Analizamos la derrota del Atlético en Turín, el desarrollo de la temporada del equipo colchonero y el futuro tras la eliminación de la Champions por el equipo entrenado por Diego Pablo  Simeone

Los sueños…sueños son. El Atleti despertó  abruptamente del suyo en una fatídica noche en Turín. La Juve lo aniquiló despiadadamente con un Cristiano Ronaldo en plan estelar. Desaprovechó una ventaja de dos goles y cayó eliminado en una trágica actuación que puso de manifiesto el desgaste de un equipo que a día de hoy no muestra mimbres de poder competir por alzar la ansiada Copa de Europa.

Desastres como el de Turín no se explican desde una mala actuación o un mal planteamiento del entrenador, que desde luego existieron. Hay una variedad de motivos, los cuales pueden ser  reconocibles por aquellos que seguimos  al equipo colchonero con cierta asiduidad.

Desastres como el de Turín no se explican desde una mala actuación o un mal planteamiento del entrenador, que desde luego existieron. Hay una variedad de motivos.

Mucho se ha hablado de la inquebrantable seguridad defensiva del Atleti en los últimos años.  El sistema defensivo del  equipo colchonero fue para muchos una obra de autor con nombre propio, Diego Pablo Simeone, un autor venerado por la afición atlética. La telaraña  que tejía el Atlético de Madrid en los partidos era un dolor de cabeza para cualquier rival. El trabajo táctico iba acompañado de una motivación adrenalinica que hacia que los once gladiadores atléticos jugaran con una intensidad difícilmente igualable. En definitiva el Atleti era un super equipo  que a pesar de recibir críticas por su poco vistoso estilo futbolístico dominaba los partidos y los ganaba con justicia. El Atleti del Cholo Simeone recibía pocas ocasiones, casi ninguna, creaba alguna más que el rival y siempre se tenía la sensación que el timón del partido lo controlaban los jugadores colchoneros.

foto de euroesport

Con un historial reciente como el vivido por el Atlético en los últimos años parecía lógico que el planteamiento del partido de vuelta en Turín pasara por confiar en la seguridad defensiva. De hecho los equipos de futbol cuando afrontan partidos de primer nivel suelen basarse en sus puntos fuertes. El Atleti del Cholo tenía en su defensa el baluarte.

Sin embargo, desde la visión humilde de un seguidor colchonero como yo, existían indicios que hacían presagiar que la fortaleza defensiva que había imperado en los últimos años tenía ciertas grietas. Jugadores de jerarquía de la defensa atlética han entrado en alta edad y se ha percibido todo el año en ellos un bajón físico y un cierto descenso del valor competitivo. Las lesiones constantes sufridas por los defensas colchoneros no han ayudado a paliar esta situación, de hecho más bien al contrario, han sobrexpuesto a jugadores como Juanfran, Godin o Filipe Luis a un esfuerzo mayor  que les ha llevado a un límite físico difícil de disimular en partidos de alto voltaje como el de Turín.

La fortaleza defensiva que había imperado en los últimos años en el Atleti tenía ciertas grietas. Jugadores de jerarquía de la defensa atlética han entrado en alta edad y se ha percibido todo el año en ellos un bajón físico y un cierto descenso del valor competitivo.

Plantear un partido de trinchera  atrás y pierna fuerte no parecía lo más conveniente para el Atlético en Turín. En el  partido jugado en el Metropolitano el equipo del Cholo ganó con una presión alta que permitió a Griezmann manejar los tempos del partido con cierta eficacia. ¿Debía el Cholo haber intentado lo mismo en Turín? Podría haberlo hecho y podría haberlo funcionado o no, nunca lo sabremos. Las bajas de Thomas y Diego Costa no le daban mucha variedad táctica a Simeone. A excepción de Rodrigo que mejora futbolísticamente cada partido, los centrocampistas colchoneros como Lemar, Koke o Saul no están viviendo ni su mejor momento futbolístico ni están en su mejor temporada. En definitiva las variedades y las posibilidades no eran muchas. Simeone en un ejercicio lógico y nostálgico pensó que tal vez la fortaleza defensiva aguantaría el vendaval bianconero. El juego del equipo y el contundente resultado evidencian que el planteamiento táctico no fue el correcto. Pero ¿Había otra posibilidad dadas las circunstancias del equipo?

foto de El Español

El Atlético tenía un sueño este año, jugar como fuera la final de la Champions en su nuevo estadio. Ese era el objetivo. Para ello se renovó a Griezamann con salario de galáctico mundial y se ficho a Lemar por cerca de 80 millones de euros. Lidiar con el límite salarial llevó a los dirigentes del club a formar una plantilla corta de efectivos. Que además ha quedado escuálida en algunos momentos de la temporada debido a las lesiones. Desde el inicio de temporada y  hasta el día de hoy el plantel del atlético ha sufrido  42 lesiones musculares, digámoslo sin paliativos, un exceso difícilmente asumible en el futbol actual. La plantilla está muy mermada físicamente.

foto de deportes televisa

Por otro lado la tensión competitiva del Atlético ha menguado, aunque no había habido señales tan evidentes como la noche trágica de Turín. Fuera de casa el Atleti había demostrado cierta fragilidad, tanto en competiciones nacionales como en la Champions. En fase de grupos fue goleado por el Borussia de Dortmund y fue incapaz de ganar en Brujas a un equipo que no se jugaba nada. En Copa cayó eliminado con el Girona encajado tres goles en su propio estadio y en Liga ha sido incapaz de ganar a Barcelona y Real Madrid, si bien en esta competición se mantiene segundo, haciendo una notable campaña, porque a pesar de los pormenores relatados en este escrito el Atlético de Madrid, su técnicos y jugadores, son de profesionalidad extrema y los lastres físicos y psicológicos que están sufriendo no les impide  mantener una línea ganadora solvente y regular en el Campeonato de Liga. Tal vez  sea en la exigencia y la tensión de la Champions donde quedan expuestas las carencias del equipo.

Hay una evidencia de necesidad de cambios profundos si se quiere competir por ganar una Copa de Europa. La evolución es parte inerente  de la vida.

Todas estas circunstancias evidencian la necesidad de cambios profundos si se quiere competir por ganar una Copa de Europa. La evolución es parte inerente de la vida. Siendo honestos no tengo claro que los cambios que vaya a sufrir el Atleti en los próximos años vayan a mejorar al equipo. Las marchas de Godin y  Filipe Luis, las ya consumadas salidas de Gabi, Arda y Thiago, no van a ser fáciles de remplazar. Conseguir un bloque de jugadores con la intensidad y la competitividad que  tuvo el Atleti no será fácil. La secretaria técnica tiene un reto importante por delante. El Cholo necesita sabia nueva, y tiene que ser él el capitán  que comande la nave con algunos nuevos grumetes.

El sueño de ganar la Copa de Europa por ahora debe quedar en punto muerto. Ahora toca reconstruirse de nuevo, levantarse y volver a derrochar coraje y corazón.

 

 

2 thoughts on “Réquiem por un sueño

  1. Muy buen artículo Luis! En mi opinión, hizo mucho daño el que jugara Juanfran a banda cambiada por las circunstancias (lesiones de Filipe y Lucas). Y eché en falta a Diego Costa y su lucha (estúpida amarilla le sacaron en la ida). Ha sido un palo durísimo por la ilusión que había, pero toca levantarse.
    Un abrazo,
    Alberto

    1. Gracias Alberto.La plaga de lesiones y las bajas condicionaron al Atleti. El Atleti suele levantarse de estos golpes. Como tu dices esperemos que está vez lo haga también

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