Después de ocho temporadas consecutivas jugando en el Atlético de Madrid Gabriel Fernández capitán del Atlético de Madrid abandona el club de su vida
Gabriel Fernández anunciaba este verano de 2018 que dejaba el Atlético de Madrid y se iba a probar suerte en el futbol catarí. Una oferta económica mareante tiene gran culpa de esta decisión. El Atlético pierde al capitán que ha levantado los últimos seis trofeos conquistados por el club, no es poca cosa.
Cuando recibí la noticia de la salida de Gabi sabía que tenía que ser tema para escribir, entendía que el gran capitán que ha comandado al Atleti en esta última etapa gloriosa, una de las más exitosas del equipo colchonero, merecía un escrito de homenaje. Estuve pensando cómo enfocar ese homenaje personal, podría hablar de sus goles más importantes, mencionar alguna jugada espectacular, sus partidos más brillantes, en este proceso de reflexión tratando de recopilar todo lo hecho por Gabi en el Atleti me di cuenta que no iba a saber reflejar bien lo que ha sido Gabi para el club colchonero si lo enfocaba únicamente en términos futbolísticos.
Gabi ha sido el punto de equilibrio de un proyecto deportivo que ha tenido jugadores de nivel muy alto, un entrenador fastuoso y una afición superlativa
Es muy difícil hablar de Gabriel Fernández y hacerle justicia a través de unas palabras. Como es tremendamente complicado entender el equilibrio que tienen muchas de las cosas que nos rodean. Iván Ferreiro tiene una temazo que se llama “El equilibrio es imposible”, ¿será verdad esto? Analicémoslo detenidamente.
En física el término equilibrio hace referencia al estado de un cuerpo cuando las fuerzas encontradas que actúan en él se compensan y se destruyen mutuamente, tema complejo para mí que soy de letras. De esta definición entiendo que para que haya equilibrio debe existir algo que compense las diferentes fuerzas existentes, yo me pregunto ¿Qué es ese algo?, complicado identificarlo a simple vista. Pues bien en el Atlético de Madrid de las últimas ocho temporadas es bastante fácil saber qué o quién es ese algo, ese algo es Gabi.
Es difícil imaginarse un Atlético sin Gabi.
Gabi ha sido el punto de equilibrio de un proyecto deportivo que ha tenido jugadores de nivel muy alto, un entrenador fastuoso y una afición superlativa. En ese ecosistema el núcleo intangible era él. Jugador de la casa, formado en la cantera rojiblanca, entendió perfectamente que papel que debía jugar en el Club. Discretamente fue tapando los agujeros que iba encontrándose, sin ruido, sin focos, simplemente dando equilibrio.
Pretendo con esta reflexión darle valor a un intangible que los aficionados atléticos percibimos de Gabi pero que no es fácil de expresar futbolísticamente, todo lo que ha aportado Gabi no se cuantifica en estadísticas, no son goles, ni asistencias, ni robos de balón o ni tampoco porcentajes de pases.
Por otro lado sería muy injusto si solo valoráramos a Gabi como un catalizador de fuerzas que sustenta el equilibrio de un equipo. Gabi futbolísticamente es un grandísimo jugador. Poco jugadores despliegan un rigor táctico como lo hace él, tiene una capacidad asombrosa para interpretar las necesidades de su equipo en los diferentes momentos de un partido. Esta capacidad táctica está acompañada por un toque de balón preciso, lo que le convierte en un peligro a balón parado.
Gabi ha sido posiblemente uno de los mejores en su puesto en los últimos años, es difícil de explicarse como no ha sido internacional con España, algo que se ha merecido con creces, puede que la abundancia de medios centros que ha tenido la selección española en estos años no le ha ayudado. Independientemente de ello que no haya sido internacional aunque sea una sola vez es una injusticia futbolística.
Es difícil imaginarse un Atlético sin Gabi. Un barco sin timón no recala en buen puerto. Alguien tendrá que ocupar pronto su puesto. El maestro ha enseñado a buenos pupilos como Saul y Koke.
Ahora solo toca desearle suerte Gabi, agradecerte todo lo que has hecho, lo visible y lo invisible. Seguro que te vamos a echar de menos.
¡ Vuelve pronto Capitán¡