Reflexionamos sobre la última victoria de la selección española en la Eurocopa. Recordamos los años en que no ganábamos tanto. Sirva como homenaje a nuestros futbolistas, los de antes y los de ahora.

Mucho se ha escrito de la victoria de España en la última Eurocopa. Indudablemente en la selección campeona hay un fuerte componente sociológico. Es sin duda un equipo multicultural. Han destacado jugadores cuyos progenitores eran inmigrantes. Otros han obtenido la nacionalidad española después de nacer y crecer en otro país. Sin duda, esta selección tiene una impronta diferente a las que hemos tenido anteriormente.

Nuestro último equipo ganador, y por qué no decirlo, el único que habíamos tenido victorioso, lo formaban entre otros Iniesta, Casillas, Xavi o Puyol. Una escuadra que tenía un marcado carácter propio. Sus orígenes estaban en la península ibérica y su carácter era muy de sus tierras. Ese equipo que ganó en apenas seis años dos Eurococpas y un Mundial era excepcional. Posiblemente en él jugaban ocho o diez de los mejores jugadores del momento. Eran como los Globetrotters. Su nivel era tan alto que aquellas victorias entraban dentro de la lógica racional. Es más, a los expertos no les sorprendían. Eran los mejores y punto.

Sin embargo, la selección que ha ganado esta Eurocopa no tenia esa etiqueta. No estaba compuesta por los mejores peloteros del mundo. Es sin duda un buen equipo, pero su victoria tiene mucho de sorpresiva.

El seleccionador, Luis De la Fuente, ha construido un equipo esplendido. Sobre todo, eso, un equipo. España ha jugado de manera maravillosa en esta Eurocopa. Se ha impuesto a todos las selecciones europeas que alguna vez han levantado la Copa del Mundo. Mucho merito hay en ello.

Es posible que el fútbol español haya entrado en otra dimensión. Lo cual en mi opinión es la mejor de las noticias que desprende esta victoria.

Es posible que el fútbol español haya entrado en otra dimensión. Lo cual en mi opinión es la mejor de las noticias que desprende esta victoria. Hoy somos un país que compite, incluso gana, teniendo buenos, muy buenos futbolistas, pero no necesariamente los mejores. Sin duda, nos parecemos mas a ese Brasil o esa Alemania que ganaba por inercia. Aquellos equipos de los noventa que hicieron a Gary Lineker decir aquella mítica frase que “el fútbol es un deporte donde juegan once contra once en donde siempre gana Alemania”. Posiblemente, hoy el mítico delantero inglés, no se referiría a alemanes, sino a españoles

Nuestra nueva dimensión es sin duda el legado mas importante que nos dejó aquella roja maravillosa de Iniesta, Villa, Torres, Casillas o Xavi. Incluso mas relevante que la estrella bordada en la casaca.

Para un español como yo crecido en los ochenta, la dimensión a la que hemos llegado es casi inconcebible. El domingo pasado vi llorar de la emoción a muchos niños. Bendita generación. ¡Que envidia sana ver derramar esas lagrimas! En 2024 muy pocos de nuestros hijos se imaginarán que nosotros lloramos por otras cosas. Es bueno no olvidarlas. El fallo de Arconada, los penaltis de Eloy Olaya y Raúl, el codazo de Tassoti, Al Gandur. Sin duda ha habido muchos lloros. Pero eran distintos. Totalmente diferentes diría yo.

En 2024 muy pocos de nuestros hijos se imaginarán que nosotros lloramos por otras cosas. Es bueno no olvidarlas. El fallo de Arconada, los penaltis de Eloy Olaya y Raúl, el codazo de Tassoti, Al Gandur.

Es bueno recordar que no pasábamos de cuartos. Que en la tele se hacían anuncios que decían “No vuelvas sin ella” y a las primeras de cambio estábamos en casa. Tiempos que es mejor no volver a transitar pero que de ninguna manera podemos, ni debemos, olvidar.

Aquella España ya no existe, mejor. Pero sin ella no tendríamos la actual. Ni tampoco la del mundial de Sudáfrica. Hoy somos dioses del fútbol. Disfrutémoslo y no olvidemos que hubo un tiempo que éramos simples mortales.

¡Brindemos por la victoria y recordemos las derrotas!

2 thoughts on “Brindemos por la victoria

  1. Carvajal balón de oro, de plata y de bronce. Lo ha ganado todo este año con su club y con la Selección Española. Y encima es un tío con valor y con valores más allá de fútbol. Cualquier otra elección sería un insulto, una injusticia y una burla.

    Dicho sea por este modesto seguidor atlético.

  2. Por supuesto brindemos por la victoria. Torneo para enmarcar y final de ensueño, ganando a la Selección Inglesa, recibiendo el Trofeo del Rey de España, y provocando la rabieta del «ministro principal» de Gibraltar. Para ser perfecta sólo faltó Rubiales besando a Morata y tocándose los huevos delante del Príncipe de Gales.

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