Contamos la historia de Bebel Garcia, jugador del Deportivo de la Coruña, un futbolista que murió fusilado por defender sus ideales socialistas.
“En una Guerra Civil la primera baja es la Justicia”. Ken Follett.
El 18 de julio de 1936 se abrió en España uno de los episodios más crueles de nuestra historia reciente. El desgarro que vivió nuestro país durante tres años, los conocidos como la Guerra Civil, provocaron una herida histórica difícil de olvidar.
El fútbol español, no fue ajeno a la barbarie que sacudió el país. Al inicio de la Guerra Civil dentro de nuestro balompié se reprodujeron los mismos comportamientos que en el resto de la sociedad. Hubo leales a la República, mártires en la represión, fieles a la sublevación y activistas de uno y otro bando.
En La Coruña, un jugador se convertirá en mito y leyenda, por su trágico destino. Su nombre, Bebel Garcia, un futbolista que por las mañanas se vestía con la camiseta blanquiazul del Deportivo de la Coruña y por las tardes se anudaba el pañuelo rojo de militante socialista. Su activismo político le llevaría a morir frente a un pelotón de fusilamiento el 29 de julio de 1936.
Bebel Garcia, un futbolista que por las mañanas se vestía con la camiseta blanquiazul del Deportivo de la Coruña y por las tardes se anudaba el pañuelo rojo de militante socialista.
La última voluntad de Bebel García antes de ser fusilado fue orinar frente a sus ejecutores. Con ese gesto, Bebel encaraba la muerte con la misma rebeldía con la que había afrontado la vida. Aquel episodio, repleto de heroísmo, fue narrado por Eduardo Galeano en su libro, Espejos. Una historia casi universal (Siglo XXI). El célebre escritor uruguayo describió a Babel con su peculiar originalidad “era zurdo para jugar y también para pensar”.
Bebel Garcia era uno de los ochos hermanos de la lejía. Con ese término conocían en La Coruña a su familia. El padre y patriarca era un destacado líder socialista. Su activismo le llevó a escapar de Ribadeo e instalarse en la ciudad herculina. Allí se ganó la vida con una pequeña fábrica de lejía. De ahí la acepción que recibieron sus hijos.
Sus vástagos siguieron sus pasos, tanto ideológicamente como profesionalmente. Pero además destacaron en la práctica deportiva. France Garcia fue un prometedor boxeador, Pepín un veloz atleta y Bebel un destacado futbolista. En los años treinta se convirtieron en una estirpe relevante de la ciudad. Por eso, hoy, una de sus calles lleva la acepción por la que eran conocidos los ocho hermanos.
Bebel jugó cuatro temporadas en el Dépor. Todas ellas en Segunda División. Fueron años monótonos para el equipo blanquiazul. Una etapa sin logros relevantes que destacar para la entidad herculina. Bebel era el delantero suplente. Pero un buen suplente, según decían sus propios compañeros. En su primera temporada jugó cinco partidos e hizo un gol. En 1934 participó en veinte encuentros consiguiendo diez tantos. Esa fue sin duda su mejor campaña. En 1935 apenas jugó, disputo solo dos partidos. Cuando se inició la guerra, Bebel apenas jugaba ya en el Dépor. En 1936 solo se calzó las botas una vez. Durante toda su carrera consiguió once goles para el equipo de su ciudad. Un dato que quedará para la historia.
Bebel era muy bajito pero tenía unas condiciones fabulosas para jugar al fútbol. Sin embargo, en su cabeza el balompié era algo secundario.
Bebel era muy bajito pero tenía unas condiciones fabulosas para jugar al fútbol. Sin embargo, en su cabeza el balompié era algo secundario. Junto con sus hermanos fue un destacado activista, organizando huelgas, manifestación y actos reivindicativos de fuerte contenido ideológico.
El 18 de julio Babel trató de impedir activamente que La Coruña cayera en manos del ejercito sublevado. Para su desgracia no lo consiguió y tuvo que huir a Asturias. Durante la evasión cayó preso junto con dos de sus hermanos. A los pocos días le ejecutaron. Pero su historia nunca se olvidó. Una generación tras otra de coruñeses recordó para siempre la rebeldía de Babel antes de ser fusilado.
Sin embargo, durante décadas se ha desconoció el lugar donde estaba sepultado el cuerpo de Bebel Garcia. El investigador Rubem Centeno ha puesto fin al misterio. Sus indagaciones han concluido que Bebel está enterrado en el cementerio coruñés de San Amaro. En una de las mayores fosas comunes del franquismo en Galicia. Un trágico destino para alrededor de doscientas cincuenta personas.
El deportivismo ya sabe el lugar donde descansa un jugador que defendió su escudo con la misma pasión con la que lucho por sus ideales. Bebel Garcia un futbolista para la historia que merece ser recordado.
Desconocía esta historia. Gracias por sacarla a la luz.
Ante todo, mi más enérgica repulsa por el asesinato del futbolista Bebel García, y por tantos actos de barbarie con los que millones de seres humanos pagaron con su vida la defensa de sus ideales; cualesquiera que fueran.
Por eso estoy seguro de que el próximo artículo del mismo autor será un homenaje a los siguientes futbolistas de nuestro Atlético:
– Vicente Palacios González, autor del primer gol colchoneros en la liga, que fue asesinado en la retaguardia de Madrid por milicianos “republicanos” en agosto de 1936. Su delito: era profesor mercantil y empresario (regentaba una frutería en el barrio de Chamberí).
– Antonio Mazarrasa Fernández, asesinado tras una “saca” y permanencia de meses como preventivo en la Cárcel Modelo, en el genocidio de Paracuellos de Jarama. Su delito: su padre era monárquico y católico reconocido, y se afincó en Madrid al ser elegido senador en representación de Álava.
– Alfonso Olaso, fusilado antes de concluir 1937 por las tropas del El Campesino, después de ser gravemente herido en la batalla de Teruel y hecho prisionero. Su delito, ser combatiente del Ejército Nacional.
Y sólo es una pequeña muestra de los centenares de jugadores asesinados -no sólo por el Bando Nacional- sino por el Frente Popular (formado -recordatorio para jóvenes y no tan jóvenes- por partidos y sindicatos socialistas, comunistas, anarquistas y separatistas; todos ellos muy “democráticos”).