El 25 de junio de 1982, las selecciones de futbol de Alemania Federal y Austria disputaron el partido del tongo para seguir vivas en el mundial de España 82.

Asturias, gracias al enorme tirón de sus dos equipos más representativos y grandes rivales, el Real Sporting de Gijón y el Real Oviedo, fue elegida como una de las sedes del mundial 82. Además, y para mayor alegría del personal, se podrían seguir las evoluciones en directo de una de las selecciones favoritas al título, Alemania Federal. Grandes estrellas del futbol mundial Stielike, Schumacher, Breitner o Rummenigge nutrían las filas de una selección alemana, actual campeona de Europa y bicampeona del mundo.

Selección alemana en el mundial de España 1982. Fuente Pinterest.

Miles de aficionados germanos llegaron a Gijón, donde Alemania disputaría todos sus partidos de la primera fase. La emblemática playa de San Lorenzo, situada en pleno centro de la ciudad, se transformó en territorio alemán. Los bares colindantes se convirtieron en lugares de culto donde la cerveza y la sidra se consumían en enormes cantidades.

Todo hacía presagiar un paso firme del equipo alemán, con pleno de victorias, hacia la segunda fase donde verdaderamente se enfrentarían los grandes candidatos, pero, a veces, lo previsto cambia.

Todo hacía presagiar un paso firme del equipo alemán, con pleno de victorias, hacia la segunda fase donde verdaderamente se enfrentarían los grandes candidatos, pero, a veces lo previsto cambia.

La selección alemana inició su andadura en el mundial con una sonrojante derrota por dos a uno ante una selección Argelina liderada por el gran delantero Madjer, campeón de Europa con el Oporto en 1987. Fue una de las mayores sorpresas de los mundiales. En su segundo partido frente a Chile, recuperó su tradicional eficacia y con un gran partido de Rummenigge ganó por cuatro a uno.

Llegados a su último partido de la fase previa, y tras la brillante victoria argelina frente a Chile por tres a dos producida el día anterior, Alemania Federal necesitaba vencer a Austria sino quería caer eliminada. A su vez, Austria también se clasificaría si perdía por dos o menos goles de diferencia.

Este hecho combinado con los históricos lazos germano-austriacos levantaba sospechas de amaño entre el combinado argelino. Una victoria alemana por uno a cero era suficiente para la clasificación de ambas selecciones.

Himnos de Alemania vs Austria de 1982. Fuente elpais.

El partido comenzó con un gran ritmo de juego hasta que el delantero Horst Hrubesch marcó un gol en el minuto 10 del primer tiempo. A partir de ese instante, la intensidad decayó, el juego se volvió lento y predecible con gran ausencia de verticalidad. Los 41.000 espectadores comenzaron tímidamente a silbar. El uno a cero clasificaba a ambas selecciones.

Intercambios amistosos de palabras y susurros entre futbolistas de los dos equipos aumentaron el malestar y sospechas entre el público lo cual provocó que los abucheos aumentaran. Los canticos de “tongo, tongo”, así como otras frases más originales “que se besen, que se besen” acompañaron hasta el final del partido.

Intercambios amistosos de palabras y susurros entre futbolistas de los dos equipos aumentaron el malestar y sospechas entre el público lo cual provocó que los abucheos aumentaran. Los canticos de “tongo, tongo”, así como otras frases mas originales “que se besen, que se besen” acompañaron hasta el final del partido.

Muchos espectadores abandonaron el estadio. Algunos aficionados argelinos intentaron acceder al terreno de juego y el periodista de la televisión austriaca, Robert Seeger solicitó a los telespectadores que apagaran sus televisores. Incluso aficionados alemanes se sintieron traicionados por el comportamiento de su selección. No olvidaban la derrota alemana ante Austria en el mundial de Argentina 78.

Abucheo del publico a Rummenigge. Fuente Picture Allance.

Finalizado el partido, aficionados españoles arrojaron huevos al autobús del equipo alemán y se agolparon en los aledaños de su hotel para increparles duramente. Incluso jugadores alemanes salieron por las habitaciones del hotel con actitud chulesca que todavía caldeó más los ánimos.

Al día siguiente, todos los periódicos criticaron lo sucedido. El periódico local, El Comercio de Gijón, además de situar la crónica del partido en la sección de sucesos, refería “el timo a 40.000 espectadores”. Así mismo, la prensa española lo denomino “El pacto del Molinón”. Incluso la propia prensa alemana y austriaca, seguramente avergonzados por lo sucedido, lo denominaron “el “Pacto de no agresión de Gijón” (Nichtangriffspakt von Gijón), o “Vergüenza de Gijón” (Schande von Gijón).

Portada diario Marca 1982. Fuente Todocoleccion.net.

Portada Periódico El Comercio de Gijón 1982. Fuente El comercio.

Años después, el jugador austriaco Walter Schachner declaró en una entrevista al diario “Süddeutsche Zeitung” que “en el descanso hubo el acuerdo entre los jugadores de mantener el uno a cero, pero yo no me enteré. Por eso estaba desesperado en el campo. No entendía cómo Krankl, nuestro delantero, se colocaba de líbero. Y Briegel no hacía más que decirme: No corras tanto. Como no me enteraba de lo que sucedía, los compañeros dejaron de pasarme el balón”.

El propio lateral alemán Briegel pasó de hablar de un pacto improvisado de no agresión porque ambos equipos estaban clasificados, habitual en competiciones de muchos deportes, a reconocer el amaño en 2007.

Aquel suceso provocó que los organismos oficiales cambiaran las reglas, de tal forma que los últimos partidos de la fase de grupo se disputan en el mismo horario para evitar situaciones sospechosas. Hasta ese momento, todos los partidos de un mismo grupo debían disputarse en días diferentes.

Con 7 años, asistí a aquel partido acompañado por mi padre y, por supuesto, no entendí nada. Hoy en día, y trascurridos casi 40 años, uno se pregunta cómo se hubiera comportado si fuera jugador alemán o austriaco. Qué hubiera pensado si fuera un aficionado argelino o español que ha pagado su entrada para ver un gran partido de futbol. Es evidente que la respuesta puede cambiar según que camiseta vistas. No fue la primera ni la última vez que han sucedido hechos parecidos. Quién no recuerda el seis a cero del sospechoso Argentina – Perú del mundial 78.

Es verdad que no se incumplió ninguna regla, pero si se traicionó al espíritu del futbol y del deporte. Además, las consecuencias del partido no pueden ser medidas y son infinitas. Por ejemplo, si Alemania hubiera quedado eliminada, Francia, una de las selecciones que practicó mejor futbol, quizás no se hubiera visto apeada en semifinales. O incluso la propia Selección Española hubiera evitado el enfrentamiento con la selección alemana en la segunda fase y muy posiblemente hubiera avanzado hacia las semifinales de su propio mundial. Nunca se sabrá, pero la historia del mundial 82 pudo ser distinta. Mejor o peor, pero otra.

Existe un antiguo dicho ingles que define al futbol como un deporte de caballeros jugado por villanos. En este partido, el once universal del futbol, juego limpio, respeto, trabajo en equipo, compañerismo, disciplina, esfuerzo, humildad, amistad, unidad y solidaridad, no saltó al césped. Jugaron muchos villanos y pocos caballeros.

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