Analizamos como se vive el fútbol en la capital alemana, una ciudad que tiene diversidad de equipos y aficiones. Observamos sus diferencias, sus rivalidades y como han evolucionado desde los tiempos del muro al actual fútbol moderno.

David Bowie dijo de Berlín que era la mayor extravagancia cultural que uno pueda imaginar. Para muchos europeos Berlín es hoy por hoy la capital cultural del Siglo XXI. Sin duda, Berlín es una ciudad sorprendente y desconcertante. Arrasada, ocupada, dividida y por fin reunificada, las  calles de la capital alemana reflejan la singularidad de una historia turbulenta.

El “muro” que dividió la ciudad durante décadas sigue estando muy presente en el espíritu de los berlineses. La monstruosa tapia, de la cual ya no quedan más que algunos tramos dispersos, supuso para la ciudad y sus habitantes una profunda llaga física y psicológica.

El fútbol, como no podía ser de otra manera, no ha sido ajeno a la intrahistoria de Berlín. En el siglo XX pocas historias berlinesas abrazaron la alegría, el fútbol de la capital alemana es complejo, propio de una ciudad que fue devastada, reconstruida y después dividida.  La realidad actual  del fútbol berlinés es consecuencia del balancín en que ha vivido la ciudad alemana en las últimas décadas. Berlín es de la pocas capitales de Europa que no tienen un equipo de primera línea, de hecho, ningún equipo berlinés ha ganado una competición europea de clubes, ya sea la Copa de Europa, la Europa League (incluidas las denominaciones que la precedieron Copa Ferias y Copa de la UEFA) o la extinta Recopa.

El fútbol berlinés está formado por muchos equipos con sus propios aficionados y no por un único conjunto que se arrogue para si la identidad futbolística de la ciudad.

El fútbol berlinés está formado por muchos equipos con sus propios aficionados y no por un único conjunto que se arrogue para si la identidad futbolística de la ciudad. En Berlín no hay unanimidad y como caracteriza a la extravagancia cultural y vital de la ciudad el poliamor es el rasgo que caracteriza  los sentimientos de su fútbol.

El fútbol en Alemania está presente desde mediados del siglo XIX, en 1850 se crea el primer club de fútbol, el Club de Fútbol Inglés Dresde, fue fundado por trabajadores ingleses que emigraron y  vivían en Sajonia. En los siguientes veinte años el fútbol logró una popularidad creciente  fundándose equipos en Hamburgo, Karslruhe y Berlin.

A finales del Siglo XIX proliferó la creación de clubes de fútbol en Berlin, si bien muchos de ellos tuvieron exiguas trayectorias de pocos años motivados principalmente por la volatilidad de jugadores. Los nuevos clubes de futbol terminaban desapareciendo muy rápido. No será hasta 6 de junio de 1889,  cuando se funde en el distrito de Tempelhof, el BFC Viktoria 1889, primer gran equipo de fútbol de Berlín que se proclamaría campeón de Alemania a principios del siglo XX. El BFC Viktoria 1889 sigue existiendo jugando actualmente en la cuarta división del fútbol alemán.

Con la llegad del siglo XX el fútbol en Alemania fue perdiendo popularidad en detrimento de deportes como la Gimnasia y el Boxeo. La primera guerra mundial frenó la expansión del fútbol. La llegada al poder de los Nazis provocó que el fútbol se reformara en la misma línea que el resto de la sociedad, nada podía ser ajeno a los deseos de Führer. En la decada de los  cuarenta el fútbol en Alemania recuperó popularidad convirtiéndose en el deporte más practicado del país.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aliados, vencederos de la contienda bélica se repartieron Alemania. El país y su capital fueron divididos en cuatro zonas de ocupación, la inglesa, la estadunidense, la francesa y la soviética. Las tensiones entre los soviéticos y el resto de aliados provocaron que en 1960 se construyera un muro que separaría los sectores de la ciudad. Comenzaba la Guerra Fría y las consecuencias condicionarían el desarrollo del futbol en Alemania y muy especialmente en Berlín. La separación de Alemania llevaría la creación de dos competiciones diferentes,  en la Alemania Occidental se crearía la Bundesliga y en la Alemania del Este la Oberliga. Cada Republica Alemana tendría su propia selección y su propia cultural futbolística.

Cuando en 1963 se crea en la Alemania Occidental la Bundesliga, las autoridades políticas entendieron que era más que necesario que un club berlinés de la parte occidental de la ciudad  participara en esta nueva competición. Así que el Hertha Berlin, fue inscrito en el nuevo campeonato. El Hertha es un equipo histórico de la parte occidental de la ciudad, conocido populosamente como la “Vieja Dama”, fue creado en 1892 y en 1900 fue uno de los clubes fundacionales de la Federación Alemana de fútbol. A día de hoy el Hertha Berlin es el Club con más socios  y por tanto con más apoyo social de la capital alemana. Su palmarés es escaso para un equipo capitalino, apenas ha obtenido dos campeonatos alemanes en los años 30 y dos Copas de La Liga en el 2001 y 2003. El Hertha juega como local en el Estadio Olímpico de Berlín, mítico Estadio construido para las Olimpiadas de 1936 en el que Jesse Owen irritó a Hitler y sus teorías supremacistas.

La separación de Alemania llevaría la creación de dos competiciones diferentes,  en la Alemania Occidental se crearía la Bundesliga y en la Alemania del Este la Oberliga. Cada Republica Alemana tendría su propia selección y su propia cultural futbolística.

Como comentamos su inscripción en la competición fundacional de la Bundesliga se debió más a motivos políticos que a motivos deportivos. Sin embargo el apoyo institucional que gozaba “La Vieja Dama” no evitó que en 1965 descendiera por fraude financiero en la contratación de jugadores. La obsesión de las autoridades alemanas para que Berlín tuviera presencia futbolística en la Bundesliga llevó a ampliar el número de participantes en el campeonato, se invitó a un nuevo equipo de Berlin que sustituyo al descendido Hertha, el elegido fue el Tasmania 1900. Los resultados del “invento” fueron nefastos, el Tasmania 1900, un club cuasi profesional batió todos los records negativos del campeonato (todavía perduran hoy). En su única temporada en el primer nivel solo marco quince goles y recibió más de cien.

En 1969 el Hertha volvió a primera división, la presencia berlinesa en la Bundesliga la ha monopolizado “La Vieja Dama”. Con actuaciones irregulares que van desde varios subcampeonatos como el de 1976 hasta descensos de categoría. En las últimas décadas el Hertha es una asiduo de la Bundesliga, con alguna participación en competiciones europeas. Es sin lugar a dudas la referencia futbolista del Berlín Occidental.

En la Alemania del Este el desarrollo del futbol fue diferente. La creación de la Republica Democrática Alemana (RDA) supuso la disolución de los clubes “burgueses” del país y la creación de nuevas instituciones adjudicándolas a diferentes organismos gubernamentales o gremios laborales. En este “reparto” Los Servicios secretos de la Alemania del Este, la temible Stasi, se quedarían con dos equipos, ambos denominados de la misma manera, Dynamo, hablamos del Dynamo de Dresde y el Dynamo de Berlin.

El Dynamo de Berlín, creado en 1966, pronto se convertirá en el club más poderoso de la Alemania del Este. Su vinculación con los servicios secretos fue total. Enrich Mielke, Ministro de Seguridad del Estado de la RDA fue el presidente del club. El  dirigente de los servicios secretos no dudo en utilizar todos los medios a su disposición para dar gloria al Dynamo de Berlín. Impulso decretos para conseguir la llegada de los mejores jugadores del campeonato al Dynamo. Condicionó a los árbitros, goles en fuera de juego y penaltis dudosos a favor de los jugadores del Dynamo proliferaron en los campeonatos de fútbol de la Alemania del Este. Las instalaciones de entrenamiento del Dynamo eran las mejores del país y se implantaron en el club los sistemas de dopaje característicos de los deportistas de la RDA.

El Dynamo de Berlín se  convirtió en una herramienta más de la propaganda del Régimen de la RDA, la idea era clara, a través del deporte (en este caso el futbol) debía mostrarse la “superioridad del orden socialista”.

Con estos mimbres, los éxitos deportivos del Dynamo de Berlín no tardaron en llegar, conquistó diez campeonatos de Liga consecutivos, disputo las semifinales de la Recopa en 1975 y fue dos veces cuartofinalista de la Copa de Europa en 1980 y 1984. Sin embargo todos estos éxitos no le granjearon mucha simpatía entre sus conciudadanos. La condición de equipo del régimen y de la Stasi le convirtió en un equipo de enorme rechazo social. En la época de mayor gloria del club la asistencia de espectadores a su estadio era baja, apenas llegaba a una media de 5.000 espectadores.

La caída del muro de Berlín supuso el  fin del poderío futbolístico del Dynamo de Berlin, hoy  el club del distrito este de Berlin, Friedrich-Ludwing Jahn, transita a duras penas por la cuarta división alemana, añorando épocas pasadas. Sin embargo algo perdura de esa época, su rivalidad con el FC Unión Berlín.

El FC Unión Berlín, el “otro” equipo del Berlín Oriental es por su propia naturaleza antagónico al Dynamo Berlin. Los seguidores del FC Union son rebeldes, “outsiders”, “punkies” en definitiva  disidentes por convicción. El FC Union Berlin se fundó en 1966 sobre las cenizas del FC Olympia Oberschoneweide. La mayoría de sus seguidores proviene de clases trabajadoras,  mayoritariamente son obreros del barrio berlinés de Kopenick. En la dirección del club nunca hubo dirigentes del Partido Socialista Unificado de Alemania, tampoco estaba adscrito a ningún gremio laboral ni a ninguna institución de la RDA.  El FC Unión es y ha sido un club de marcado carácter civil.

La idiosincrasia del FC Unión engendró una rivalidad atávica con el Dynamo de Berlín. En la década de los 70 y 80 los aficionados del Unión aprovechaban los partidos con su vecino para proclamar soflamas contra la Stasi, el muro que dividía Berlin y el  sistema opresivo  de la RDA. No todos los hinchas del Unión eran enemigos de la RDA, pero si todos los enemigos de la RDA eran hinchas del  Unión.

La llama rebelde que desprendía el FC Unión Berlín no se apagó con la caída del Muro de Berlín. En la Alemania capitalista actual, el Unión Berlín sigue teniendo una aroma a club familiar de carácter humilde, diferente al prototipo contemporáneo de club de futbol moderno. El FC Unión Berlín sigue siendo hoy  un club antisistema.

Si algo simboliza la rebeldía del  Unión Berlín es su Estadio, situado en medio de un bosque en la orilla del Rio Spree, fue salvado por los propios aficionados del equipo cuando desde la administración del Club se plantearon la venta del recinto para paliar graves problemas financieros que padecía la Institución. Los seguidores del Unión en masa compraron participación reparando las maltrechas arcas del club. No fue necesario vender el Estadio.

Años más tarde la Federación Alemana de Fútbol amenazó con el cierre del Estadio del Unión sino se realizaba una modernización de las instalaciones. El club no tenía capital para acometer tal proyecto de reforma, la solución la proporcionaron dos mil socios del club que con más de cien mil horas gratuitas de trabajo acondicionaron el Estadio tal y como demandaba la Federación de Fútbol Alemana.

El pasado mes de junio el FC Unión Berlín consiguió el ascenso por primera vez en su historia a la Bundesliga. Pocos equipos de la antigua Alemania Oriental compiten en el primer nivel del futbol alemán, con seguridad el FC Union Berlin lo ha logrado por la fidelidad y rebeldía de sus aficionados.

La caída del muro de Berlín en 1989 provocó la reunificación de Berlín y de la Alemania en su conjunto. Futbolísticamente se unificaron las competiciones oficiales y la selección de futbol, si bien la presencia de futbolistas y clubes del Este fue muy exigua en el futbol alemán de los años 90. Los equipos orientales tuvieron graves problemas de adecuación al nuevo sistema. La gestión planificada dentro de las propias estructuras estatales que caracterizaba a los clubes de la Alemania del Este dificultó mucho su adaptación a los paramentos de futbol-negocio  que empezaba a germinar en Europa en la década de los noventa.

Paradójicamente la unificación de Berlín provocó el nacimiento de una nueva rivalidad entre FC Unión Berlín y Herta de Berlín.  Los dos equipos compartían su repulsa por la Stasi y los dirigentes de la RDA, a pesar del telón que los separaba fueron capaces de granjear una tierna amistad en los años ochenta. Sin embargo la caída del muro provocaría un desencuentro entre las aficiones de ambos equipos. El motivo fue un partido conmemorativo de la unificación alemana organizado por el Herta, a dicho partido se invitó a los representantes del FC Unión Berlín pero también a los representantes del Dynamo Berlín, la invitación se interpretó como una afrenta, compartir recinto con los dirigentes de la Stasi que habían reprimido y torturado a gran escala en la RDA fue un trago que los aficionados del Unión no quisieron digerir. La hermandad entre Union y Herta acabó en ese momento.

El ascenso del FC Unión Berlín a la Bundesliga abre una página nueva en la historia del futbol berlinés, han pasado décadas desde la última vez que dos equipos de la capital alemana jugaran  un partido en la máxima categoría del futbol alemán.

El ascenso del FC Unión Berlín a la Bundesliga abre una página nueva en la historia del futbol berlinés, han pasado décadas desde la última vez que dos equipos de la capital alemana jugaran  un partido en la máxima categoría del futbol alemán.

El mosaico que  caracteriza al fútbol en Berlín no va a cambiar, la heterogeneidad es algo  consustancial a la capital alemana. El aroma extravagante de Berlín se refleja también en su  fútbol. No hay solo una estrella en la ciudad, Berlín es una constelación de estrellas. El  muro no impidió que las estrellas brillaran. Los brillos de este crisol de estrellas es un tesoro para el fútbol. Ojala nunca dejen de brillar y que siempre puedan hacerlo en igualdad de condiciones.