En los años ochenta el fútbol español cambio para siempre gracias a la Quinta del Buitre. Eran años de cambio en España. Aquel grupo de futbolistas fue el exponente futbolístico de una generación que cambió un país. Nos detenemos a analizar la historia de aquellos jugadores, de la sociedad en la que crecieron y el deporte que consiguieron cambiar. 

Los ochenta fueron años de cambio y desenfreno en nuestro país. Al comienzo de aquella década España era una democracia muy joven. La Constitución apenas tenía dos años de vida. El nuevo sistema de libertades se sustentaba en cimientos todavía frágiles. De hecho, en 1981 se produjo un fallido intento de golpe de Estado.

Los españoles de aquellos años empezaron a familiarizarse con materias que llevaban más de cuarenta años sin tener presencia pública. Los Partidos Políticos, Sindicatos o Instituciones como las Comunidades Autónomas reaparecían de nuevo en la vida de los españoles.

Si las nuevas expresiones culturales provocadas por la “movida” tuvieron su epicentro en el madrileño barrio de Malasaña. El núcleo del cambio futbolístico en España estuvo en el Santiago Bernabéu.

La llegada de las libertades a nuestro país trajo consigo también una incontinencia en la diversión. Esto provocó el nacimiento de una nueva cultura musical, literaria y cinematográfica. Surgen nuevas tendencias de moda y un entretenimiento nocturno nunca visto hasta entonces en nuestro país. Eran los años de la “Movida”. Por desgracia aquel desenfreno y divertimento inconsciente llevó a una buena parte de los jóvenes de la época a quedar atrapados en el laberinto de la heroína.

Las grandes ciudades de nuestro país se convirtieron en regueros de tribus urbanas. Caminando por sus calles uno se topaba con “punkies”, “rockers”, “moods”, “skin heads” y pijos con polos Lacoste. Una macedonia contracultural que cambiará para siempre los modos de vida de una sociedad que empezaba a palpitar la libertad.

El mundo del fútbol no será ajeno a todos estos cambios. Si las nuevas expresiones culturales provocadas por la “movida” tuvieron su epicentro en el madrileño barrio de Malasaña. El núcleo del cambio futbolístico en España estuvo en el Santiago Bernabéu.

Foto Deportes con Historia. Butrageño, Martin Vazquez y Pardeza años ochenta.

En el mítico Estadio de la Casa Blanca iran apareciendo un grupo de jóvenes futbolistas que cambiaran la historia del Real Madrid, del futbol español y la forma de entender el balompié en nuestro país. Esa camada de extraordinarios futbolistas recibió el nombre de la “Quinta del Buitre”.

Fue el periodista Julio Cesar Iglesias quien bautizó de esa manera a una talentosa generación de canteranos madridistas. Aquellos chicos crecían al albero de Amancio en la mítica y hoy extinta Ciudad Deportiva del Real Madrid en la Castellana. Aquel grupo de jóvenes jugadores estaba formado por Butragueño, Michel, Sanchis, Pardeza y Martin Vázquez.

El futbol en los ochenta se caracterizaba por jugadores muy físicos, encorsetados en sistemas defensivos y en algunos casos con actitudes reprochables y violentas. Había poco espacio para el talento. Sin embargo, los integrantes de la Quinta del Buitre consiguieron abrirse camino.

Su forma de entender el juego, la calidad en el manejo del balón y la plasticidad con la que se desplegaban sobre el césped supusieron una bocanada de aire para el añejo futbol español de la época. Un futbol que en esos años se caracterizaba por jugadores muy físicos, encorsetados en sistemas defensivos y en algunos casos con actitudes reprochables y violentas. Había poco espacio para el talento. Sin embargo, los integrantes de la Quinta del Buitre consiguieron abrirse camino. En aquella España las cosas estaban cambiando.

Jugando en Segunda División con el Castilla, filial del Real Madrid, llenaron varias veces el Santiago Bernabéu. Los aficionados en seguida conectaron con ese nuevo fútbol que estaban sembrando aquellos imberbes jugadores. Alfredo Di Stefano, por aquel entonces entrenador del Real Madrid fue abriéndole las puertas del primer equipo. El futbol español al igual que la sociedad iba a cambiar para siempre.

Foto El Pais. Amancio entrenado a los canteranos del Real Madrid

Los integrantes de la Quinta del Buitre eran futbolistas de una calidad extraordinaria. Butragueño tenía la capacidad de parar el tiempo de un partido. Mientras todos contenían la respiración el “Buitre” rompía el encuentro con un regate eléctrico. Lo hacía además en el lugar más peligroso, el área. Martin Vázquez, fue un adelantado a su tiempo. Zurdo vertiginoso, ostentaba una visión de juego propia de futbolistas que llegarían décadas después. Michel era la precisión centrando el balón. Colocaba el esférico siempre en el lugar adecuado. Pardeza, el desterrado, se caracterizó por una gran capacidad de desequilibrio y una fuerte pegada. Sanchis era elegante, sobrio y eficaz en el pase. Quitarle el balón era una tarea complicada. Que errara un pase era algo poco probable.

Aquellos intrépidos futbolistas surgieron de las arterias de la ciudad. Eran madrileños, crecidos en sus barrios. Provenientes de una incipiente clase media ávida de libertad. Jugaron al fútbol sin despreocuparse de su instrucción. Butragueño, hijo de comerciante, Sanchis de padre futbolista, se doctoraron en Económicas. Pardeza se licenció en Filosofía y ya retirado ejerció de novelista. Michel y Martin Vázquez gracias a una oratoria cultivada son habituales comentaristas en los medios de comunicación. En definitiva, eran futbolistas diferentes, mimetizados con el entorno que los rodeaba. Cultos y formados. Conscientes de que en España estaban cambiando las cosas. Su intención fue hacerlo también en su deporte.

Foto Colgados por el Futbol

Gracias a ellos el Real Madrid volvió a ser un equipo dominador. Conquistó cinco ligas consecutivas. Un lustro donde el futbol español se modernizó. Posiblemente fue la génesis de su gran cambio. Ya nada volvería a ser como antes.

En una época donde la sociedad española anhela sentirse parte de Europa. Estos vanguardistas del balón consiguieron conquistar por dos veces un trofeo europeo, la copa de la UEFA. Competición que en aquella época era tremendamente difícil de ganar. Puede que incluso más que la prestigiosa Copa de Europa. No olvidemos que en aquellos años la Copa de Europa solo la disputaban los campeones de Liga. El resto de los equipos competían en la “UEFA”. Conquistarla dos años consecutivos tenía un mérito incalculable.

La Quinta del Buitre eran futbolistas diferentes, mimetizados con el entorno que los rodeaba. Cultos y formados. Conscientes que en España estaban cambiando las cosas. Su intención fue hacerlo también en su deporte.

Aquellos triunfos además dejaron para el recuerdo épicas remontadas ante grandes equipos del continente como el Anderlecht, Inter de Milán o Borussia Mönchengladbach. Fue en esa época cuando surgió una mística alrededor del Bernabéu y las noches europeas.

Finalmente, España consiguió entrar en la Comunidad Económica Europea. Un hito que restructuraría el país por completo. Nuestro fútbol y gracias posiblemente a la Quinta del Buitre, llevaba ya años plenamente integrado en Europa. El futbol moderno, de calidad, ofensivo y de toque ya campeaba por nuestros campos en las botas de estos intrépidos futbolistas que formaron la Quinta del Buitre. Pero paradójicamente, el único lastre que acompañará a esa generación de futbolistas estará en Europa.

A pesar del buen juego, del estilo moderno, del cambio cultural que provocaron en el país. Siempre se les reprochará que no conquistaron la Copa de Europa. Una eliminatoria cargada de impotencia frente al PSV de Koeman impidió que la Quinta al completo levantara la Orejona. El fútbol suele destilar también estas injusticias.

Pero la crueldad no siempre es infinita. Sanchis, años después, en solitario y como único representante de aquella generación alzó al cielo de Madrid el trofeo de Campeones de Europa. Ganó dos Champions League. Gracias a Sanchis el fútbol devolvió a la Quinta del Buitre lo que injustamente le había privado.

Hoy nuestro país es muy diferente al que conocí cuando era un niño en los años ochenta. Su fútbol es completamente distinto. Por fortuna he podido ver a la selección ganar un Mundial y dos Eurocopas. He disfrutado viendo a los equipos españoles dominar Europa. Ganando con cierta cotidianidad la máxima de las competiciones europeas, la codiciada Champions League.

Honestamente creo que el embrión de todos estos existo esta allí, en la famosa Quinta del Buitre. Es cierto que no fueron los únicos. Después de ellos aparecería el extraordinario Barça de Cruyff. Posiblemente la sucesión en el tiempo de estos dos grandes equipos hizo que en España se desarrollara una cultura futbolística agradecida con la calidad. El aficionado empezó a demandar un futbol armónico, vistoso y ofensivo. Importantes figuras del periodismo como Santiago Segurola, Alfredo Relaño o Michael Robinson ayudaron pedagógicamente a difundirlo. La primera vez que lo pudimos ver fue gracias a la Quinta del Buitre.  Seguramente los pioneros de nuestro fútbol moderno.

2 thoughts on “El Legado de La Quinta del “Buitre”

  1. Una buena época del Real Madrid. Lástima que aquella quinta se quedara sin el premio de la entonces Copa de Europa.

    1. Gracias Leopoldo. Sanchis consiguió, aunque fuera en solitario, ganarla. Sin duda La Quinta del Buitre merecía haber ganado la Copa de Europa

Leave a comment.

Your email address will not be published. Required fields are marked*