El martes pasado el Atlético de Madrid era eliminado por el Borussia Dortmund en cuartos de final de la Champions League. No fue una simple derrota. La afición colchonera mira inquieta el futuro de su equipo.

La eliminación del Atleti en Dortmund fue dura, muy dura. No tanto por el hecho de caer en cuartos de final de la Champions. Ni tampoco porque se diera una mala imagen. La derrota del Atlético fue especialmente dolorosa porque refleja de forma evidente la decadencia que desde hace años está instalada en el club del Metropolitano.

La falta de ambición es palpable en todos los estamentos de la institución. Hoy el Atlético de Madrid es un club sin rebeldía. Una enmienda grotesca a su historia y a su propia naturaleza. Sin duda la falta de estímulo empieza en lo más alto. La propiedad del club, sus dueños, son los máximos responsables de esta situación. Pero no nos engañemos. No son los únicos culpables. Para revertir esta dinámica van a hacer falta muchas cosas. Pero sin duda los aficionados deben tener una visión poliédrica de lo que acontece. De lo contrario todo seguirá igual.

Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo han perfilado un plan de actuación radicalmente conservador. Su proyecto es exclusivamente económico. La parcela deportiva paradójicamente ha quedado en un segundo plano. Las decisiones estratégicas del último lustro poco tenían que ver con el fútbol. El dinero se invierte en estadios, ciudades deportivas o extravagancias como una ola gigante. Esta delirante planificación, hace intuir un proceso de venta inminente. Pero lo mas grave para los aficionados colchoneros es que cada domingo se refleja en el terreno de juego.

El dinero se invierte en estadios, ciudades deportivas o extravagancias como una ola gigante. Esta delirante planificación, hace intuir un proceso de venta inminente. Pero lo mas grave para los aficionados colchoneros es que cada domingo se refleja en el terreno de juego.

En este punto es preciso hacer un pequeño inciso que ayudará a entender el modus operandi de los accionistas mayoritarios del Atleti. La familia Gil y Enrique Cerezo nunca han puesto dinero de su bolsillo a la hora de afrontar inversiones. El Estadio Metropolitano lo financió el empresario mexicano Slim. La nueva ciudad deportiva se costea con los créditos proporcionados a la Liga de Futbol Profesional por el fondo CVC. La exótica ola de surf junto al Metropolitano la pagará Javier Hidalgo. En realidad, los actuales dueños del Atleti ni siquiera desembolsaron el valor de las acciones que les otorga la propiedad del club. Así lo afirma una sentencia judicial que no tuvo mayor recorrido porque el delito había prescrito. Dicho esto, sigamos con lo importante. El presente y futuro del Atlético de Madrid,

La Gerencia del Club ha decidido que la inversión deportiva debe ser la justa. No la necesaria. El contexto competitivo actual, les favorece. La Liga española atraviesa una fatiga evidente. La competitividad de los equipos españoles mengua año tras año. Ya no tenemos el mejor campeonato de Europa. El declive de nuestro torneo liguero ayuda a los intereses del Gil Marín y Cerezo. Les permite llevar a cabo su plan.

El Atleti vive instalado en un confortable estatus. Una insoportable zona de confort. Una comodidad que lleva a sus dueños a invertir poco en fichajes. Clasificarse para la Champions y acceder a los millones de esta competición sale borato. Por desgracia los directivos del Atleti no quieren mirar arriba (los aficionados, sí). Les da pereza intentar competir con Real Madrid y Barcelona. Para ellos es más sencillo ganar año tras año al Sevilla, Villarreal, Betis o Real Sociedad. Poco merito tiene esto, cuando tu musculo financiero es mas robusto que el de tus competidores. La rebeldía histórica del Atleti no era esto.

Pero toda esta estrategia tiene un eje fundamental, Diego Pablo Simeone. Sin él toda la mezquindad de la propiedad posiblemente fracasaría. Simeone es un entrenador excepcional. Saca siempre el máximo rendimiento a su plantilla. Da igual que la compongan jugadores de elite que descartes de mercado. Con el Cholo el vestuario exprime sus capacidades. Así que año tras año, con Simeone al frente del equipo, el Atleti cumple los objetivos de la propiedad. Entrar entre los cuatro primeros. Algo que no es difícil, como se ha dicho. Pero cuando a un entrenador le das cada vez peores recursos y nunca te falla, no puedes prescindir de él. Por eso le pagan lo que le pagan. Porque el Cholo es su garantía.

Pero paradójicamente, la directiva no trata a Simeone como lo que realmente es. El líder del proyecto deportivo. Lo sé, no tiene sentido. Pero no hay un ápice de lógica en el palco del Metropolitano. Para el Consejero Delegado y el Presidente, Simeone, no es un guía espiritual. Es simplemente un dique de contención. Sus éxitos profesionales protegen y salvan a muchos dentro del club. A directivos, directores deportivos y también a jugadores. Todos quieren y necesitan a Simeone. Pero también pretenden moldearlo. Convertirlo en algo que no es. Difuminar la esencia del cholismo.

El Atleti vive instalado en un confortable estatus. Una insoportable zona de confort. Una comodidad que lleva a sus dueños a invertir poco en fichajes. Clasificarse para la Champions y acceder a los millones de esta competición sale borato. Por desgracia los directivos del Atleti no quieren mirar arriba (los aficionados, sí). Les da pereza intentar competir con Real Madrid y Barcelona.

Dicho lo cual, dejemos de hablar del palco y centrémonos en el core business del Atleti. ¡Maldita sea! ¡Hablemos de fútbol! Detengámonos un momento en el Director Deportivo del Club, Andrea Bertra. Un inquietante personaje del que muchos desconocemos incluso la tonalidad de su voz. Seguramente él sepa mejor que nadie lo confortables que se vive detrás de Simeone. La función principal de Berta es fichar. Pues bien, en los últimos años, ha reforzado al equipo con jugadores como Javi Galán, Nahuel Molina, Söyüncü, Azpilicueta o Reinildo. En la vida, todo es cuestión de gustos. Pero no nos equivocaremos si afirmamos que ninguno de los mencionados entraría en un ranking de los mejores cien futbolistas de Europa.

La apuesta de Andrea Bertra ha sido clara, fichajes low cost. Jugadores en sus últimos años de servicio y apuestas arriesgadas por futbolistas desconocidos para el gran público. Francamente no ha habido mucho éxito. Desgraciadamente Bertra ha demostrado que no tiene las cualidades de otros Directores Deportivos. Esos que son capaces de convertir el agua en vino. Es cierto que Berta no llegó al Atleti para ser un “Monchi”. Pero es incuestionable su responsabilidad en la devaluación constate de la plantilla del Atlético año tras año. Su única excusa, las restricciones presupuestarias que gangrena al club.

Posiblemente el mayor error que tiene su política de fichajes es su incapacidad de alinearse con el perfil de jugador que Simeone quiere entrenar. Cholo no engaña. Todos le conocen. Sus equipos desprenden una identidad muy marcada. Se construyen en base al orden y a la seguridad defensiva. Fichar defensas decadentes, faltos de rigor y en el estertor de su carrera es llevar al equipo a un atajo directo al fracaso.

Si echamos la mirada atrás veremos que Berta no participó en la configuración del primer gran equipo de Simeone. Fueron Amorrortu y García Pitarch quienes pescaron a Filipe Luis, Raúl García, Juanfran, Thiago, Gabri o Godin. Paradójicamente el Cholo todavía no había llegado al club. Pero de esa remesa surgió su famosa guardia pretoriana. Los exitosos guerreros del Cholo que ganaron Liga, Copa y disputaron dos finales Champions League.

Cuando aquella vieja guardia se hizo mayor, entonces sí, Andrea Berta, participó. Tuvo la difícil tarea de reorganizar un equipo por completo. Un reto complicado. Partió de una premisa, apostar por jugadores con mayores dosis de calidad que la extinta guardia pretoriana del Cholo. Esos futbolistas estuvieron cerca de levantar la Copa de Europa en dos ocasiones. En la dirección deportiva del Atelti surgió la idea de que si no lo hicieron fue por falta calidad en momentos clave. Berta llegó a una conclusión, tenía que apostar por otro tipo de jugador. Se puso manos a la obra. En la caja había bastante dinero. Las ventas de Griezmann, Lucas Hernandez y Rodrigo habían dejado casi 300 millones de euros.

Todo partió con un fichaje estratégico, Joao Felix. El más caro de la historia del club. Junto con él aparecieron jugadores como Hermoso, LLodi, Llorente, Felipe o Lemar. Aquel equipo ganó la segunda liga de la era Simeone. En gran medida porque tenía un delantero de leyenda, Luis Suarez. Ese éxito reforzó la idea de Berta de seguir apostando por futbolistas más dados al toque que a la brega. Fue la constatación de una tendencia. Cuando llegaron las restricciones postpandemia bajo el coste en fichajes, pero no se modificó la idea.

Andrea Berta apostó por cambiar el perfil del futbolista del Atleti. No ha salido bien. Muchos de los actuales componentes de la plantilla son la antítesis de Simeone. Los polos opuestos raramente se atraen. Con rotundidad podemos decir que la estrategia ha fracasado. Se debe aprender de lo sucedido. El líder es Simeone. Démosle lo que Cholo necesita. Es sencillo.

Desgraciadamente el área deportiva del Atleti no adolece únicamente de un solo agujero negro. Andrea Berta no es la única disonancia. Alarmante es también la preparación física del equipo en los últimos años. Lesiones constantes, estados de forma preocupantes en algunos futbolistas han puesto en la diana al Profe Ortega.

Hoy en Europa el fútbol exige un despliegue físico constante. Los futbolistas que triunfan tienen una condición física de base primorosa. Además de una preparación excelsa. Fallar en este aspecto penaliza mucho. Es más, te impide competir. Hoy el Atlético no tiene jugadores que destaquen por sus cualidades físicas. Pero tampoco evidencian la mejor de las preparaciones.  De hecho, a los peloteros colchoneros los partidos se le hacen eternos. En los minutos finales, incluso, han sido incapaces de mantener el rigor que exige la competición.

El problema era tan evidente que ya se han tomado medidas para revertirlo. El profe Ortega está viviendo sus últimos meses en el club. La necesaria llegada de nuevos métodos debe corregir las deficiencias actuales. De lo contrario se seguirán dando demasiadas ventajas al rival.

Una vez visto el palco, los despachos y el gimnasio tendremos que detenernos en el banquillo. Habrá que hablar necesariamente de Simeone. El entrenador que ha cambiado la historia reciente de este club. El pasado, presente y futuro de este equipo. Un mito y una leyenda. Pero todo esto no lo hace infalible. El Cholo se equivoca. Es cierto.  Algunos de sus planteamientos de partido son más que cuestionables. Pero a pesar de eso, es indudable que en su haber hay más aciertos que errores. El futuro del Atleti pasa indudablemente por él.

Ha llegado el momento de la definición. Simeone es el único capaz de revertir la decadencia que se ha instalado dentro del club. Debe exigir cambios profundos a la propiedad. No puede mirar para otro lado mientras se devalúa sistemáticamente la plantilla a la que entrena. Si calla ahora, entonces se convertirá en cómplice. Será parte del problema y no la solución

Ahora bien, ha llegado el momento de la definición. Simeone es el único capaz de revertir la decadencia que se ha instalado dentro del club. Debe exigir cambios profundos a la propiedad. No puede mirar para otro lado mientras se devalúa sistemáticamente la plantilla a la que entrena. Si calla ahora, entonces se convertirá en cómplice. Será parte del problema y no la solución.

Por último, miremos al terreno de juego, a los jugadores. Un plantel que ha dejado muestras inequívocas de fin de clico. La falta de liderazgo, la irregularidad y la indiferencia mostrada en algunos momentos hacen necesaria una reorganización profunda de la plantilla. En todas las líneas. Es renovar o morir. No hay más.

El Atlético de Madrid necesita cambiar muchas cosas. Debe hacerlo en todos los ámbitos. De lo contrario morirá de aburrimiento. Fracasará. Es necesario revertir la decadencia que esta gangrenando al club. Ha llegado el momento de cambiar la monotonía de los últimos años por la rebeldía histórica de los colchoneros. ¡Adelante! ¡Toca hacerlo! ¡Mirémonos en el espejo!

2 thoughts on “El Atleti ante el espejo

  1. Un artículo antológico. Suscribo al cien por cien todo su contenido. Desde la primera letra hasta última conforma un análisis riguroso, irrebatible y demoledor de la situación de nuestro Atlético de Madrid en todos sus estamentos.

    Cómo me gustaría que lo leyeran todos los componentes del palco y del área técnica. Muy doloroso, pero más necesario que nunca. Felicidades al autor, a quien agradezco mucha información que desconocía y que hace más preocupante el futuro del equipo.

  2. Duro alegato contra la Directiva del Club y la Dirección Deportiva, pero entiendo que está hecho desde el cariño que, quien lo ha escrito, siente por su Atleti.

Leave a comment.

Your email address will not be published. Required fields are marked*