Esta semana España se ha clasificado para el próximo mundial de fútbol. Las ultimas actuaciones de la selección hacen que el próximo campeonato se afronte con optimismo. Analizamos al equipo de Luis Enrique y recordamos la historia de España en los mundiales.

Esta semana nuestra selección de fútbol selló su pase para el próximo mundial de Qatar. Un campeonato que a priori desprende aroma pintoresco. Lo exótico del torneo hacía obligado la presencia de nuestra Roja. Además, con esta clasificación, España va a jugar sucesivamente doce mundiales, solo superada por Brasil, Argentina y Alemania.

La historia de España en los mundiales de fútbol ha sido intensa. La selección ha disputado quince campeonatos. Desde su primera participación en Italia en 1934 la evolución ha sido evidente. Para el recuerdo han quedado los torneos marcados por fallos crueles. Cardeñosa, Eloy Olaya o Salinas sufrieron y siguen sufriendo el peso de un error que no se dulcifica en un país despiadado con la derrota futbolera.

Aquellos Mundiales de los años setenta y ochenta, incluso los de los noventa, marcaron a una generación de españoles. Resignados sin más a ver a nuestro país derrochar simplemente furia futbolera.

Para el recuerdo han quedado los torneos marcados por fallos crueles. Cardeñosa, Eloy Olaya o Salinas sufrieron y siguen sufriendo el peso de un error que no se dulcifica en un país despiadado con la derrota futbolera.

Afortunadamente, el futbol español fue evolucionando. A finales de los noventa y en el dos mil, los jugadores de La Roja ya no dependía de su estado de ánimo. La furia fue dejando paso a la técnica. Gracias en realidad a las numerosas escuelas de fútbol que surgieron en todo el país. Mareo, Lezama, Tajonar, la Massia o las Academias de Real Madrid y Atleti entre muchas otras, conseguirán crear una nueva estirpe de jugadores. Peloteros mucho mejor dotados técnicamente.

La selección cada vez más abierta al talento irá consiguiendo mayor protagonismo en los Mundiales. Serán lo años de las ilusiones rotas y las frustraciones eternas. “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Al mismo tiempo  que se demonizaba a los responsables de la derrota. Una generación entera lloró amargamente por decisiones arbitrales de infaustos colegiados como Sándor Puhl o Al-Ghandour.

La furia y la amargura fueron dejando paso a lujuria. Surgió un estilo que nos llevó a la gloria. España, gracias a Luis Aragones, irá creando un futbol preciso. Repleto de personalidad con su exquisito toque de balón. Surge el “Tiqui-Taca”.  El Mundial de Sudáfrica de 2010 consumo el éxtasis de nuestro fútbol. Por primera vez en la historia de los Mundiales los laureles serian españoles. Una estrella se bordaría en nuestro escudo. Aquel gol de Iniesta fue cantado por todos. Posiblemente ya nada volvería a ser como antes.

Después de la inolvidable gloria, la selección volvió a una senda errática. Tal vez exigida por la responsabilidad de una estrella de campeón del mundo. Los últimos mundiales de Brasil y Rusia fueron decepcionantes para el fútbol español. Las expectativas no se cumplieron. En la atmosfera quedó la sensación de que tras la borrachera de 2010 empezábamos una larga resaca.

Nuestra actual selección, entrenada por Luis Enrique, tiene una impronta de autor incuestionable. El líder del equipo es su entrenador. Personalidad de carácter que ha llegado con  ideas claras en el objetivo de recuperar el prestigio perdido.

Luis Enrique consciente que los jugadores españoles actuales carecen del talento y la calidad de la generación de 2010, ha apostado por la juventud. Buscando el compromiso y el factor colectivo como virtud del equipo. Por ahora los resultados son mas que notables y la mayoría de futboleros españoles se siente bien representado por este equipo.

Luis Enrique no renuncia al toque exquisito. Nuestra selección quiere ser protagonista en los partidos. Domina, posee el balón y exige musculo activo. Presión alta y derroche colectivo.

Nuestra actual selección, entrenada por Luis Enrique, tiene una impronta de autor incuestionable. El líder del equipo es su entrenador. Personalidad de carácter que ha llegado con  ideas claras en el objetivo de recuperar el prestigio perdido.

Es posible que en nuestro actual equipo podamos percibir elementos de la historia de nuestra selección. Hay momentos de furia. De reacción anímica contra la adversidad. El Tiqui-taca sigue siendo el ecosistema. Y desgraciadamente hemos vuelto al “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”. Casi ganamos a Italia en la Eurocopa. La UEFA Nations League se escapó por un clamoroso gol en fuera de juego. El perjuicio arbitral volvió a justificar la derrota de nuestra Roja.

Por todo lo vivido, hace años, meses y días afrontamos el mundial con optimismo. Lo importante era llegar y lo hemos conseguido. Esperemos que la selección española haga un buen papel en el Mundial de Qatar. O por lo menos que consiga una actuación que nos haga sentir orgullosos de nuestra Roja.

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