Fadil Vokrri era albanes y jugaba al fútbol. En una época en que pocos miembros de esta comunidad podían hacerlo. Sus éxitos con el balón lo convirtieron en un referente para los albaneses de Kosovo. Contamos la historia de un futbolista que trascendió lo meramente deportivo

En los años ochenta Europa asistió al despertar del fútbol yugoslavo. Para el recuerdo figuras como Savicevic, Prosinecki o Boban. Pero en aquellos años y entre tanta estrella, un futbolista de origen albanes se codeó con la elite del fútbol balcánico. Aquel pelotero se llamaba Fadil Vokrri. Durante años representó con orgullo a una comunidad desangelada dentro de Yugoslavia.

Los albaneses en Yugoslavia nunca tuvieron su propia Republica. A pesar de ser la etnia mayoritaria en la región de Kosovo, el Estado Yugoslavo solo les reconoció como territorio con autonomía dentro de la República de Serbia.

Durante años serbios y albaneses compartieron Estado y República. Sin embargo, acabarían enfrentándose en una cruenta guerra. Por desgracia algo habitual en los años noventa en los Balcanes. Los enfrentamientos bélicos con los serbios provocaron un distanciamiento emocional de los albaneses con Serbia. Finalmente, el 17 de febrero de 2008, Kosovo se declararía independiente. Otra ruptura mas en un territorio que una vez fue solo uno, Yugoslavia.

Durante años serbios y albaneses compartieron Estado y República. Sin embargo, acabarían enfrentándose en una cruenta guerra. Por desgracia algo habitual en los años noventa en los Balcanes.

Yugoslavia era un país multicultural y plurinacional. Estaba compuesto por seis Repúblicas y dos provincias autónomas. Una de ellas Kosovo. En él convivían cinco religiones distintas y lo habitaban etnias diversas. El Mariscal Tito, fue el principal arquitecto de aquel país. Junto con sus partisanos expulsó a los alemanes de territorio yugoslavo. Terminada la II Guerra Mundial, Tito proclamó la Republica Federal Socialista de Yugoslavia. Sin embargo y a diferencia de otros países comunistas de Europa, Tito eligió un camino independiente respecto de la Unión Soviética. Yugoslavia no fue miembro del Pacto de Varsovia. Por el contrario, fue uno de los países fundadores del movimiento de países no alineados.

La Yugoslavia de Tito, fue creando una cultura deportiva de alto nivel. En un clima de paz el deporte yugoslavo se fue especializando en los deportes de equipo. Se crean escuelas de entrenadores y se perfila un estilo autóctono en disciplinas como el Waterpolo, el Balonmano, el Baloncesto y el Fútbol.

Fadil Vokrri con el chándal de la selección de Yugoslavia

Sin embargo, los deportistas de elite de origen albanes en Yugoslavia fueron escasos. Por ello la figura de Fadil Vokrri trasciende lo meramente deportivo. El goleador albanes se convirtió en los años ochenta en uno de los pocos elementos que unían la comunidad albanesa con el moribundo Estado yugoslavo.

En los años ochenta Vokerri jugó más de un centenar de partidos con la selección yugoslava. Un hito para cualquier futbolista de origen kosovar. A pesar del éxito Fadil siempre tuvo claro sus raíces. Su origen y su sentimiento hacia su pueblo estarán siempre presente a lo largo de su carrera deportiva.

Debutó en la élite del fútbol yugoslavo en el Pristina. Se convirtió en un voraz goleador que durante varias temporadas hizo que un pueblo entero olvidara sus miserias cada domingo. Para la historia quedará el gol que posibilitó la victoria del Pristina en casa del todo poderoso Partizan de Belgrado.

Sus buenos números en el equipo kosovar le llevaron a uno de los grandes equipos de Yugoslavia, el Partizan. En la capital de serbia siguió metiendo goles. Su idilio con el gol le abrió las puertas de la selección yugoslava y del fútbol europeo. Un año después de ser vital en la conquista del titulo de Copa por el Partizan fue fichado por el Fenerbahçe turco.

En Turquía Vokrri pudo observar cómo vivía una sociedad compleja como la turca, si bien en ella nadie era discriminado jugando al fútbol. Esta experiencia le llevó a tomar conciencia de la anómala situación que vivían los albaneses en Serbia. En numerosas ocasiones los kosovares eran marginados o excluidos de los equipos de fútbol por cuestiones étnicas.

Estadio Nacional de Pristina con el nombre de Fadil Vokrri

Fadil también jugaría en la liga francesa a finales de los años ochenta, concretamente en el Nimes. Sus experiencias en el extranjero le permitieron tomar perspectiva de lo que estaba sucediendo en Yugoslavia. Particularmente de las dificultades que padecían los albaneses de Kosovo. Fue en estos años cuando renunció a representar a Yugoslavia. Dejó la selección. Eran los estertores de un país que se desintegró de la peor manera posible, con un baño de sangre.

Fadil Vokrri, volvería a Kosovo años después. Tras la declaración de independencia fue nombrado presidente de la Federación de Fútbol de Kosovo. Como presidente de la Federación consiguió que en 2016 Kosovo fuera reconocida por la FIFA y por la UEFA como miembro oficial. De esta manera Kosovo podía participar en las competiciones internacionales de fútbol. Para muchos kosovares ese hito es después del día de la declaración de la independencia, el momento más importante del país.

Sus experiencias en el extranjero le permitieron tomar perspectiva de lo que estaba sucediendo en Yugoslavia. Particularmente de las dificultades que padecían los albaneses de Kosovo.

El 9 de junio de 2018 Fadil Vokrri falleció tras sufrir un ataque al corazón. Su entierro fue un acto de estado. Acudieron las más altas instancias del pequeño y nuevo país de los Balcanes. A nadie extrañó la repercusión social de su sepelio. Durante años Fadil fue el estandarte de un pueblo carente de referentes deportivos.

Fadil Vokrri fue más que un futbolista. Era el icono de un pueblo. Los albanes que vivieron en la antigua Yugoslavia lo idolatraban. Fue un extraordinario deportista. Pero además de sus dotes futbolísticas, sus buenas gestiones y su diplomacia consiguieron que Kosovo fuera reconocida como selección oficial. Por todo ello el Estadio nacional de Pristina lleva su nombre y está decorado con una estatua de Fadil Vokrri. Hasta el momento el futbolista más importante de la historia de Kosovo. Si bien, Fadil Vokrri fue algo más que un simple futbolista. Posiblemente el mayor estandarte que tuvo un pueblo que anhelaba libertad.

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