Analizamos la trayectoria del nuevo fichaje del Atlético de Madrid. Álvaro Morata formado en las canteras del Atleti y del Real Madrid es hoy un jugador contrastado que ha jugado en las grandes ligas del continente europeo.

Todo el mundo asocia al camaleón al paradigma de la adaptación al medio. Y es que efectivamente, tiene la capacidad de cambiar el color de su piel según la situación lo requiera. Ya sea para cazar o bien para escapar de una situación de peligro. Nadie asocia al camaleón a la traición o la cobardía, más bien todo lo contrario. Es un ejemplo de cómo mediante una capacidad evolutiva increíble ha desarrollado un inteligentísimo sistema para subsistir en un medio tan exigente como es la jungla o los bosques tropicales.

Si se busca una figura camaleónica en el fútbol actual es imposible no pensar en Morata. Y es que Álvaro es un ejemplo de cómo sobrevivir en la primera línea de fuego del fútbol internacional.

Si se busca una figura camaleónica en el fútbol actual es imposible no pensar en Morata.

Álvaro empezó su carrera en la cantera del Atlético de Madrid, su familia es colchonera de reconocida militancia, si bien Morata perdió pronto el pedigrí atlético. Acabó jugando en la cantera del vecino y rival Real Madrid. ¿Cual fue la realidad de este cambio de camiseta? Mucho se ha hablado estas semanas de Morata y su salida del Atleti. Pero la realidad es que Morata no se fue del Atlético por iniciativa propia, el equipo colchonero no apostó por él. Alvaro cambio el Atleti por el Getafe pero finalmente recaló en el club de Chamartín, que al contrario que la entidad rojiblanca si vio futuro en el jugador de Mirasierra.

Morata se ha definido como madridista en muchas ocasiones, sentimiento que profesa hacia un club que le ha dado la oportunidad de ser futbolista de elite, el agradecimiento debe ser siempre visto como una virtud. La realidad es que si hoy Morata es un jugador internacional se lo debe al Real Madrid y no al Atlético.

Morata no tiene por qué arrepentirse de haberse definido como madridista y los atléticos debemos racionalmente analizar la historia de Alvaro para tratar de entenderlo.

Morata no tiene por qué arrepentirse de haberse definido como madridista y los atléticos debemos racionalmente analizar la historia de Alvaro para tratar de entenderlo.

Una vez dicho esto el pasado de Morata no debe ser un tema de debate. Alvaro ha fichado por el Atleti y como dice el Cholo el equipo lo necesita y mucho. Morata es un profesional del futbol y debe ser juzgado por su rendimiento en el terreno de juego. Cuanto más goles marque mejor le irá al Club y más contestos estaremos los atléticos.

Defender al Atleti no debe implicar definirse de una u otra manera, exijámosle a Morata compromiso, lealtad en el esfuerzo y profesionalidad. Mientras esto lo cumpla un jugador de futbol los aficionados no podremos reprocharle nada.

Morata es futbolista de primera división gracias al Real Madrid, en el club blanco debutó en la elite si bien no consiguió continuidad y en pocas ocasiones fue titular. Estos motivos le llevaron a cambiar de rumbo y empezar una aventura italiana en la Juventus de Turin, la aventura evidenció que Morata tenía nivel mas que de sobra para jugar en un equipo de elite del futbol europeo. Las buenas campañas en Italia provocaron una vuelta fugaz por Chamartín. La segunda etapa de Alvaro en el Bernabéu fue muy similar a la primera. Abandonó el club merengue rumbo a Londres. El Chelsea le abrió las puertas a lo grande después de abonar 80 millones de euros.

Morata empezó su periplo en la Premier League a un gran nivel, si bien, su juego ha ido perdiendo vuelo hasta convertirse en un descarte. Ni el jugador, ni el club londinense querían seguir manteniendo su relación. En esta tesitura ha aparecido el Atlético de Madrid, donde empezó todo para Alvaro.

Cuando era niño el Atleti no terminó de apostar por Morata, hoy y en un momento complicado para él, el club si ha apostado por él. Morata que ha demostrado ser agradecido lo sabe.

El futuro de Alvaro es colchonero. Esperemos que cuando acabe su carrera Morata se defina como atlético, para ello entre todos debemos hacer que se sienta lo más cómodo posible

El pasado es pasado, no se puede cambiar. El futuro de Alvaro es colchonero. Esperemos que cuando acabe su carrera Morata se defina como atlético, para ello entre todos debemos hacer que se sienta lo más cómodo posible. Si es así ganaremos todos los atléticos.

Morata con su espíritu camaleónico ya ha demostrado que sabe adaptarse al medio, suerte en esta nueva aventura.

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