La desaparición de Michael Robinson nos ha llevado a repasar a todos aquellos que han estado en la cabina de retransmisiones televisivas durante los últimos años, ayudando a que el fútbol sea el espectáculo que es hoy. Todos, a su manera, nos han dejado huella en la memoria.

Estos días todos hemos aprendido a leer gráficas y a esterilizar prendas así como nuevas palabras como es la de “desescalada”. Empieza a haber movimiento en lo que al fútbol se refiere y aunque uno no quiere descentrarse y dejar de pensar en lo esencial, es inevitable que la atención se desvíe y la cabeza empiece a darle vueltas a cómo será esa vuelta. Y no sé muy bien por qué, aunque probablemente sea porque la noticia aún está muy reciente y no cesan de aparecer los homenajes en forma de entrevistas pasadas, anécdotas contadas por sus allegados o especiales de Informe Robinson, me dio por pensar lo triste que será la primera retransmisión de un “partidazo” sin que esté nuestro querido Michael Robinson detrás de uno de los “micros”. Buscarán un sustituto pensé, e inevitablemente mi cabeza empezó a pasar lista de posibles candidatos, aunque la verdad es que no encontré ninguno que a día de hoy fuese capaz de ocupar  ese hueco que nos ha dejado el Gran Robin, pero lo cierto es que me sirvió para hacer un repaso mental de todos aquellos comentaristas que durante estas últimas décadas han pasado por las retransmisiones televisivas ya sea a través de los clásicos rayos catódicos o ya en forma de los LEDs con resolución 4K de estos días.

Jose Ángel de la Casa no sólo logró levantarnos del sillón a través del futbol, también se atrevió con las narraciones de otros deportes como las que llevó a cabo en juegos olímpicos o pruebas de atletismo en las que pudo disfrutar y hacernos disfrutar, narrando, entre otros, el triunfo de Fermín Cacho en Barcelona 92.

Mi recuerdo televisivo futbolístico, como probablemente el de toda mi generación, se inicia con Jose Ángel de la Casa. Aquel sobrio comentarista de Televisión Española famoso por perder su sobriedad mientras cantaba el famoso gol de Señor a ritmo de gallo en el mítico 12-1 de España a Malta en 1983. Jose Ángel estuvo al servicio de RTVE desde 1977 hasta 2007, momento en el que decidió salir  del ente público habiendo dejado para el recuerdo la narración de innumerables partidos de fútbol, sobre todo de la selección, aunque también retransmitió otros momentos inolvidables del fútbol de clubes como aquel gol de Nayim a Seaman en la Recopa del que se cumple estos días el 25 aniversario. Aquel día Jose Ángel también abandonó por unos instantes su ritmo sosegado de locución, aunque en esta ocasión, quizá escarmentado de aquel famoso gallo del 83, supo modular su voz y el gol en el último minuto de la prórroga sonó limpio y lleno de emoción, al mismo tiempo que toda Zaragoza y España entera, celebraban un histórico triunfo. Y como no, se debe recordar también que Jose Ángel de la Casa no sólo logró levantarnos del sillón a través del fútbol, también se atrevió con las narraciones de otros deportes como las que llevó a cabo en juegos olímpicos o pruebas de atletismo en las que pudo disfrutar y hacernos disfrutar, narrando, entre otros, el triunfo de Fermín Cacho en Barcelona 92. Su estilo pausado y alejado de artificios dejó huella en toda una generación, que hoy quizá se ve reflejada de una forma muy digna en su hijo Juanma de la Casa que también ejerce de comentarista hoy en día en partidos de Segunda División y que inevitablemente hace que nos acordemos de aquellos buenos momento que pasamos con su padre Jose Ángel, al que le deseamos la mejor de las suertes con la enfermedad del Parkinson con la que lidia desde hace años, antes incluso de acogerse a aquel famoso ERE de TVE que marcó su salida. Tras él, se hizo cargo de las retransmisiones Juan Carlos Rivero con el mismo estilo sosegado, muy propio de una canal público, aunque sin duda me quedo con su predecesor.

En la década de los 90, el fútbol del fin de semana abandonó la exclusividad del ente público y empezó a emitir sus partidos más interesantes los fines de semana a través de las cadenas autonómicas y el Canal Plus y con estas retransmisiones aparecieron nuevos comentaristas con sus estilos propios. Por ejemplo, en Madrid  las retransmisiones de Telemadrid  corrieron a cargo del entonces jovencísimo Jose María del Toro, que con un ritmo algo más intenso que su referente Jose Ángel de la Casa acabó convirtiéndose en un clásico de las retransmisiones futbolísticas para aquellos que disfrutan de la sobriedad de una retransmisión televisiva alejada de los recursos y sobresaltos de las radiofónicas. En aquellas retransmisiones también se incorporaban comentaristas auxiliares, normalmente  ex-jugadores como el locuaz Valdano, que apuntaban detalles tácticos cuando el momento lo requería. En cada Comunidad Autónoma existieron sus comentaristas habituales y supongo que habrán quedado en el recuerdo de los espectadores de la época con el cariño que hoy en día se le tiene a todo lo que evoca cierta nostalgia.

En aquellas retransmisiones también se incorporaban comentaristas auxiliares, normalmente  ex-jugadores como el locuaz Valdano, que apuntaban detalles tácticos cuando el momento lo requería.

Este modelo autonómico basado en comentarista principal y auxiliares también lo incorporó en esas mismas fechas el Canal Plus, que con la mítica pareja de Carlos Martinez y Michael Robinson introdujo una nueva forma de retransmisión del fútbol en la que, siendo fieles al eslogan de aquella cadena, “Canal Plus es más”, además de las clásicas imágenes empezaron a incorporar otras cámaras y micrófonos que contaban todo aquello que rodeaba a los partidos y que antes no se veía. Por su parte, Carlos y Robin estaban a la altura con unas narraciones a las que la emoción constante que aportaba Carlos se unía el carisma de Michael acompañado por unas apreciaciones técnicas de mucho nivel. Una pareja de la que hemos podido disfrutar durante casi treinta años y que echaremos de menos desde el momento en que todo esto se retome.

Y si fatal ha sido el final de la pareja que componía hasta estos días las retransmisiones primero de Canal Plus y luego de Movistar, también lo fue del personaje protagonista del equipo que tomó el relevo de las retransmisiones autonómicas para pasarlas a un canal nacional como la Sexta, como fue Andrés Montes. Montes se incorporó a la Sexta en 2006 como consecuencia de  la famosa “guerra del fútbol” y vino a revolucionar el modo de retransmitir el fútbol a base de incorporar su método que le había hecho popular en las retransmisiones de la NBA. Montes, con su pajarita, interpretó que los locutores eran una parte más del espectáculo y que por tanto eran los primeros que debían vender el show desde el momento que este apareciese en la pantalla. Y así, no sin su nutrido número de detractores, incorporó frases recurrentes como la de “fútbol con fatatas”, motes a los jugadores, inolvidable el “Moto GP” de Alves o el “Tiburón” de Puyol”, onomatopeyas e  interpelaciones constantes a sus comentaristas para hacerles participar, -¿Te estás divirtiendo Salinas?- o aquel mítico –Salinas, ¿qué pensarías tú si tu hija viniera un día a casa a presentarte un novio llamado Mertesacker?- mientras narraba un partido internacional en el que jugaba Alemania. Montes era  puro show detrás de un micrófono y a mi personalmente siempre me faltará haber podido escuchar aquel gol de Iniesta en Sudáfrica cantado por el genuino inventor del vocablo “Tiki-taka” y el concepto de “jugón”. Andrés nos dejó en 2009 por un fatal fallo cardíaco y las retransmisiones de la Sexta, que ya habían decidido prescindir de él un par de meses antes, las asumió un meritorio Antonio Esteva que con el mismo objetivo de potenciar el espectáculo se mantuvo detrás del micrófono hasta que la Sexta y Antena 3 dejaron de emitir partidos de liga o Champions. Su estilo era también muy radiofónico e intenso aunque para muchos espectadores “la vida ya no era tan maravillosa”.

–Salinas, ¿qué pensarías tú si tu hija viniera un día a casa a presentarte un novio llamado Mertesacker?-

Aquella época también dejó para el recuerdo otros nombres de narradores con más o menos suerte, entre otros, JJ Santos y Jose Antonio Luque en Telecinco o Sergio Sauca en algunas ocasiones en TVE, aunque sin duda un comentarista que sí dejó huella entre muchos aficionados fue  José Manuel Díaz,  narrador de la Premier en TVE hasta que ésta perdiera los derechos en favor de Canal Plus. Tenía un estilo muy personal que sabía combinar de forma ejemplar emoción y sobriedad a la vez que conocimiento de lo que narraba. Su final en la cadena pública fue turbulento y terminó en condena a la cadena por despido improcedente. Hoy podemos recordarle y aprender de su experiencia a través de su recomendable libro “La voz del fútbol” (Editorial Círculo Rojo), libro en el que no sólo se habla de narración sino de todo aquello que rodea al fútbol desde el punto de vista de alguien que lo vivió muy de cerca y que además no tiene pelos en la lengua.

Cabe destacar que en ese periodo, en 2010, hubo un “impasse” en la vida profesional del periodista Paco González que tras su turbulenta y precipitada salida de la Cadena Ser se vio libre de ocupación en aquel verano mundialista. Oportunidad que aprovechó Tele Cinco (Mediaset) para contar con él para la narración de los partidos de la Selección. Sin ser su especialidad, llevó un estilo desenfadado y bastante forofo pero eficaz que tal vez si no hubiera sido por el “Iniesta de mi vida” de su compañero de retransmisión, Jose Antonio Camacho, no hubiera pasado a la historia, pero aquel día, o noche mejor dicho, el destino se puso del lado de todos los españoles de la mano de “Magic Iniesta”, así le llamaba Andrés Montes, y nos convirtió a todos en campeones del mundo y a Paco González en el periodista que narró aquel gol en el minuto 115 en Johannesburgo.

En paralelo a estas retransmisiones “generalistas” a excepción de las de Canal Plus, que era un canal de pago pero que estaba bastante extendido en la población ya que no sólo ofrecía fútbol, apareció en 2007 el concepto de pago por visión o “pay per view”, como se le conoció, a través de varias plataformas televisivas que ofrecían la posibilidad de ver un partido en concreto previo pago del mismo. Esto conllevó la aparición de un enorme número de locutores y colaboradores que no llegaron a tener la popularidad de los mencionados anteriormente pero que sirvió de cantera para los que hoy ocupan esos puestos en la plataforma más extendida entre el público futbolero, incluyendo las de Internet, que es la de Movistar. Nombres en la narración como Jose Sanchis o Miguel Ángel Román, para mí el más genuino en cuanto a estilo, el de Ricardo Rosety para las conexiones a pie de campo o los de Axel Torres y Alberto Edjogo como comentaristas tácticos empiezan a ser populares entre los espectadores aunque, si bien, sin llegar a los niveles de aquellos del fútbol en abierto, que hoy resiste cual habitante numantino gracias al canal Gol TV, que además como comentarista tiene a Natalia Arroyo, única fémina de este mundillo .

Mucho ha llovido desde las austeras retransmisiones de Jose Ángel de la Casa hasta las de nuestros días en las que además del locutor se incorporan una tropa de auxiliares en forma de periodistas deportivos, ex entrenadores, ex jugadores, árbitros, o “especialistas” al estilo “Maldini” que hacen que muchas veces la narración se convierta en tertulia como si de la radio se tratase. Guste más o menos, narrar un partido se ha convertido en un arte de estilos variados y además, gracias a la tecnología de hoy, al que no le guste ninguno de esos estilo siempre tendrá la posibilidad de poner la radio, algo que ya se hacía a pesar de los retrasos en las señales, o dejar simplemente el sonido ambiente que también tiene su encanto.