asesinado por tres disparos. Fue fusilado por un Régimen que no toleraba la disidencia política. La represión y la violencia de la dictadura argentina llegó a todas las esferas de sociedad argentina, fútbol incluido
La autopsia reflejó que el ex futbolista de Gimnasia y Esgrima de La Plata fue asesinado por tres disparos. Fue fusilado por un Régimen que no toleraba la disidencia política. La represión y la violencia de la dictadura argentina llegó a todas las esferas de sociedad argentina, fútbol incluido. La historia de Luis Alberto Ciancio así lo refleja. Desgraciadamente no es la única.
Han pasado mas de cuarenta años de aquellos trágicos acontecimiento que segaron la vida de miles de argentinos. Entre ellos algunos futbolistas. Un gremio poco activo en la manifestación política. Posiblemente el mundo del fútbol deba un homenaje a todos los futbolistas desaparecidos. Un reconocimiento para revindicar un deporte de paz, tolerante, humano y que proyecta ante todo valores de respeto y democracia.