El Levante se proclamó campeón de la Copa de la España Libre en 1937, título que todavía no tiene oficialidad. Contamos la historia de este logro y los argumentos que tiene la entidad valenciana para que ese éxito sea reconocido como título oficial.
“En una Guerra Civil la primera baja es la Justicia”. Ken Follett.
El 18 de julio de 1936 se abrió en España uno de los episodios más crueles de nuestra historia reciente. El desgarro que vivió nuestro país durante tres años, los conocidos como la Guerra Civil, provocaron una herida histórica incalculable. Ochenta años después y a pesar de los grandes esfuerzos que la mayoría de españoles han hecho y seguirán haciendo por la concordia y la reconciliación, siguen quedando flecos por resolver. Desgraciadamente el fútbol español en 2019 sigue teniendo una disidencia derivada de la Guerra Civil. El Levante Unión Deportiva lleva décadas tratando de conseguir que La Copa de la España Libre que conquistó en 1937 tenga reconocimiento como título oficial por parte de la Federación Española de Fútbol. Hasta el día de hoy, el ente federativo, ha rehusado tal reconocimiento.
El fútbol español al inicio de la Guerra Civil tuvo los mismos comportamientos que el resto de la sociedad, hubo leales a la República, tuvo mártires en la represión, fieles a la sublevación y activistas de uno y otro bando. El fútbol no se detuvo durante la contienda bélica, durante el tiempo en que en España silbaban las balas y se propagaban las trincheras se organizaron campeonatos de fútbol. Si bien estos campeonatos estuvieron supeditados a la extensión de los territorios de una y otra facción.
El fútbol español al inicio de la Guerra Civil tuvo los mismos comportamientos que el resto de la sociedad, hubo leales a la República, tuvo mártires en la represión, fieles a la sublevación y activistas de uno y otro bando.
En el bando nacional, el General Moscardó con la ayuda del Expresidente del Español el señor de La Riva creó una oficina (ubicada en la ciudad de San Sebastián) para gestionar y organizar la práctica del fútbol en el territorio dominado por el ejército sublevado. Los gestores del bando nacional no buscaron organizar campeonatos nacionales, se limitaron a potenciar torneos regionales. La creación de la mencionada oficina hará que el fútbol español a partir de ese momento viva una dualidad representativa que no se resolverá hasta que finalice la guerra en 1939.
La República trasladó a Barcelona la sede de la Federación Española de Fútbol, el ente estaba dirigido por Ricardo Cabot. La ofensiva del ejército nacional había limitado el dominio territorial republicano a la zona centro y la costa mediterránea. En 1937 la Federación de Fútbol Republicana se dispuso a planificar competiciones futbolísticas para evitar el cese de la actividad de los clubes profesionales. Se organizaron dos competiciones, la Liga Mediterránea de fútbol y la Copa del Presidente de la República, también denominada la Copa de la España Libre. Debido a las limitaciones geográficas que tenía en ese momento la República la Liga Mediterránea solo contará con la participación de equipos catalanes y valencianos. El campeonato lo disputaron ocho equipos y el ganador fue el Fútbol Club Barcelona.
Tras la disputa de la Liga Mediterránea se organizó la Copa de la España Libre, este torneo debían disputarlo los cuatro primeros clasificados de la Liga Mediterránea que fueron Barcelona, Español, Girona y Valencia. Si bien, el Barcelona rehusó participar ya que ese verano emprendió un viaje por el continente americano para recabar apoyos a la causa republicana. El Levante sustituyó al Barça ya que había obtenido el quinto puesto en el torneo liguero. El 6 de junio de 1937 comenzó a disputarse la Copa de la España Libre, la primera fase del torneo tenía un formato de liguilla con partidos de ida y vuelta. Los dos primeros clasificados disputarían la final. Levante y Valencia ocuparon los dos primeros puestos y alcanzaron la final del Torneo. La gran final se disputo el 18 de julio de 1937 en Barcelona. El Levante ganó por un gol a cero. Con esta victoria el Levante conquistó la Copa de la España Libre, trofeo Presidente de la República, único título en sus más de cien años de historia.
La gran final se disputo el 18 de julio de 1937 en Barcelona. El Levante ganó por un gol a cero. Con esta victoria el Levante conquistó la Copa de la España Libre, trofeo Presidente de la República.
La duplicidad institucional que vivía el fútbol español alcanzó las instancias de la Federación Internacional de Fútbol. En otoño de 1937 tanto los gestores del fútbol republicano como los nacionales solicitaron a la FIFA que acabase con la dualidad existente. La respuesta del máximo organismo del fútbol fue instar a ambos bandos a integrar una única Federación, con un mismo escudo y que organizaran un campeonato único. Ambas entidades declinaron la propuesta de la FIFA. El máximo organismo del fútbol internacional, ante la anómala situación en que se encontraba España y su fútbol, decidió permitir la coexistencia de varias competiciones en territorio español, reconociendo la oficialidad de todas ellas. Cuestión que hoy en 2019 todavía no ha sucedido, siendo el Levante y su victoria en la Copa de 1937 la gran perjudicada.
La Guerra Civil acabó el 1 de abril de 1939, la victoria de Franco y de los nacionales dejó en el olvido el trofeo conquistado por el Levante. Las nuevas autoridades franquistas reorganizaron por completo la Federación Española de Futbol, este nuevo ente federativo no reconocerá nunca como propia la Copa de la España Libre.
En junio de 2009 el Congreso de los Diputados aprobó a iniciativa del Grupo parlamentario de Izquierda Unida una proposición no de Ley para que la Federación Española de Fútbol estudiase el reconocimiento de la oficialidad de la Copa disputada en 1937. Sin embargo dicho reconocimiento no ha llegado todavía. El Partido Popular vio con buenos ojos la proposición propuesta, seguramente influiría en este posicionamiento la figura de Martinez Pujalte, parlamentario popular y vicepresidente del Levante.
La falta de reconocimiento por parte de la Federación Española de Fútbol contrasta con la posición que en los años de la contienda bélica mantuvo la FIFA permitiendo la coexistencia de competiciones. Un hecho que da argumentos para oficializar la Copa conquistada por el Levante lo tenemos en el Torneo Nacional de Fútbol de 1939. Dicha competición si tiene carácter oficial y es reconocida por la Federación Española de Fútbol. El citado torneo se organizó meses después del fin de la Guerra Civil. Para dilucidar quién participaría en el torneo se optó por incluir a los equipos que habían ganado los torneos regionales organizados en los territorios controladas por el ejército nacional. No participaron equipos ni de Madrid ni de Valencia ni de Cataluña, posiblemente los más fuertes de ese momento. El Sevilla se hizo con la victoria, en el palmarés del club de Nervión el Torneo de 1939 tiene oficialidad y reconocimiento federativo.
El reconocimiento de la Copa de la España Libre al Levante es una deuda pendiente de nuestro fútbol.
El reconocimiento de la Copa de la España Libre al Levante es una deuda pendiente de nuestro fútbol. Las competiciones de fútbol no deben ser sometidas a arbitrariedades ideológicas, ni a revanchismo bélico propio de otras épocas. Que al Levante se le reconozca oficialmente un título ganado en el terreno de juego debe ser interpretado como un síntoma de justicia deportiva. No es honesto por parte de nuestro fútbol seguir negándoles los laureles a unos jugadores que compitieron y vencieron un torneo organizado por los organismos deportivos de la República. Es incuestionable que una parte de España durante la Guerra Civil fue republicana, y en esa parte se jugó oficialmente al fútbol. El fútbol español tiene una deuda pendiente con el Levante que debería resolver lo antes posible. Hasta que no se haga, el fútbol español seguirá viviendo con una disidencia de la Guerra Civil.