La televisión y el fútbol se han atraído a lo largo de su historia. En muchas ocasiones han evolucionado juntos. Sin embargo, son muy pocos los ejemplo de reality show basados en el fútbol. Contamos la historia de uno de ellos.

Crecí en los años ochenta. Un tiempo muy diferente al actual. Las televisiones de aquella época eran aparatos inmensos con un culo prominente. Solían estar alojados en medio del salón y no tenían mando a distancia. En la pantalla solo se podían ver dos canales. Los niños españoles de aquel tiempo nos educamos viendo un programa infantil que lo protagonizaba una bruja punki. Algo difícilmente de entender en nuestros días.

Años mas tarde en los noventa aparecieron las televisiones privadas, llegó por fin la ansiada variedad. De repente en el cuarto de estar de nuestras casas aterrizaban, exóticas “mamachichos”, Oliver y Benji o una adorable Farmacia que siempre estaba de Guardia. Fue en esta época cuando la televisión comenzó el cortejo del fútbol. Primero fueron las televisiones autonómicas y después el Canal Plus. Ese noviazgo lo cambio todo en fútbol, provocando una metamorfosis que terminara convirtiéndolo en un deporte diferente.

Fue en los noventa cuando la televisión comenzó el cortejo del fútbol. Primero fueron las televisiones autonómicas y después el Canal Plus. Ese noviazgo lo cambio todo en fútbol, provocando una metamorfosis que terminara convirtiéndolo en un deporte diferente

El espectáculo de la televisión no se detuvo. No podía parar. Con el cambio de siglo llegaron los reality show. Primero una casa, después un autobús. Mas tarde los chicos que cantaban, otros que bailaban. Luego playas nudistas, tentaciones varias y al final una isla llena de famosos. En pocos años el concepto reality lo abarca casi todo en España. Por fortuna, no desembarcó en el fútbol.

Sin embargo, hubo un lugar, donde se atrevieron a mezclar fútbol y reality. Aquel país fue Argentina. Cuna de Di Stefano, Maradona o Messi. Un país de fútbol. Con talento por descubrir en cada esquina.

Aquel osado programa se llamó “Camino a la gloria”. Lo emitió la cadena Canal 13 allá por 2002. El concepto era sencillo, chicos argentinos entre doce y diecisiete años luchando por demostrar que eran los mejores jugando al fútbol. El premio por ganar, un coche y un mes a prueba en el Real Madrid.

Las convocatorias tuvieron un éxito increíble y mas de doce mil muchachos buscaron conseguir su sueño a través de aquel novedoso programa. Después de semanas de entrenamientos, clases tácticas y partidos intensos llegaron a la final dos jóvenes futbolistas, Santiago Fernández y Aimar Centeno.

El ganador fue Aimar Centeno. Santiago Fernández por ser finalista tuvo como premio ingresar en la agencia de representación de Gustavo Mascardi. Un premio, cuanto menos, dudoso. La representación en el fútbol de aquel momento tenia mas de mercado persa que de lugar fraternal. Santiago consiguió jugar en un equipo de primer nivel de fútbol argentino, Club Ferro Carril Oeste. Sin embargo, su carrera fue exigua. En pocos años desapareció de la primera línea futbolística.

Santiago Fernandez con Ferro

El ganador, Aimar Centeno, recibió su coche y viajó a Madrid para probar con el Real. Una situación paradójica, un año antes de volar a Europa había sido rechazado por Argentino Juniors. En la capital de España le esperaba el glamur y la exigencia de todo un Real Madrid.

Fue recibido como una estrella, eso si televisiva. Sus compatriotas Solari y Cambiasso lo agasajaron. Conoció a balones de oro como Luis Figo y Zidane. Despachó con Butragueño. Tuvo también sus reportajes en Marca y As.

Aimar Centeno en las instalaciones del Real Madrid

Pero su premio era mas que photocall en la casa blanca. Tenia la oportunidad de probar su talento en el primer filial del Real Madrid. Ese día llegó y el gran ganador de “Camino a la gloria” se dispuso a entrenar con el Castilla, en aquellos años entrenado por Michel. Aimar Centeno estaba ante su gran oportunidad. Saltó al campo de entrenamiento y empezó su particular desafío. Si bien, aquel sueño duró apenas diez minutos. El tiempo en que Centeno sufrió una fisura muscular. Se acabó su oportunidad. Su trayectoria en el Real Madrid duró menos de un cuarto de hora.

No es fácil convertir talento en éxito. Seguramente para ser futbolistas hay que quemar etapas y convivir con la suerte. Coger un atajo a través de la televisión no parece lo mas recomendable para convertirse en futbolista profesional.

Centeno volvió a Argentina. Consiguió una prueba en River Plate. En el equipo de los millonarios coincidió con Higuain y Falcao. Pero su carrera no tuvo mayor consistencia. Nunca llegó ser profesional y se conformó con disfrutar del futbol en el equipo de su barrio.

La historia de aquel programa llamado “Camino a la gloria” fue la historia de cualquier reality. Un gran éxito televisivo y una devoradora de sueños. No es fácil convertir talento en éxito. Seguramente para ser futbolistas hay que quemar etapas y convivir con la suerte. Coger un atajo a través de la televisión no parece lo mas recomendable para convertirse en futbolista profesional. El fútbol por ahora ha sobrevivido a los reality.

Leave a comment.

Your email address will not be published. Required fields are marked*