Para un cierto sector purista de la intelectualidad tal vez el fútbol sea una pasión que no es bohemia, incluso diría que para ese mismo sector el fútbol es intelectualmente reprochable.  Sin embargo para los integrantes de Esférico el fútbol es una pasión real, un terreno donde se habla de todo y de nada. Un partido de fútbol puede ser más difícil que una partida de ajedrez pero fácilmente acaba con una conversación entre amigos. El fútbol es un juego, pero sobre todo es alegría, superación, amistad y respeto.

Jorge Valdano alguna vez ha dicho que el fútbol es lo más importante de lo menos importante; es una buena descripción de lo que debe entenderse por fútbol  y sus repercusiones.

Por desgracia, este fantástico juego, este magnífico deporte, esta gran pasión para muchos está siendo amenazada en su esencia. Y lamentablemente la amenaza no viene de enemigos externos, la gran amenaza está dentro.

Esta semana el futbol español se ha despertado viendo como algunos jugadores y exjugadores de elite, conocidos para la mayoría del gran público, han sido detenidos por la policía en el marco de la Operación Oikos, operación que investiga supuestos amaños de partidos en los que se habrían producido apuestas “extrañas”.

La Operación “Oikos”  investiga supuestos amaños de partidos en los que se habrían producido apuestas “extrañas”.

Lo poco que se sabe de esta operación por el momento deja entrever supuestamente que algunos jugadores y exjugadores habrían creado una organización a través de sus influencias en equipos de primera y segunda división para amañar encuentros y realizar apuestas en dichos partidos.

Estos hechos son para Esférico una tragedia absoluta. Es la desvitalización  del futbol, tanto como deporte como medio de integración social. Con este tipo de actuaciones se está menoscabando la credibilidad, la profesionalidad y la esencia de competitividad que tiene un deporte histórico como el futbol.

Los futbolistas tienen una repercusión social muy importante, son en muchas ocasiones ejemplos para niños y niñas que  los perciben como ídolos y referentes a imitar. Este hecho debe ser asumido con responsabilidad por los futbolistas. No es socialmente oportuno que se proyecte una imagen como la de los últimos días. Los futbolistas deben asumir la repercusión que tienen, debido a esta misma reciben salarios muy por encima de la media. Deben ser conscientes que son ejemplos y que inculcan valores.

Los futbolistas tienen una repercusión social muy importante, son en muchas ocasiones ejemplos para niños y niñas que  los perciben como ídolos y referentes a imitar.

Por otra parte un profesional del futbol no puede promover, participar u organizar hechos como los que se están investigando en la operación Oikos. Amañar resultados de  un partido de futbol supone la prostitución absoluta de una profesión. El juego, basado en el respeto, la superación, la competitividad y el esfuerzo se evaporan.

El conjunto de la sociedad  y los aficionados al futbol en primer lugar debemos mostrar nuestro enérgico rechazo a hechos como lo investigados en la operación Oikos. Como aficionados debemos ser respetados. El futbol que queremos ver es el competido, no el amañado. Es una responsabilidad de todos nosotros acabar con esta lacra, que pone en riesgo un deporte tan maravilloso como el fútbol.

Esferico hace una llamamiento a que la apuesta sea por un futbol profesional, de superación, competido, integrador y social. El futbol que siempre ha sido….

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