En época de crisis es bueno recordar ejemplos de superación. Repasamos la historia del Real Oviedo que después de estar al borde de la desaparición ha conseguido construir un proyecto futbolístico estable.
Si hay algo que se repite en los últimos meses en el mundo es la palabra crisis. No es un término nuevo para mí, a mis casi cuarenta años he vivido crisis de todo tipo. Personales, sentimentales además de políticas y económicas. Sin embargo, tengo la sensación que la crisis que vivimos estos días es diferente a todas las anteriores. No es una crisis sin más, son muchas al mismo tiempo. Padecemos una terrible alarma sanitaria, que ha provocado una catastrófica situación económica en un país que ya adolecía de una crisis territorial e institucional. Si esto no fuera suficiente, a última hora se ha añadido también un problema dinástico. En definitiva, la incertidumbre se ha convertido en algo natural de nuestro día a día.
La experiencia vivida estos últimos años me lleva a una idea clara, de una crisis se puede salir de muchas maneras. No es algo homogéneo. Algunas veces uno sale robustecido y otras peor, infinitivamente peor. En el mundo del fútbol las crisis afloran con cierta asiduidad. Cuando eres niño creces escuchando gol en las Gaunas y con treinta años te enteras que el C.D. Logroñés es solo cuestión del pasado. En la adolescencia disfrutas viendo a Nayim dándole un título europeo al Real Zaragoza y cuando creces ves a los maños transitar sin más por Segunda División. Siendo joven el Deportivo gana la Liga y juega la Champions, esta temporada Riazor verá partidos de Segunda B.
Para estos equipos cualquier tiempo pasado fue mejor, para otros como el Racing de Santander, Málaga, Hércules, Murcia o Castellón también. Existe la sensación que cuando un equipo de fútbol entra en crisis profunda las posibilidades de resurgir son escasas. Es difícil encontrar un ejemplo de un club que, tras años, incluso décadas, de purgatorio recupere constantes vitales y vuelva a tener identidad, proyecto deportivo y estabilidad. Tal vez el único ejemplo conocido sea el Real Oviedo.
Es difícil encontrar un ejemplo de un club que, tras años, incluso décadas, de purgatorio recupere constantes vitales y vuelva a tener identidad, proyecto deportivo y estabilidad. Tal vez el único ejemplo conocido sea el Real Oviedo.
La realidad es que el Real Oviedo estuvo a punto de morir en numerosas ocasiones. Inexplicablemente sobrevivió a más de un quinquenal de operaciones a vida o muerte. Que hoy siga vivo se debe a la fe inquebrantable de una afición que se empeñó en no dejar morir al club de su vida.
El Real Oviedo era un habitual en la elite de nuestro fútbol, competía con frecuencia en Primera y Segunda División. Incluso en 1991 llegó a clasificarse para disputar la Copa de la UEFA, participación europea que dejó un inolvidable duelo contra el Genoa italiano, muy presente todavía en el recuerdo colectivo de la capital asturiana. Desgraciadamente la llegada del nuevo milenio iba a cambiar esta bonita historia.
La crisis del Real Oviedo comenzó en 2001, cuando el equipo entrenado por aquel entonces por el malogrado Radomir Antic descendió a Segundo División. Una nefasta temporada en la división de plata precipitaron un nuevo desplome a Segunda B. Pero la caída no había terminado, la falta de acuerdo entre jugadores y directiva por el impago de deudas provocó un nuevo descenso. En verano de 2003 el Real Oviedo estaba en Tercera División.
El club carbayón entraba en suspensión de pagos. Todo parecía abocado a la desaparición. Incluso el Ayuntamiento de la ciudad dio la extremaunción al Real Oviedo. Desde la Casa Consistorial se promulgó la refundación del club a partir de otro preexistente. El equipo elegido fue el histórico Astur C.F. Se modificó su nombre por el de Oviedo Astur Club de Fútbol, abreviado de forma intencional a Oviedo A. C. F. Se impuso el color azul en su camiseta y se diseñó un nuevo escudo muy similar al del Real Oviedo.
En la capital de Asturias aparecieron de repente dos referentes futbolísticos. El Real Oviedo, histórico y endeudado frente al artificial Oviedo Astur inmaculado económicamente. A la afición le tocó elegir. En un ejercicio de lealtad y romanticismo escogió el camino difícil. Apostó por el club de siempre, por su escudo, por la camiseta que habían vestido Carlos, Dubovsky o Bango. Su maltrecha situación económica no iba a ser la excusa para apartarlo de sus vidas.
Jugando en Tercer División más de diez mil personas sacaron el abono del Real Oviedo. Record absoluto en la categoría. El enfermo palpitaba. La hinchada carballona era lo único que lo mantenía con vida.
La temporada 2003-2004 comenzó, el mero hecho de empezar ya era una victoria para el Real Oviedo. El Ayuntamiento intentó desalojar al histórico Oviedo de su mítica casa, el Carlos Tartiere. No lo consiguió. Jugando en Tercera División más de diez mil personas sacaron el abono del Real Oviedo. Record absoluto en la categoría. El enfermo palpitaba. La hinchada carbayona era lo único que lo mantenía con vida.
La Tercera División no fue una parada efímera, duró más tiempo del esperado. En 2005 se ascendió a Segunda B pero dos años después se volvería a caer en el pozo de Tercera. Fueron años duros futbolísticamente hablando. La gran victoria de esta época fue conseguir el apoyo popular. La gente en Oviedo había elegido equipo, era el Oviedo de siempre, ese en el que un día jugaron Jerkan, Onopko y Pompei.
La situación económica no mejoraba, jugando en Tercera era difícil. En 2006 el Club volvió a entrar en la UVI. Otra vez a la desesperada hubo que salvarlo y nuevamente se consiguió. Una ampliación de capital milagrosa dio algo de oxígeno a la maltrecha economía del Club. Dos años más tarde en 2008 el Real Oviedo consiguió subir definitivamente a Segunda B.
La Segunda B era vista como un oasis en los años oscuros. Pero jugar en el tercer nivel del futbol español no garantizaba absolutamente nada. La descomposición seguía. La administración que surgió de la ampliación de capital de 2006 dejó nuevamente al Real Oviedo al borde de la disolución. Era finales de 2012 y sino aparecían dos millones de euros el club dejaría de respirar. Había que luchar nuevamente por salvarlo, volvieron las movilizaciones, pero esta vez el llamamiento se hizo al mundo entero.
Inesperadamente el mundo respondió y miles de personas desde cualquier rincón del planeta compraron acciones del Oviedo. El fenómeno alcanzó ochenta países, y nuevamente el Real Oviedo volvió a salvarse de una muerte segura.
Surgirá un peculiar sentimiento llamado “Proud of you”. Míticos canteranos ovetenses como Juan Mata y Santi Cazorla, Fernando Alonso o el reconocido periodista británico Sid Lowe, declarado hincha ovetense, hicieron un llamamiento a través de las redes sociales para salvar al Real Oviedo. Inesperadamente el mundo respondió y miles de personas desde cualquier rincón del planeta compraron acciones del Oviedo. El fenómeno alcanzó ochenta países, y nuevamente el Real Oviedo volvió a salvarse de una muerte segura.
A partir de este momento el Oviedo se convirtió en un club saneado con más de treinta mil accionistas y aficionados repartidos por todo el mundo. Por fin empezaba un renacer. En 2015 asciende de nuevo a Segunda División. El Real Oviedo volvía al fútbol profesional. El último peldaño para retornar a la élite del fútbol español. Hoy en día Oviedo vuelve a tener un referente futbolístico con un proyecto deportivo claro y estable. Es solo cuestión de tiempo que vuelva a Primera División.
Las crisis pueden ser largas, incluso muy largas, pero nunca son eternas. La historia del Real Oviedo nos muestra un camino a recorrer. Albert Einstein dijo que lo trágico de una crisis es no luchar por superarla. Los hinchas del Oviedo pelearon por vencerla y finalmente lo consiguieron. La vital supervivencia ovetense es un buen ejemplo a seguir en estos tiempos de crisis.
El Real Oviedo es el pionero en España en historias de supervivencia.Afortunadamente,El Castellón sigue su estela y sale por fin del pozo.Otros, como Murcia y Recreativo siguen en la pelea.Pocos,apenas 4 que citar.LOs que tiraron la toalla son demasiados…
Manuel muchas gracias por tu comentario. Pues tienes razón y es una pena. El fútbol es muy importante, los equipos representan valores de unión y fraternales. El Oviedo es un ejemplo maravilloso. Muchas aficiones lo tendrán como referencia
Y Cardo, Salvador principal del Oviedo ni tan siqüera merece una pequeña mención?. De bien nacidos es ser agradecidos
Gracias José Ramón. La línea del artículo busca resaltar el importante papel de la afición ovetense.
Con tu valioso comentario queda dicho y expuesto el papel de Carso. Gracias a él, nuestro artículo será más completo
Pues si todo muy cierto, el tiempo a veces pasa muy rapido o muy despacio depende de las circustancias , despues de la llegada al futbol profesional creo que debemos tener mas paciencia, vreo que llegara el momento del ascenso a 1.
Pero cuidadin que la temporada pasda estuvimos casi en 2b y eso si seria otro zasca duro. En fin alo que toca 2 division.
Gracias Chiru. La Segunda División es una competición muy difícil. La historia muestra ejemplos de equipos confeccionados para ascender que han descendido. Pero en líneas generales el Oviedo está haciendo las cosas con seriedad
Muy buen resumen, del sufrimiento y resurgir del Real Oviedo, como soñar es gratis y aunque es dificil, creo que si logra subir a primera, con el grupo Carso detrás, sin tope salarial como en segunda, el Oviedo no será un equipo ascensor, llegará para quedarse
Gracias Pichi. El periplo del Real Oviedo ha sido muy intenso. Seguramente antes o después acabe con el equipo en Primera División. Se ve que hay seriedad en la dirección deportiva y eso es una garantía de estabilidad