Hablamos de un libro de futbol sobre una historia poco conocida pero que merece atención, hay futbol que no iluminan los focos.

Hace un par de semanas conocí a Thomas Allain-Pouliquen, es un chico francés de lo más normal, de aquellos que trabaja y paga impuestos, como todos nosotros; el pequeño detalle es que una experiencia de vida en el extranjero lo llevo a escribir un libro sobre un equipo de futbol boliviano, ya digo, de lo más normal. No es escritor, pero tiene ya una primera obra firmada a su nombre; tampoco es periodista, pero guarda acreditaciones como analista colaborar en cadenas de medios extranjeras y un par de artículos escritos en los medios franceses más importantes dentro del ámbito del deporte.

Quedamos en vernos y platicar más a fondo sobre su libro de nombre Au-delà des Andes : Le fabuleux périple européen du Club Always Ready La Paz (“Mas allá de los Andes: el fantástico viaje europeo del Club Always Ready La Paz”); me recibe en su casa, con pases de prensa, fotografías, álbumes mundialistas, viejos diarios de la fecha en la que la selección gala se corono en Saint Denis ante la Brasil de Ronaldo y libros de todo tipo; sabia que estaba en el sitio correcto, hablando con la persona correcta de futbol. Su trabajo como profesión lo llevo a vivir un par de años en Bolivia, una vez terminado el viaje regreso a casa, al noroeste de Francia, con el un montón de souvenirs en forma de anécdotas, amistades, recuerdos e historias por contar, entre ellas, la de un modesto club capitalino que por poco más de 100 días durante la década de los 60, recorrió Europa (10 países) disputando 27 partidos. En una época en la que el viejo continente recibía en casa y se arrodillaba ante las jóvenes piernas prodigiosas de un tal Pele, que añadía mayor clase y voz a lo que se decía sobre aquel futbol venido del nuevo continente dominado por cariocas y gauchos principalmente, sin embargo, Always Ready nos deja una historia la cual merece ser contada.

Se trato de un equipo embajador de su tierra, una delegación compuesta por elementos de los mejores equipos locales de la primera división, hoy en día para cierto tipo de aficionado seria algo imperdonable, y para quienes hacen del futbol un negocio seria algo que les dejaría un par de ceros en sus respectivas cuentas; blaugranas y merengues; rosoneri y nerazzurri; parisinos y marselleses, todos juntos. Un solo equipo en busca de una reivindicación de su pueblo y su futbol a partir de un espíritu y un juego colectivo e identitario.

Para Thomas, su libro es el resultado de un trabajo arduo que le tomo un par de años, intercambios de llamadas y mensajes con clubes, archivos históricos y gente allegada a los protagonistas de tan icónico viaje; horas frente al ordenador leyendo y traduciendo artículos de la época que relatan cada uno de los partidos; largos momentos en búsqueda de verso correcto que componga un párrafo tras otro. Es un libro único, por la cantidad de detalle que hay dentro, lo cual lo hace la obra más completa en su tipo; es un libro distinto por ser escrito originalmente en francés, mientras espera y sea traducido en español, espera poder aportar una historia poco común, que desde su rincón en Francia se vaya un poco más allá de cariocas y gauchos como únicos dueños de la pelota en el cono sur del continente americano, que cuando se piense en Bolivia no se caiga en conclusiones repetitivas como lo es la altura en la cual se practica dicho deporte a nivel profesional, que cuando gana Bolivia es por la altura y el efecto en los rivales, pero cuando se pierde bueno, que se espera de un país con “poco” desarrollo en materia de futbol.

El agradecimiento de jugadores sobrevivientes, familiares y gente allegada a tan histórico evento dentro del futbol boliviano es su más grande satisfacción. No hay grandes nombres, jugadas memorables, ni marcadores que sean objeto de efemérides año con año, lo que hay detrás de todo esto es la historia de un equipo representativo de su nación, coraje, entrega y compromiso sobre el terreno de juego, reconocimiento máximo por parte de sus adversarios.

En su biblioteca personal Thomas guarda una copia de la vuelta al mundo en 80 días de Verne, y la vuelta al mundo en 72 días de Nelly Bly. El futbol nos lleva constantemente de viaje, en búsqueda de una nueva aventura, más allá del tiempo, las barreras geográficas y lingüísticas. ¿Por qué no salir de lo convencional?, ¿Por qué no ir en búsqueda de lo desconocido? Los pequeños relatos no perduran a través del tiempo, más bien sobreviven con riesgo a ser olvidados y perderse entre la infinitud de los segundos que marcan el final de encuentro. Existe otro tipo de futbol, con relatos que merecen ser contados, el balón fuera del foco principal, allá en lo mas recóndito de los Andes.

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