Minuto 89 de partido en Carlos Belmonte, Albacete y Salamanca se juega una plaza en la élite futbolística española. Sito saca una falta a la olla desde el medio del campo, el balón se dirige al centro del área, Urzaiz se eleva por encima de la defensa manchega, peina el balón y supera por alto a Molina. Este gol ponía el 0-2 en el marcador, empate en la eliminatoria, toda la prórroga por delante y despejaba el camino a primera división. Olabe, Sito, Josema, Torrecilla, Balta, Díaz, Quiroga, Medina, Quico, Barbará y Vellisca obraron el milagro con un 0-5 final.

Así, la Unión Deportiva Salamanca (UDS) consiguió el ascenso a primera división el verano del 95, así comenzó su carrera al cielo que sin embargo acabaría en el infierno y en el olvido.

En 1992 la UDS se convertía en SAD tras el pago de 81 millones de pesetas que Juan José Hidalgo, famoso empresario del sector turístico, realizó para cubrir el capital. Ese año Juanma Lillo recaló en el banquillo y con dos ascensos consecutivos desde 2ªB a 1ª, las expectativas no podían ser mejores: record de socios,  buena lista de fichajes y mucha euforia. Sin embargo se inició una carrera loca hacia ningún lugar, con ascensos y descensos, contrataciones y despidos de entrenadores sin sentido, muchos fichajes comunitarios con escasa aportación futbolística y especialmente una deuda económica que no dejaba de crecer.

Así se ponía un triste final a 90 años de existencia del equipo charro.

Y así el equipo llegó a 2013, en segunda B, sin plan deportivo, ahogado por las deudas y en concurso de acreedores. El 18 de Junio de ese mismo año, los administradores concursales que habían gestionado el equipo durante meses, decidieron proceder a la liquidación de la UDS por no poderse celebrar la junta de acreedores tras la incomparecencia del Banco Popular, máximo acreedor de la UDS. Así se ponía un triste final a 90 años de existencia del equipo charro. Salamanca quedaba huérfana de fútbol de nivel, pero especialmente perdía el referente y el estandarte del deporte rey.

En la actualidad dos equipos pelean por ocupar el lugar que dejó la UDS, CF Salmantino y Unionistas de Salamanca CF. Ambos clubes creados pocos días después de la desaparición de la UDS por dirigentes de peñas y diversas plataformas de aficionados de la UDS. El CF Salmantino era oficialmente el equipo filial de la UDS y la Fundación UDS le cedió todos los derechos competitivos, deportivos y federativos que poseía. Y ahora llega el problema, Unionistas también tenía derechos registrados de la marca UDS. Unionistas, tras el inicio del proceso de liquidación, contactó con la administración concursal para adquirir las marcas de la Unión, entre ellas el escudo y el nombre, ya que, en su opinión, la UDS ni tenía registradas correctamente sus marcas ni utilizaba de manera correcta. Tras varios meses de litigios, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea dio la razón a Unionistas, pero la batalla legal continua.

Mientras tanto, la batalla deportiva entre ambos clubes por llevar el estandarte de UDS, se sigue librando en Segunda B. ¡Larga vida a la UDS!

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