Parece ser que el bueno de Santi Cazorla vuelve a entrenarse con el Villarreal después de pasar un auténtico calvario de lesiones siendo jugador del Arsenal inglés. A todos los aficionados al balón se nos han quedado grabadas las imágenes de su piel injertada en el tobillo con parte del tatuaje que lucía en su brazo. No puedo dejar de desearle lo mejor a este  bicampeón europeo como  tampoco puedo evitar pensar en cómo hace unos diez años Santi Cazorla rechazó al Real Madrid porque su proyecto deportivo no le resultaba interesante. Y no me viene a la cabeza este hecho porque sienta alguna animadversión hacia él, Dios me libre de criticar yo que la gente pueda elegir libremente su destino, más bien me viene a la cabeza porque el Real Madrid está viviendo hoy una situación similar, pero a la inversa. Me explico:

Parece ser que son varios los entrenadores que ha tentado el Real Madrid y el puesto sigue sin dueño. Los motivos, comprensibles todos, se basan en que Zidane ha dejado el listón muy alto.

Hace 10 años el Madrid mostró un abierto interés por fichar al jugador asturiano, criado en la cantera del Villarreal, tanto que incluso Iker casillas y el propio Cazorla fueron pillados en una conversación en la que comentaban la posibilidad de ser compañeros, finalmente, un Real Madrid campeón de Liga con Schuster al mando no pudo hacerse con los servicios del jugador. Los motivos, según reconoce el mismo Cazorla, fueron deportivos, es decir, el Real Madrid carecía de un proyecto ilusionante que convenciera a un jugador proveniente del Villarreal. Y en cierto modo, tenía razón. El Real Madrid había ganado una liga con pocos rivales que le hicieran sombra. El Barcelona del último año de Rijkaard será recordado más que por su juego por las fiestas de su plantilla, aquel año el miembro de la plantilla que no acabó divorciado era porque no estaba casado a no ser que te apellidaras Iniesta y puso en bandeja que un entrenador como Schuster, cuyo mérito anterior había sido el quedar noveno con el Getafe, fuera campeón de una liga descafeinada y poco valorada en términos futbolísticos.  Cazorla vio al igual que muchos que se avecinaba una época gloriosa para el Barcelona que no iba ser nada fácil de gestionar para el vestuario blanco. Una época capaz de desquiciar a cualquiera y que llegó incluso a hacer que el mismísimo Schuster perdiera los papeles y dijera en rueda de prensa antes de un partido contra el F.C. Barcelona que era imposible ganarles. Afortunadamente, no toda la gente del club pensaba así y como antídoto acabó viniendo a un tal Cristiano Ronaldo y poco más tarde “the Special One” que, cada uno a su manera,  se negaron a reconocer que sólo el Barcelona podría ganar títulos dentro y fuera de este país. Pero eso ya, es otra historia. El caso que nos ocupa es que el real Madrid fue rechazado por un jugador, cosa a lo que no estaba acostumbrado, que es exactamente lo que parece que le está volviendo a suceder al club blanco a la hora de buscar entrenador. Si bien, por motivos muy diferentes. Si hace años venir al Real Madrid no era atractivo porque no garantizaba títulos, diez años más tarde y cuatro copas de Europa después, el Madrid deja de ser atractivo para algunos por la dificultad de estar a la altura de los retos del club y por tanto verse incapaces de garantizar los títulos que exige la trayectoria del Real Madrid. Parece ser que son varios los entrenadores que ha tentado el Real Madrid y el puesto sigue sin dueño. Los motivos, comprensibles todos, se basan en que Zidane ha dejado el listón muy alto. Y no vale excusarse y pedir paciencia porque  “soy un hombre de la casa” porque Zizou también lo era, o porque “nunca había estado al frente de una plantilla con tantas estrellas”, porque él tampoco y mucho menos en decir que tengo una plantilla corta porque si algo va a ser un problema en ese vestuario es que habrá que romperse mucho la cabeza y echarle valor para sentar a ciertos nombres, que ya les va tocando, pero que todos cuentan un mínimo de tres Champions a sus espaldas. No hay que olvidar que Sergio ramos tiene ya 32 años, Cristiano 33 que al igual que Modric es del año 85, Benzema este año hace 31, incluso los 30 de Marcelo parece que pueden empezar a ser un problema. Cierto es que se especula con algunas salidas, pero de lo que estoy seguro es de que el presidente Florentino Perez se encargará de que haya llegadas que estarán a la altura.  En definitiva, el Madrid asusta porque su presente es tan grande que es capaz de devorar a cualquiera, pero bendito problema, ¿no?

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