Analizamos la primera parte de la temporada del Atlético de Madrid. Haciendo mención especial a la situación de Godin y Diego Pablo Simeone.

La temporada de futbol 2018-2019 ha recorrido ya su primer tercio de vida, tiempo más que razonable para poder analizar las derivas que han emprendido los diferentes equipos.

El tópico recurrente en el mundo del futbol suele decir que en este tramo de temporada no se gana nada pero si puede perderse todo. El Atlético de Madrid bien sabe que este tópico puede ser dolorosamente verdad, la temporada pasada, dos malos partidos contra el Qarabag en Champions llenaron de nubarrones el futuro del equipo colchonero en la máxima competición continental.

El Atlético de Madrid a día de hoy mantiene intactas todas sus posibilidades en las tres competiciones que disputa.

Este año por contraste el Atlético de Madrid a día de hoy mantiene intactas todas sus posibilidades en las tres competiciones que disputa. Salvados por el momento los mimbres básicos en lo que va de temporada la actualidad del equipo colchonero ha pasado por un eterno y superfluo debate de estilo futbolístico.

Este verano llegaron a la entidad rojiblanca jugadores de calidad y buen pie. Lemar y Rodri como mayores exponentes de esta nueva camada parecen aportar sustancias aromáticas que las últimas temporadas se habían echado de menos en el club colchonero.  Las llegadas de estos nuevos estilistas de toque pudieron hacer creer a algunos que el Atlético de Madrid iba a empezar a mutar su piel para convertirse en un equipo de toque, ofensivo y con posesión por partido de más del sesenta por ciento. Pero la realidad del cholismo es implacable, la calidad individual está al servicio del colectivo, primero orden y rigor, después va el talento.

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La expectativa creada en parte de la afición ha provocado pequeños debates sobre el estilo entre los seguidores colchoneros. Las contundentes derrotas sufridas en Vigo y Dortmund llevaron consigo críticas al rácano planteamiento del entrenador. Además y paradójicamente uno de los estandartes de los últimos años en el Atleti, Diego Godín, ha tenido errores llamativos que han mostrado cierta endeblez defensiva, algo impropio en el Atlético de Simeone.

Sin embargo el uruguayo, ha protagonizado uno de los momentos más estelares de los últimos años en el Atlético de Madrid, la lluviosa tarde de sábado del 10 de noviembre de 2018, Godin, el Capitán oficial y espiritual del equipo rojiblanco se rompía muscularmente durante el transcurso del partido disputado entre el Atlético de Madrid y el Athletic Club. Al partido le faltaba 30 minutos todavía, la defensa del Atlético en cuadro debido a una plaga de lesiones, marcador desfavorable y partido manejado con soltura por los bilbaínos. Diego, como buen capitán no abandono el barco, y se dispuso a jugar lesionado, algo extraño en el futbol actual donde los músculos de los jugadores son tratados con la exquisitez de una piedra preciosa. Godin acabó el partido marcando en el descuento el gol de la victoria atlética. Actuaciones de semejante pundonor hacen olvidar cualquier fallo anterior y reflejan una trayectoria de un jugador colosal en historia atlética, que tiene ganado la admiración y el respeto de una hinchada agradecida.

El pundonor  derrochado por Godin hacen olvidar cualquier fallo anterior y reflejan una trayectoria de un jugador colosal en historia atlética, que tiene ganado la admiración y el respeto de una hinchada agradecida.

Lo paradójico de los debates que se generan es que el recorrido del mismo es escaso, Simeone no es una persona cualquiera en el Atlético de Madrid. Su estilo, sujeto al debate obvio de los diferentes gustos futbolísticos existentes, puede ser cuestionable. Sus logros sin embargo son innegociables. Los aficionados atléticos saben que si hoy el Atlético de Madrid vuelve a codearse con los grandes de Europa es gracias a Diego Pablo Simeone.

El Cholo es hoy para el Atlético de Madrid una figura equiparable a Johan Cruyff en el Barça. Ambos comparten el honor de haber reconducido, en pocos años, en tendencia ganadora la errática dinámica de sus equipos de fútbol. Cada uno, por su puesto, con un estilo propio y bastante dispar uno del otro.

Su estilo, sujeto al debate obvio de los diferentes gustos futbolísticos existentes, puede ser cuestionable. Sus logros sin embargo son innegociables

Simeone no merece critica alguna en su liderazgo, no la merece porque lo conseguido por el argentino y su cuerpo técnico está por encima de las expectativa albergadas por cualquier atlético en su momento. El status del Cholo, con toda justificación, hace muy complejo cualquier debate en torno a su figura y lo que le rodee, estilo incluido. Sus éxitos lo embellecen todo.

Imagen de vozpopuli.com

Simeone es el Comandante que la inmensa mayoría de colchoneros quieren tener. Un Atlético de Madrid sin el Cholo no entra en el imaginario común de los aficionados rojiblancos.

La temporada no ha hecho más que empezar y los éxitos no están ni mucho menos garantizados para el Atlético. Si bien Godin y Simeone van a garantizar competitividad, eso está fuera de toda duda y debate.

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